Puedes encontrar los metales en la tabla periódica de los elementos. Todos conocemos su buena disposición como materiales conductores de la electricidad y el calor. Algunos se pueden deformar con cierta facilidad.
Imagen de CHEM1902 en Wikimedia. Licencia CC
No solo se consideran metales unos 80 elementos químicos, sino que a las combinaciones de metales, es decir, a las aleaciones, también les llamamos metales.
Existe un metal que se distingue de los demás por no ser sólido, el mercurio.
Desde un principio, el hombre vio en los metales un avance tecnológico que posibilitó alcanzar nuevas metas, elaborando armas y utensilios. El cobre, el bronce y el hierro forman parte de las etapas que se iniciaron al final de la prehistoria. Más tarde se crearía el acero, 3000 A.C. Después se seguiría modificando las distintas aleaciones de bronce y acero, incluso hoy en día continua la investigación de los metales y sus aleaciones.
Ya al final del siglo XIX, las nuevas técnicas de la minería permitieron alcanzar mayores profundidades, haciendo posible la obtención de nuevos metales como el aluminio y titanio.
Por su naturaleza resistente y su maleabilidad, los metales se usan en las estructuras de las grandes construcciones, ya que son más duraderas que otros materiales como la madera.
En el mundo de la escultura el metal más usado es el bronce, aunque actualmente se usan multitud de ellos.
Existen metales que pueden ser nocivos para el ser humano, estos son los metales pesados, algunos como el plomo, mercurio, manganeso, níquel, cadmio, etc.
En la siguiente imagen puedes ver una escultura en bronce de Henry Moore en una ciudad andaluza.
Hay metales que se pueden extraer en estado prácticamente puro, como el oro, la plata o el cobre, pero en la mayoría de los casos se encuentran formando óxidos, hidróxidos o sales.
Casi todos son de color gris, menos el oro que es amarillo y el cobre de color rojizo. Los óxidos de los distintos metales son de diferentes colores, y se utilizan como pigmento en la fabricación de pinturas.
Para nuestro interés nos centraremos en la siguiente presentación en un selecto número de metales que son los más frecuentes en la escultura: bronce, acero y hierro. También veremos ejemplos escultóricos de otros metales menos usuales como el cobre, el aluminio, la plata o el oro.