Breve panorama de la primera mitad del siglo XX

  • La crisis del pensamiento decimonónico y la cultura de fin de siglo.

En el último tercio del siglo XIX se empieza a manifestar el agotamiento de las fórmulas propuestas por el Realismo, que había pretendido convertirse en un espejo de la sociedad burguesa. Las nuevas corrientes de pensamiento provocaron que las seguridades y certezas anteriores se tambalearan, hasta el punto de que un autor tan influyente como Nietzsche hiciera su más famosa proclama: "Dios ha muerto".

La humanidad entra en un periodo de desorientación, de pérdida de seguridad y busca nuevos valores en los que apoyarse para superar el caos. Surge con fuerza el relativismo, que propone que la vida pueda ser vista desde diversos ángulos, todos ellos válidos. Brota así una nueva reacción idealista y hasta cierto punto "romántica" que provocará que los autores se alcen contra los valores burgueses y elijan un tipo de vida totalmente apartado de estos y marcado por la rebeldía (es el espíritu de la "bohemia").

Los escritores pretenden alejar la obra de la fea realidad circundante y buscar ante todo la belleza, el "arte por el arte", la experimentación. Para hablar de esta nueva concepción del mundo, ya no basta el lenguaje basado en conceptos rígidos y claros; son necesarios los símbolos, las más audaces metáforas y todo tipo de recursos estilísticos.

Como hemos visto en la unidad anterior, estas nuevas corrientes tuvieron su máximo esplendor en Francia, donde dio lugar al Parnasianismo y al Simbolismo, que fueron los pórticos de la literatura contemporánea.

  • La quiebra del orden europeo: La crisis de 1914

En el ámbito político, en Europa se venía produciendo una constante lucha por la hegemonía, hasta el punto de que se formaron dos

I Guerra Mundial

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bloques enfrentados: por un lado la Triple Alianza (Alemania, el imperio austro-húngaro e Italia) y por otro la Triple Entente (Francia, Reino Unido y Rusia). El ataque del imperio austro-húngaro sobre Serbia tuvo como consecuencia el posterior asesinato de su heredero, el Archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía, en una visita a la ciudad de Sarajevo el 28 de junio de 1914. Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia y poco a poco se unieron al conflicto los demás países, provocando así la explosión de una guerra colosal que venía gestándose desde hacía años y en la que terminaron participando países situados en distintos continentes y muy alejados entre sí (como EEUU y Japón).

Las consecuencias de la I Guerra Mundial fueron terribles. Europa quedó destrozada y las pérdidas materiales y de vidas humanas fueron cuantiosísimas. El tratado de paz, firmado en Versalles en 1919, supuso un fuerte castigo para los vencidos, sobre todo para Alemania, lo que terminó por convertirse en el germen de un nuevo enfrentamiento armado (la II Guerra Mundial).

Paralelamente, en Rusia tuvo lugar otro acontecimiento que dio un vuelco al orden europeo: la Revolución Bolchevique de 1917, que acabó con el régimen de los zares y dio paso a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que, bajo el poder comunista, se convirtió en un bloque capaz de enfrentarse a la gran potencia emergente del siglo XX: los Estados Unidos.

Tras un periodo de cierta prosperidad (conocido como "los felices años veinte"), basada en el aumento de la producción y del consumo, estalló una gravísima crisis económica, tras la caída de la Bolsa de Nueva York, ocurrida en octubre de 1929. Fue otro empujón más para que en Europa encontraran acomodo los totalitarismos.

  • Las innovaciones filosóficas, científicas y técnicas y su influencia en la creación literaria

A comienzos del siglo XX se produce una gran eclosión de los avances científicos y técnicos, que alcanzan a múltiples facetas de la vida: los transportes, la medicina, las telecomunicaciones, la industria armamentística...

En el terreno de las ideas, tres corrientes de pensamiento han influido de manera determinante en los modos de vida y en el arte del siglo XX:
• El Marxismo de Karl Marx, que predica la lucha de clases para conseguir una sociedad igualitaria, sin explotadores ni explotados.
• El Psicoanálisis de Freud, que centró su interés en el inconsciente, parte oculta de la mente humana, que escapa al control de la razón.
• El Existencialismo, que recoge ideas de filosófos del siglo XIX como Kierkegaard y que pone en evidencia la angustia vital, el vacío y el absurdo de la existencia humana.

La literatura, como no podía ser de otro modo, será un reflejo de todas estas experiencias traumáticas y de las crisis de valores sufridas por la sociedad a lo largo del siglo XX. De ahí derivan sus rasgos esenciales y las distintas tendencias que manifiesta: el gusto por el experimentalismo y la innovación propios de las Vanguardias; la visión angustiosa y atormentada del hombre, acorde con la doctrina existencialista y la preocupación por los problemas sociales y políticos, que dará lugar a la llamada "literatura comprometida".










Objetivos

En este vídeo encontrarás un somero repaso a las causas y consecuencias de la I Guerra Mundial.