3.1. Renacimiento y Neoclacisismo. Lo clásico

El Renacimiento es el primer momento en la Historia del Arte en que se retoma un estilo artístico anterior.

En Roma se comienzan a construir edificios nuevos, allí siempre ha estado patente el estilo de la Roma antigua, todo estaba a la luz. En las excavaciones, a veces aparecen esculturas de mármol que resultan impresionantes cuando se comparan con las figuras que se hacían en la Edad media. Los cuerpos desnudos de hombres y mujeres se representan en ellas en plenitud, sin esconder sus atributos. La religión comienza a tener cambios, en los países del norte de Europa, surgen religiones cristianas que están en contra del poder de Roma, y que se rebelan contra la Iglesia y su poder. En estos años se descubre América. El mundo cambia.

Los escultores intentan reproducir los esquemas de estas esculturas. El naturalismo, clasicismo, el realismo, el canon.

Como reacción al arte Barroco y su desenfreno decorativo, a finales del S. XVIII surge un movimiento artístico que reivindica nuevamente lo clásico. Se llama Neoclasicismo.

Veamos unos ejemplos de escultura Clásica, Renacentista y Neoclásica para poder comparar:

 

 

Importante

Antes de pasarnos al Barroco es interesante que recuerdes que el cambio de un estilo a otro nunca es brusco.

Ya hicimos referencia a Miguel Ángel Buonarotti y el Manierismo en el apartado: TEMA IV. La forma tridimensional: un lenguaje que se va transformando con el paso del tiempo.

Allí vimos algunas de sus esculturas religiosas, aquí vamos a ver una pieza no religiosa.

Un escultor: Miguel Ángel Buonarotti, hace una obra escultórica que comienza siendo clasicista (el David) y acaba exagerando las formas en un sentido de búsqueda de la expresión. Es una adaptación de lo que se había hecho en la Edad media dentro del estilo humanista del Renacimiento. Esta exageración de la forma se convierte en un estilo que se expande por Europa y llega con fuerza a Andalucía. Se le llama Manierismo. Pues se decía que estaba realizado a la "Maniera de Michelangello", de ahí el término.

El Manierismo busca la belleza de la figura, procura la curvatura, también exagera un poco algunas de las partes en busca de la expresividad. Con el tiempo y el impulso del manierismo acaba surgiendo el estilo que llamamos Barroco.

Esta escultura de Miguel Ángel forman parte de la Tumba de Lorenzo Medici en Florencia. Representan el Alba y el crepúsculo.

Tumba de Lorenzo Medici en Florencia
Imagen de mberry en Flickr. Licencia CC

La figura superior es un retrato del fallecido. Si reparas en la figura de la izquierda, representa a un anciano, de rostro realista, que mantiene una pose natural, reposada pero muy curvada. No te recuerda al helenístico: Ulises de Sperlonga (en la foto de abajo).

Ulises de Spelona
Imagen de mberry en Flickr. Licencia CC

La figura femenina, del cuadro escultórico que estábamos analizando, también tiene la misma torsión. Los dos cuerpos reflejan una musculatura real, no estilizada y mantienen una pose bastante erótica, lo que provoca sensaciones en los espectadores.

El Manierismo tuvo mucha repercusión en Andalucía, donde fue muy estudiado y copiado a través dibujos y grabados. El Giraldillo es una muestra de ello. Compara las cabezas femeninas.

Cabeza Giraldillo
Imagen de Lombino en Flickr. Licencia CC