1. Olimpia
Fue en Grecia donde se comenzaron a celebrar regularmente unas competiciones con los primeros Juegos Olímpicos, en 776 a.n.e. en Olimpia. Pero no fueron los únicos juegos que congregaron a todas las polis griegas e incluso a los griegos de ultramar: los Juegos de Delfos, los de Corinto y los de Nemea tuvieron casi tanto prestigio como los Olímpicos.
Al mismo tiempo, una gran variedad de juegos formales e informales se popularizaron en la antigua Grecia. Algunos, por ejemplo, los Panatenaicos, incluyeron certámenes musicales y literarios además de eventos deportivos. Los atletas de élite fueron personajes de mucho prestigio en la antigua Grecia.
¿Por qué Olimpia?
Quizás por razones religiosas: los juegos, tanto los Olímpicos como todos los demás, estuvieron estrechamente ligados a la religión, y Olimpia era un relevante centro de culto. No llegó a ser una verdadera ciudad: sus habitantes eran las personas ligadas a los templos y al mantenimiento de los edificios públicos. ¿Cómo era entonces Olimpia?:
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El recinto de Olimpia contenía una zona sagrada, el Altis, delimitada por un muro. Allí se situaban los templos, especialmente importante el de Zeus, y los tesoros, pequeñas edificaciones donde se guardaban las ofrendas de las ciudades, generalmente valiosas. Fuera de esta zona sagrada se construyeron las instalaciones deportivas: gimnasio, palestra, estadio e hipódromo; y los edificios civiles, para la administración de los Juegos y el alojamiento de los invitados importantes.
Solo los sacerdotes y las personas que estaban al cuidado de los santuarios vivían en Olimpia. Pero, cuando comenzaban los Juegos, el ambiente era muy distinto: atletas, espectadores, mercaderes de todo tipo... El lugar podía reunir más de cuarenta mil personas.
En la siguiente presentación, podemos ver fotografías del recinto tal y como se conserva hoy en día:
Para saber más
Los atletas
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Pierre Puget: Milón de Crotona Imagen de David Monniaux en Wikimedia. Licencia CC |
En las representaciones en la cerámica y la escultura, los atletas aparecen siempre desnudos. Así entrenaban y competían. Sus cuerpos, moldeados por el ejercicio, servían con frecuencia de inspiración a pintores y escultores. La belleza del cuerpo debía acompañar a la del espíritu, y la práctica deportiva ayudaba a conseguir esa armonía. Cada ciudad en Grecia contaba con un gimnasio y una palestra. Eran el lugar en el que los atletas se entrenaban y se educaban los jóvenes: ejercicio físico y mental. Deporte, música, gramática, retórica y aritmética.
Las condiciones para participar en los Juegos eran ser varones, griegos y libres. Los atletas no eran profesionales; las ciudades elegían a sus mejores atletas en los gimnasios. Cuando se proclamaba la Tregua Sagrada, partían con sus entrenadores hacia Olimpia. Allí entrenaban durante un mes: los que finalmente eran seleccionados hacían un juramento: competir con honor, siguiendo las normas. La transgresión de los preceptos olímpicos daba lugar a sanciones económicas, deportivas e incluso físicas.
Las sanciones económicas fueron las más habituales. Con el importe de las multas impuestas se hacían los zanes, estatuas de Zeus fundidas en bronce en cuyo pie solía grabarse el nombre del atleta sancionado. También se conocen casos de descalificación, generalmente por actuar con excesiva brutalidad e incluso causar la muerte del adversario en las modalidades de lucha.El castigo corporal se aplicaba también con asiduidad. Como ejemplo, el atleta que se escapaba en el momento de la salida en la carrera de velocidad era castigado con azotes.
Atletas famosos
- El luchador Milón de Crotona, varias veces campeón olímpico. Fue un héroe para sus contemporáneos y ganó títulos también fuera de Olimpia.
- Leónidas de Rodas, campeón olímpico en carrera.
- Melancomas de Caria, famoso por su magnífico cuerpo, y también por su peculiar técnica de boxeo.