2.1. La mortalidad infantil

La mortalidad infantil. Una constante histórica: las dificultades para superar el primer año de vida.

Se entiende por mortalidad infantil el número de niños menores de un año de edad que fallecen a lo largo de un año, dividido entre el número de niños que nacen ese mismo año.

Aunque actualmente el número de niños recién nacidos que fallecen es muy pequeño, en tiempos pasados las cifras que se alcanzaban de este valor eran tremendamente altas. La humanidad desconocía los principios básicos de la higiene. Las mujeres tenían a sus hijos, en numerosas ocasiones, en condiciones deplorables, y muchas de ellas morían a consecuencia del parto o bien lo hacían sus hijos.

Hasta el siglo XVIII no tenemos estimaciones más o menos fiables de cuál podía ser la mortalidad infantil en España. Por esa época se calcula que esta oscilaba entre 200 y 300 por mil, es decir, aproximadamente uno de cada cuatro niños que nacía no llegaba a cumplir el primer año de vida. Y tengamos en cuenta que esto ocurría en una época en la que probablemente las condiciones ya eran un poco mejores que en siglos anteriores. Se ha estimado que en los momentos de crisis, la mortalidad infantil podía alcanzar el valor de 500 por mil. Es decir, uno de cada dos niños, no llegaba a cumplir el primer año de vida.

Durante el siglo XIX se experimentaron algunas mejoras en la alimentación, la sanidad y la higiene, y de esa forma empezó a reducirse ligeramente la mortalidad infantil. Se calcula que para finales de esa centuria el valor bajó por primera vez de 200 por mil. Pero aún así, seguía siendo altísimo. Hoy día ni los países más pobres del mundo tienen ya ese porcentaje tan elevado.

Quizás la causa ya no era solo la falta de higiene o lo mal que se cuidaba a los bebés. Durante la industrialización, los niños fueron utilizados como mano de obra barata y dócil para los primeros procesos de producción industrial y también para las faenas agrícolas. A los cinco o seis años muchos de ellos ya estaban trabajando en fábricas, minas, o recogiendo aceitunas o cualquier otra cosecha, etc. Y muchos de ellos fallecían por enfermedades o por causas relacionadas con las pésimas condiciones en las que trabajaban. Su número no puede ser contabilizado en la Tasa de mortalidad, puesto que superaban el año de edad, pero la tragedia era parecida aunque la estadística no la recogiera como tal.

A lo largo del siglo XX la mortalidad infantil ha ido decayendo continuamente. Hacia 1920 se bajó del valor 150 por mil, y continuó esa tendencia durante varias décadas más. Se estima que antes de la Guerra Civil ya había descendido a 110, pero después de esta y a consecuencia de las privaciones y los problemas de los años del hambre, el número de niños que fallecían volvió a aumentar hasta 150 por mil, de nuevo.

Desde 1943 hasta hoy, la Tasa de mortalidad no ha hecho más que disminuir constantemente. Las mejoras en la alimentación infantil, una sanidad mucho más avanzada, una medicina que llega prácticamente a casi todas las capas de la sociedad, y el aumento del nivel de vida en lo económico y lo cultural, han hecho que en la actualidad, España tenga una de las tasas más bajas del mundo, pues supera por muy poco el 3 por mil.

 
La película "Daens" muestra cuáles eran las terribles condiciones en las que se desarrollaba la vida laboral de muchos niños. De esa forma, se explica en parte el porqué tantos niños morían a edades muy tempranas.
Publicado por Mr. JoaoLima 2010 en You Tube.

Objetivos

Afortunadamente, cada vez mueren menos niños.

Para un amplio número de demógrafos, la tasa de mortalidad infantil es uno de los indicadores que mejor mide el nivel económico, sanitario y hasta cultural de un país. De ahí que los países más avanzados del mundo (Japón, los países escandinavos, etc.) sean los que tienen las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo.

España posee también una tasa de mortalidad infantil bastante baja. Si en 1943, en plena época de los "Años del hambre", aún se alcanzaban valores tercermundistas (de cada mil niños, 143 morían antes de cumplir el primer año de vida), en 1950 ese valor ya se había reducido a menos de la mitad. En 1960 ya solo era de 36 por mil, y en 1980 había descendido a 12 por mil.

