1. Imagen y realidad.
Las imágenes son parte de nuestras vidas. Mira a tu alrededor ¿Te has parado a pensar cuánta información recibes a través de imágenes en un solo día? Probablemente estamos tan familiarizados con ellas que no somos conscientes de hasta que punto nos afectan.
Las imágenes nos muestran una realidad filtrada por el ojo de quién las crea.
No importa que sea un dibujo, una pintura o una fotografía, lo cierto es que en parte el mensaje nos llega sesgado por diferentes factores. La intencionalidad que tuvo el artista a la hora de realizarla, el material utilizado, nuestra experiencia previa o nuestra predisposición ante un tema concreto pueden afectar a la lectura que hagamos de una imagen.
Las imágenes son una representación de la realidad no la realidad.
Observa esta foto:
Foto de Igh vía Flickr bajo licencia cc. |
Si te pregunto que ves lo mas probable es que tu respuesta sea: ¡Azahar!
Sin embargo, no podemos sentir su fragancia, tocar sus pétalos, en definitiva, no es azahar, es una representación de la flor de azahar, aunque sea muy fiel a la realidad.

Importante
Cuando miramos una imagen, una representación de la realidad, se produce una pérdida de información con respecto al objeto real, que recibe el nombre de entropía. Debes aprender a interpretar las imágenes. Diferenciar la realidad de aquello que nos muestran las imágenes te ayudará a comprender un entorno en el que prima lo visual.

Curiosidad
Cuando los hermanos Auguste y Louis Lumiére estrenaron su documental "L´arrivée d´un train á La Cioat" en 1895, los presentes se alzaron de sus asientos asustados pensando que iban a ser atropellados por la locomotora que avanzaba hacía ellos en la pantalla. Probablemente esta historia sea una exageración, pero el hecho de visualizar imágenes en movimiento por primera vez debió confundir a los presentes, que en algún momento dudarían sobre si aquello que se les venía encima era real o era una representación.
A veces, en el polo opuesto, sucede lo contrario: aunque vemos imágenes con apariencia de realidad, puede ser que no sea del todo verdad lo que nos muestran. Pensemos en la llegada del hombre a la luna en 1969. Hay quienes, basándose en las evidencias y detalles de las propias grabaciones, cuestionan la veracidad o autenticidad de estos documentos fílmicos y exhiben teorías que argumentan que no hubo tal alunizaje sino que las imágenes procedían de un "documental" encargado por el Gobierno de Estados Unidos al reconocido director de cine Stanley Kubrick (que un año antes en 1968 había filmado su famosa película "2001. Una odisea en el espacio") por si fallaban las grabaciones, las comunicaciones con la tierra o la propia misión espacial. Según esta controvertida teoria, la NASA tenía un "Plan B" y falsificaría los aterrizajes lunares, con Neil Armstrong y Buzz Aldrin actuando en un plato de televisión secreto bajo la dirección del cineasta estadounidense Stanley Kubrick. Muchos americanos aún creen que los astronautas del Apolo XI jamás pisaron la Luna y hay quien cree que sí, que efectivamente llegaron a la Luna pero fallaron las transmisiones con la Tierra y ese montaje cinematográfico iría a suplir lo que la tecnología en aquellos años no podía solventar eficientemente. Todo valía en la "carrera espacial" que EEUU libraba encarnizadamente con la extinta Unión Soviética en aquellos años y esas imágenes fílmicas , reales o falsas, eran de una vital importancia como golpe de efecto mediático. Durante el auge de la guerra fría los Estados Unidos y la ex Unión Soviética competían en muchos campos, ya sea el espionaje, la industria armamentística nuclear e incluso por llegar primeros a la última frontera, el espacio exterior. El ganador de esta “carrera” se inmortalizaría en la historia tras demostrar su poderío y llegar primero a la Luna para cumplir los objetivos de la misión espacial.
En todo caso, esta curiosa polémica debe hacernos pensar y reflexionar sobre el poder de manipulación de las imágenes para hacernos creer en una determinada realidad y con ello alcanzar determinados fines .