4. El control del entrenamiento y la competición en el alto rendimiento deportivo: funciones y características
Importante
La principal función del control del entrenamiento es conocer y aumentar la eficacia de este (Viru y Viru, 2003). Del mismo modo, la competición nos da información adicional que solo obtendremos en ella, porque es el mayor estímulo para el deportista.
Viru y Viru (2003) explican que, además de este objetivo prioritario ya comentado, el control del entrenamiento cumple con una doble función:
- Proporciona información de retroalimentación sobre los efectos del entrenamiento y la adecuación del diseño del mismo.
- Permite conocer el patrón de las posibilidades adaptativas de un deportista.
Por otro lado, y respecto al entrenamiento, el control de la competición realiza funciones similares, porque nos suministra información sobre el comportamiento del deportista durante la misma, por ejemplo sobre la efectividad de las estrategias de afrontamiento utilizadas ante la competición. De esta forma, el control de la competición cumple una función fundamental, porque permite que el deportista se enfrente a la misma de forma positiva en próximas ocasiones, a través de diferentes herramientas, por ejemplo, el recuerdo de una experiencia competitiva previa exitosa. Y ahí tenemos un importante papel como profesionales de la actividad física y el deporte, ya que debemos ofrecer al deportista esas herramientas necesarias para evitar que este experimente sensaciones poco deseables ante la competición, como falta de confianza, autointimidación ante un gran ambiente, tensión muscular, etc. Por ello, y para que el deportista conozca sus resultados de la manera más objetiva posible, cada vez se permite con mayor frecuencia la implementación de tecnología que controle al deportista durante la competición, como ocurre, por ejemplo, con el uso de receptores GPS en fútbol o de potenciómetros en ciclismo. Los primeros se han explicado en apartados anteriores, mientras que los segundos tienen como función principal evaluar las zonas de entrenamiento y la intensidad de carrera del ciclista de acuerdo con sus habilidades, permitiendo optimizar los programas de entrenamiento (Pinot y Grappe, 2011).
Por otra parte, Viru y Viru (2003) exponen algunas características básicas del control del entrenamiento, que en realidad son también aplicables a la competición:
- Se basa en los cambios registrados en los deportistas durante las diversas fases del entrenamiento o bajo la influencia de los principales elementos de las actividades deportivas (sesión de entrenamiento, competición, etc.).
- Es un proceso muy específico, que depende del evento deportivo, el nivel de resultados del deportista y las diferencias de edad/sexo. Así, los métodos de control del entrenamiento deben elegirse específicamente según las características del deportista y del entrenamiento o competición.
- Aporta información fiable relacionada con la tarea que se controla. De esta forma, cualquier método de control es válido si cumple con esta premisa.
- La información que aporta es científicamente válida, porque solo así se pueden realizar las correcciones necesarias en el diseño del entrenamiento.
- Cumple con el principio “prueba mínima – máxima información fiable”.