3. Cómo crece la población española.
Crecimiento natural, vegetativo, real, absoluto ... no todo es lo mismo aunque lo parezca.
La población española crece (o decrece) por dos motivos fundamentales. O bien porque nacen más niños que las personas que mueren (o lo contrario), a lo que se denomina movimiento natural, o bien porque entran en nuestro país más personas que las que salen, es decir, porque el saldo migratorio es positivo. A la suma del movimiento o crecimiento natural (también llamado crecimiento vegetativo) de la población con el saldo migratorio, se le denomina crecimiento real o absoluto.
Durante el Antiguo Régimen Demográfico, esto es hasta el siglo XVIII, el crecimiento vegetativo era muy lento, la diferencia entre los que nacían y los que morían era muy pequeña, y aunque en general favorecía a los primeros, a la larga se solía producir un estancamiento demográfico. La causa de este escaso crecimiento estaba relacionada con las frecuentes crisis de mortalidad de las que anteriormente hablamos.
El descenso de la mortalidad a partir de esa centuria propició el crecimiento de la población. Se inició así una nueva fase a la que se denomina régimen demográfico de transición, que se prolongó hasta bien entrado el siglo XIX. El mantenimiento de una alta natalidad con una mortalidad en descenso, permitió que la población empezara a crecer a una escala mayor, a pesar de que en la segunda mitad de ese siglo se inició un fuerte proceso emigratorio hacia América.
En el siglo XX, el crecimiento alcanzó su máximo apogeo, sobre todo en el tercer cuarto del siglo. La mortalidad continuó cayendo y la natalidad se mantuvo bastante alta, eso provocó una especie de explosión demográfica, término un tanto exagerado para nuestro país, pero que es el equivalente al que hubo en el conjunto del planeta por esa época.
Ni siquiera una considerable emigración a Europa permitió que descendiera el crecimiento real o absoluto, ya que era tan fuerte el crecimiento natural que este podía con el saldo migratorio negativo. Durante esa época, la población española creció más rápido que en el resto de su Historia.
Recientemente el crecimiento natural se ha estancado cada vez más, hubo una década (1998-2008) de repunte motivado por una considerable inmigración, pero esta situación ha cambiado drásticamente como consecuencia de la crisis económica que ha motivado la salida de extranjeros que regresan a sus paises asi como la de españoles que emigran buscando trabajo fuera de España y que no tienen hijos en España. Hoy día, España pierde población, un hecho inesperado, ya que las proyecciones que se hacían hace cinco años nunca pronosticaron este cambio.
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Evolución de la natalidad y la mortalidad en España. |

Objetivos
Casi siempre creciendo, casi nunca decreciendo
Si te fijas bien en la gráfica anterior, podrás observar que la natalidad ha superado a la mortalidad en la mayor parte de la Historia reciente de nuestra demografía. Esto ha sido así porque mientras que el número de nacimientos se ha mantenido muy alto, el de fallecimientos ha ido descendiendo paulatinamente.
Durante el siglo XX, solo han existido dos momentos en los que la mortalidad ha superado a la natalidad. El primero de ellos fue el de la epidemia de gripe de 1918, que como ya vimos, causó más de 300.000 muertos en nuestro país. El segundo fue la Guerra Civil, aunque solo durante un par de años (1937 -1938), las bajas superaron a los nacimientos, que se redujeron considerablemente por la guerra.
El resto del tiempo la diferencia entre la línea roja que señala la natalidad y la negra de la mortalidad, ha sido favorable a la primera. La distancia entre una y otra representa el crecimiento vegetativo, que como puedes comprobar, casi siempre ha sido positivo.
A finales de siglo, y a consecuencia de la caída de la natalidad, ambas líneas llegaron casi a igualarse, aunque en ningún momento llegaron a superar las defunciones a los nacimientos. Pero entre 1996 y 1998 se alcanzó prácticamente el denominado crecimiento cero o equilibrio demográfico, caracterizado porque ambos valores son prácticamente idénticos y, en consecuencia, la población no crece.
El incremento de la natalidad en la década de 1998-2008 está en relación con la llegada de la inmigración y el mayor número de hijos que tenían las mujeres que llegronn a España procedentes de otros países del mundo.
Más recientemente, y al disminuir la inmigración como consecuencia de la crisis económica, también lo ha hecho la natalidad, con lo que vuelve a tener una tendencia de nuevo a acercarse a los valores de la mortalidad. Esta última prácticamente se mantiene en un nivel semejante, muy bajo, desde hace cinco o seis décadas, aunque el envejecimiento de la población está propiciando un ligero incremento de la misma, recientemente.
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Incluso reyes, como Alfonso XII, cayeron víctimas de epidemias en épocas (en este caso de cólera) tan recientes como el año 1885. Dibujo de Juan Comba publicado en la Ilustración española y americana. Wikimedia con licencia CC. |

Pre-conocimiento
La diferencia entre estancamiento y equilibrio demográfico.
En realidad hablamos de conceptos que tienen bastantes similitudes, aunque no son exactamente lo mismo, de ahí que sea conveniente diferenciarlos.
El estancamiento demográfico es propio de poblaciones del Antiguo Régimen Demográfico. Se llega a esa situación cuando hay una natalidad muy alta y una mortalidad muy alta, por ejemplo, en España hasta los siglos XVII o XVIII. Aunque la natalidad suele ser un poco más alta, las crisis de mortalidad hacen que las ganancias acumuladas con el tiempo se pierdan cuando se produce una crisis de mortalidad. Eso conlleva a que, a largo plazo, la población se estanque y apenas crezca.
El equilibrio demográfico se produce cuando la natalidad y la mortalidad son muy bajas y casi se igualan, de manera que el crecimiento natural es mínimo o cero, que es como se le denomina. Es lo propio de España en las últimas décadas, aunque hasta ahora nunca hemos llegado realmente al crecimiento cero y, por tanto, al equilibrio demográfico, propiamente dicho. Pero esta es la situación más probable (y quizás también más deseable) en el futuro.
Los demógrafos vaticinan que, en los próximos siglos, se conseguirá el control casi absoluto de la natalidad, lo que en España ya se logró a finales del siglo pasado, y que la mortalidad se reducirá a niveles mínimos. Según estos mismos teóricos, es bastante más probable que en siglos venideros sea la natalidad la que fluctúe en función de la coyuntura (crisis económicas, ayudas estatales, etc.) que la mortalidad, que deberá permanecer casi siempre en niveles muy bajos.
Eso permitirá que el crecimiento vegetativo sea nulo y que la población se estabilice en una determinada cantidad de habitantes, como veremos en el tema siguiente.
En la película "Un mundo feliz", basada en la obra literaria del mismo nombre cuyo autor es Aldous Huxley, se narra una utopía sobre la población en el futuro.
Publicada en You Tube por insurrecciónmundial.
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