Pero en las últimas décadas el número de niños que mueren a los pocos meses ha ido reduciéndose cada vez más. En 1990 era del 7 por mil, en 2000 cuatro por mil, y actualmente supera por muy poco el valor 3 por mil.

Llega un momento en el que resulta muy difícil que las tasas continúen descendiendo. El motivo es lo que se llama la mortalidad endógena. Esta consiste en que hay un pequeño porcentaje de recién nacidos que llegan al mundo con taras naturales o defectos congénitos que impiden que su vida pueda continuar. Desgraciadamente, no se les puede mantener con vida durante mucho tiempo, por lo que mueren poco después.

Sin embargo, la denominada mortalidad exógena, es decir, la provocada por causas ajenas a los problemas naturales derivados del embarazo o del parto, esa sí que se puede reducir, y es la que ha venido siendo cada vez menor durante las últimas décadas.

Se trata de aquellos niños que fallecen por mala atención en el parto, por malos cuidados, por desnutrición o por enfermedades o problemas que se podrían haber evitado de haber contado con una buena atención médica o sanitaria. Con la difusión de la salud pública, la creación de maternidades, las mejoras en la alimentación infantil o en la atención a los recién nacidos, se ha conseguido que la muerte de un bebé sea un acontecimiento muy raro y poco frecuente. Sin embargo, hace solo unas décadas era uno de los hechos que más martirizaba a nuestros abuelos y bisabuelos.

Los medios modernos de atención a los recién nacidos, son una de las causas fundamentales que han permitido la reducción de la mortalidad infantil.
Los medios modernos de atención a los recién nacidos, son una de las causas fundamentales que han permitido la reducción de la mortalidad infantil.
Publicado por Willem Velthoven  con licencia CC

 

Pre-conocimiento

¿Por qué morían tantos niños?

Aunque en los apartados anteriores ya expusimos algunas causas, es preciso analizar en mayor profundidad esta cuestión, dada su importancia.

Aunque hoy día nos resulte extraño, antiguamente la humanidad tenía bastante asumido el hecho de que, por una serie de motivos, los niños recién nacidos o de corta edad estaban expuestos con gran facilidad a las enfermedades y, por tanto, a la muerte. Para nuestros antepasados, no tan lejanos, el que un bebé muriera no era la tragedia que pudiera suponer hoy día, cuando prácticamente todos los niños que nacen, alcanzan la vida adulta.

Hace un siglo, o incluso menos, era frecuente que uno de cada tres o cuatro niños muriera al poco tiempo de su nacimiento. Un número bastante elevado de bebés era abandonado por sus madres al poco de nacer. Las dificultades económicas, el hambre en numerosas ocasiones, la ausencia de cuidados médicos o sanitarios, e incluso higiénicos, provocaban que los recién nacidos no pudieran soportar esas condiciones y fallecieran a los pocos meses de haber llegado al mundo.

Esto era frecuente, no solo entre los más pobres, sino también entre personas enriquecidas o de las clases favorecidas de la sociedad. Aunque obviamente en estos casos, las tasas de mortalidad eran más bajas.

La debilidad de los niños durante los primeros momentos de la vida, tenía como consecuencia el que una deficiente (o en muchas ocasiones, nula) alimentación, las epidemias, o hechos tan intrascendentes como la picadura de un mosquito (la malaria o paludismo era una de las enfermedades más comunes en las regiones con altas temperaturas y humedad), pudieran causar la muerte a gran escala.

En este vídeo puedes contemplar un informe sobre la mortalidad infantil.
Publicado en You Tube por Newomlg.

AV - Pregunta de Elección Múltiple

Pregunta

¿Por qué hasta hace un siglo la tasa de mortalidad infantil era tan elevada?

Sugerencia

Todas las opciones tienen cierto sentido, pero solo en una de ellas ha cambiado la situación de manera destacada a lo largo del último siglo.

Respuestas

Porque era muy frecuente practicar abortos a las mujeres que se quedaban embarazadas

Debido a que se practicaba el infanticidio, sobre todo con las niñas.

Porque la mentalidad de aquella época no concedía suficiente importancia a la vida de los recién nacidos.

Porque no había buenos medios sanitarios e higiénicos para la atención a los niños.

Porque la mortalidad endógena era mucho mayor que la que hay ahora.

Retroalimentación