4. La polémica entre Popper y la Escuela de Frankfurt
Dicha polémica se conoce como "disputa del positivismo" y se refiere a una controversia obre el método que debe seguirse en las ciencias sociales que enfrenta a filósofos como Karl Popper, defensor del racionalismo crítico, y representantes de la Escuela de Frankfurt como Theodor W. Adorno o Jüegen Habermas .
La polémica está en estrecha relación con la distinción entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu y la conveniencia o no de una distinción metodológica entre las primeras y las segundas. Popper es defensor de la unidad metodológica; en ambos casos defiende el falsacionismo como el rasgo característico del enunciado científico. No es el caso de los autores de la Escuela de Frankfurt, que consideran la sociedad como una totalidad contradictoria, con elementos racionales e irracionales, y reclaman el método dialéctico como el adecuado a su estudio.
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Karl Popper |
Theodor Adorno |
Importante
Los filósofos de la Escuela de Frankfurt ven en Karl Popper una visión positivista y conformista de la sociología, que olvida los intereses que determinan la configuración social y su carácter eminentemente práctico. Consideran que el positivismo se resuelve en una razón instrumental al servicio de los intereses productivos, y abogan un modelo sociológico crítico no puramente teórico sino eminentemente práctico. Popper, por el contrario, resta valor al método dialéctico y lo priva de su carácter científico, dado que sus enunciados no son falsables. Entiende que este se basa en una interpretación historicista, un modelo ideológico que presume injustificadamente un desarrollo histórico previsible y que favorece el totalitarismo político.
Popper es partidario del liberalismo político y de de corte socialdemócrata, es favorable a la intervención del estado en la protección de los intereses de los más desfavorecidos, su racionalismo crítico apuesta por teorías científicas cada vez mejores; defiende la idea de una sociedad abierta basada en la libertad y cada vez más alejada de la injusticia.
Con sus matices diferenciales, Los frankfurtianos inciden en el concepto marxista de alienación aplicándolo al estudio de las sociedades contemporáneas, un modelo que despersonaliza al individuo y lo convierte en instrumento de la producción. Jürgen Habermas augura una crisis de la legitimidad del estado, un estado que no ha desaparecido a pesar de las previsiones de Marx y que, por el contrario, ha quedado reforzado como agente de la estructura productiva.