Descripción de la tarea

Alejandría no solo fue famosa por su célebre faro, una de las siete maravillas del mundo en la antigüedad, sino también por la gran biblioteca que Alejandro Magno, fundador de la ciudad, concibió a fin de alojar en un único lugar todo el saber del mundo conocido. Existieron en la antigüedad otras bibliotecas en Grecia, Asia Menor, Egipto y Jordania, pero ninguna tan completa y tan grande como la de Alejandría. En el Liceo de Aristóteles, en Atenas, existía una biblioteca conocida con el nombre de “Museo” (literalmente, “templo de las Musas”).

En la ambición de Alejandro Magno por reunir bajo un mismo techo las obras de las naciones conquistadas por él para que fueran traducidas al griego, operó de manera decisiva la influencia que sobre él había ejercido su maestro Aristóteles. El paso del tiempo no trató bien a la biblioteca que recibió sucesivos golpes hasta su total devastación. La lucha por el trono de Egipto entre Cleopatra y su hermano Ptolomeo XIII, que tuvo lugar en Alejandría durante los años 47 y 48 a.n.e., fue el motivo de que el emperador Julio César destruyera con fuego la flota de Ptolomeo XIII, de que el fuego se propagara y de que, al menos en parte, la biblioteca de Alejandría fuera destruida. Tras haber sobrevivido a otras vicisitudes semejantes, la biblioteca volvió a ser destruida a raíz de las luchas entre paganos y cristianos en los primeros siglos de nuestra era. Finalmente, en el año 391, una época en la que el cristianismo era ya la religión oficial del imperio romano, Teodosio el Grande ordenó la aniquilación de todos los templos paganos, entre ellos, la biblioteca de la que nos ocuparemos en esta tarea colaborativa.

Reconstrucción ideal del interior de la Biblioteca de Alejandría
Imagen de dominio público

El Museo de la biblioteca alejandrina pertenecía al palacio real y sirvió a los intereses de la dinastía de los Ptolomeos. Más tarde, cuando Alejandría formó parte del imperio romano, la institución recibió también la protección de los emperadores.El Museo funcionaba como un centro de estudio, investigación y enseñanza en el que se desarrollaban todas las parcelas del saber de entonces: filosofía, ciencia natural (botánica, zoología), matemáticas, astronomía, medicina, filología, etc. En él se alojaban gratuitamente estudiosos que se beneficiaban de esclavos, exenciones de impuestos y pingües salarios de por vida.

El segundo edificio perteneciente a la biblioteca era el Serapion, el templo de Serapis, donde había miles de papiros a disposición del público. Precisamente es esta la diferencia principal con respecto a otras bibliotecas de la antigüedad, que parte importante de la de Alejandría estuvo a disposición de todos, no solo de los eruditos, los reyes o los sacerdotes.

En la biblioteca de Alejandría se escribieron y copiaron miles de papiros (se ha conjeturado la existencia de alrededor de 700.000 papiros en su época de máximo esplendor). Los libros se compraban, se adquirían en forma de botín tras los saqueos, o se procuraban mediante técnicas éticamente más dudosas; parece ser, por ejemplo, que durante una hambruna en Atenas, desde la biblioteca de Alejandría se forzó al pueblo ateniense a vender manuscritos originales de gran valor a cambio de comida. Las fuentes antiguas también documentan la siguiente práctica habitual en el puerto de Alejandría: una vez registrados los barcos que arribaban a él, los libros que hubiera en ellos eran confiscados, se copiaban y se devolvían los ejemplares en copia para depositar los originales en el seno de la biblioteca.

La actual biblioteca de Alejandría.
Imagen de Mogaio con licencia CC.

La tarea que debes realizar es sencilla. Consiste en elaborar una pequeña ficha tras elegir un personaje o una obra de la lista que te ofrecemos. Esta ficha debe ser una presentación del personaje u obra escogida en la que invites a tus compañeros a su lectura.

Debes consultar con tu profesor o profesora tu elección para no coincidir con la elección de otro estudiante.

La ficha deben constar de los siguientes elementos:

Elección del personaje o la obra. En caso de que elijas un autor, elabora una presentación de sus logros científicos o literarios.

Indica las razones por las que debe ser considerado un autor clásico o una obra clásica, y que merecer estar en la biblioteca de Alejandría.

Ilustra la ficha con una o varias imágenes.

Selecciona un fragmento de texto que ilustre al autor o su obra.

Sube tu aportación al glosario de la tarea.

Realiza un comentario de algunas de las entradas ya subidas al glosario por otros compañeros.

No olvides consultar con tu profesor o profesora tu elección, para no repetir los contenidos de las entradas

Te sugerimos quince autores y obras acompañados de una sucinta información para ayudarte en la elección:

Apolonio de Rodas (s.III a.n.e.): Argonáuticas. Estudioso de la biblioteca de Alejandría, de la que fue director antes que Eratóstenes, su obra relata las aventuras de Jasón y sus Argonautas.

Aristóteles (s.IV a.n.e.): Constitución de Atenas. Se trata de una obra que ha llegado a nosotros gracias a un papiro encontrado precisamente en Egipto. En ella, se presenta un recorrido histórico por la política de Atenas. Se sabe que la biblioteca de Alejandría tenía la obra aristotélica en su conjunto.

