Todos tenemos una idea intuitiva sobre qué significa que un cuerpo se mueva más o menos deprisa. Y, normalmente, esta idea la concretamos pensando en un desplazamiento determinado (un viaje de una ciudad a otra, una carrera...) y en el tiempo empleado en realizarlo.
Así pues, una magnitud que nos da idea de lo rápido que se desplaza un móvil puede ser:
v = \frac{\bigtriangleup e}{\bigtriangleup t} = \frac {e_f - e_0}{t_f - t_0}
Teniendo en cuenta esta definición, la unidad de medida de la velocidad en el S.I. será m/s.
De igual forma, cuando observamos movimientos reales, somos conscientes que la rapidez de un móvil no permanece constante. Basta pensar en una piedra o un trozo de papel que se han dejado caer o han sido lanzados al aire, en una carrera de atletismo o en un coche cuando arranca.
Sabemos que no es el mismo movimiento, el realizado por un coche que pasa de 0 a 100 km/h en 18 s, que el de otro que realiza el mismo cambio de rapidez en 9 s. La magnitud que nos permite caracterizar y distinguir movimientos en los que varía la rapidez se denomina aceleración.
De forma análoga a como hemos hecho antes la aceleración vendrá definida por:
a = \frac{\bigtriangleup v}{\bigtriangleup t} = \frac {v_f - v_0}{t_f - t_0}
Donde representa la aceleración y mide la variación de la velocidad en en función del tiempo. Su unidad en el S.I será m/s2.