Arquímedes (s.III a.n.e.). Físico, inventor, astrónomo, uno de los mejores matemáticos de la antigüedad.

Calímaco (s.III a.n.e.): Himnos. Poeta alejandrino que catalogó los libros de la biblioteca elaborando así el primer catálogo de biblioteconomía del que tenemos noticia.

Eratóstenes (s.III a.n.e.): Catasterismos. Fue uno de los mejores astrónomos de la antigüedad. Matemático, poeta y también geógrafo.

Esquilo (s.V a.n.e.): Tragedias. Primer gran trágico, conocido sobre todo por su trilogía la Orestíada.

Estrabón (s.I a.n.e.): Geografía. Su obra describía el mundo conocido en su época.

Euclides (s.III a.n.e.): Elementos. Matemático, considerado el padre de la geometría.

Eurípides (s.V a.n.e.): Tragedias. Autor, entre otras obras, de Medea e Hipólito.

Heródoto (s.V a.n.e.): Historias. Gran viajero y padre de la historiografía

Homero (s.VIII a.n.e.): Ilíada y Odisea. Son las obras épicas que inauguran la literatura occidental. Su trascendencia es indiscutible.

Pausanias (s.II): Descripción de Grecia. Primer "libro de viajes" de la literatura occidental.

Polibio (s.II a.n.e.): Historias. Autor griego que escribió sobre la historia de Roma.

Sófocles (s.V a.n.e.): Tragedias. Autor, entre otras obras, de Edipo Rey y Antígona.

Teofrasto (s.IV a.n.e.): Historia de las plantas. Fue discípulo de Aristóteles y representante destacado de la escuela peripatética.

Las tareas individuales realizadas a lo largo de este curso te ayudarán en la realización de esta tarea colaborativa.

	Alejandría no solo fue famosa por su célebre faro, una de las siete maravillas del mundo en la antigüedad, sino también por la gran biblioteca que Alejandro Magno, fundador de la ciudad, concibió a fin de alojar en un único lugar todo el saber del mundo conocido. Existieron en la antigüedad otras bibliotecas en Grecia, Asia Menor, Egipto y Jordania, pero ninguna tan completa y tan grande como la de Alejandría. En el Liceo de Aristóteles, en Atenas, existía una biblioteca conocida con el nombre de “Museo” (literalmente, “templo de las Musas”). En la ambición de Alejandro Magno por reunir bajo un mismo techo las obras de las naciones conquistadas por él para que fueran traducidas al griego, operó de manera decisiva la influencia que sobre él había ejercido su maestro Aristóteles. El paso del tiempo no trató bien a la biblioteca que recibió sucesivos golpes hasta su total devastación. La lucha por el trono de Egipto entre Cleopatra y su hermano Ptolomeo XIII, que tuvo lugar en Alejandría durante los años 47 y 48 a.n.e., fue el motivo de que el emperador Julio César destruyera con fuego la flota de Ptolomeo XIII, de que el fuego se propagara y de que, al menos en parte, la biblioteca de Alejandría fuera destruida. Tras haber sobrevivido a otras vicisitudes semejantes, la biblioteca volvió a ser destruida a raíz de las luchas entre paganos y cristianos en los primeros siglos de nuestra era. Finalmente, en el año 391, una época en la que el cristianismo era ya la religión oficial del imperio romano, Teodosio el Grande ordenó la aniquilación de todos los templos paganos, entre ellos, la biblioteca de la que nos ocuparemos en esta tarea colaborativa.

Reconstrucción ideal del interior de la Biblioteca de Alejandría Imagen de dominio público
El Museo de la biblioteca alejandrina pertenecía al palacio real y sirvió a los intereses de la dinastía de los Ptolomeos. Más tarde, cuando Alejandría formó parte del imperio romano, la institución recibió también la protección de los emperadores.El Museo funcionaba como un centro de estudio, investigación y enseñanza en el que se desarrollaban todas las parcelas del saber de entonces: filosofía, ciencia natural (botánica, zoología), matemáticas, astronomía, medicina, filología, etc. En él se alojaban gratuitamente estudiosos que se beneficiaban de esclavos, exenciones de impuestos y pingües salarios de por vida. El segundo edificio perteneciente a la biblioteca era el Serapion, el templo de Serapis, donde había miles de papiros a disposición del público. Precisamente es esta la diferencia principal con respecto a otras bibliotecas de la antigüedad, que parte importante de la de Alejandría estuvo a disposición de todos, no solo de los eruditos, los reyes o los sacerdotes. En la biblioteca de Alejandría se escribieron y copiaron miles de papiros (se ha conjeturado la existencia de alrededor de 700.000 papiros en su época de máximo esplendor). Los libros se compraban, se adquirían en forma de botín tras los saqueos, o se procuraban mediante técnicas éticamente más dudosas; parece ser, por ejemplo, que durante una hambruna en Atenas, desde la biblioteca de Alejandría se forzó al pueblo ateniense a vender manuscritos originales de gran valor a cambio de comida. Las fuentes antiguas también documentan la siguiente práctica habitual en el puerto de Alejandría: una vez registrados los barcos que arribaban a él, los libros que hubiera en ellos eran confiscados, se copiaban y se devolvían los ejemplares en copia para depositar los originales en el seno de la biblioteca.