2.1. El nacimiento del feudalismo
Si hay una palabra que surge siempre que se habla de la Edad Media ésta es feudalismo.
El feudalismo sirve para definir gran parte de la Edad Media ya que explica cómo se organizaban la política, la economía y la sociedad. El feudalismo se basa en las relaciones de vasallaje: el vasallo se comprometía a prestar ayuda militar al señor y le juraba fidelidad. A cambio, el señor le ofrecía el control casi absoluto de un territorio, con capacidad para gobernarlo, impartir justicia, recaudar impuestos y reclutar guerreros. Dentro de este territorio le concedía un castillo y tierras para su manutención. Todo este territorio confiado al vasallo se llamaba feudo. El vasallo también podía tener sus propios vasallos, a los que podía conceder territorios más reducidos o simplemente la manutención en la casa del señor. El feudo podía heredarse de padre a hijo, pero siempre que el vasallo mantuviera su lealtad al señor.
De esa forma, toda la estructura política de la Europa cristiana durante la Edad Media se basó en una red de relaciones personales, las relaciones de vasallaje, que unían desde el rey más poderoso al vasallo más humilde. Esa red de relaciones es lo que se llama pirámide feudal. En su vértice estaba el emperador, que podía tener a reyes como sus vasallos. Por debajo estaban los grandes señores territoriales: condes, marqueses, duques... Luego venían los vasallos de estos y así sucesivamente hasta llegar a los guerreros que vivían en la casa de sus señores.
Casi toda la vida económica y social de la Edad Media transcurría dentro de los feudos, en los que había aldeas y pueblos completos con sus habitantes, tierras de cultivo, bosques para la caza y la tala de árboles, pequeños comercios y talleres, iglesias, etc. Los habitantes del feudo debían obediencia al señor al que este se adjudicaba. Digamos que eran parte del "regalo". Así que le debían obediencia, tenían que pagarle tributos y acudir a su tribunal.
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El acto solemne por el que el vasallo juraba lealtad a su señor se llamaba homenaje. Imagen en Wikimedia Commons. Dominio público. |
El castillo se convirtió en el centro de los señoríos feudales. La torre principal, en la que residía el señor, se llamaba torre del homenaje. |
El feudalismo tiene sus raíces en las relaciones personales que unían a los guerreros germánicos. Pero cuando de verdad se desarrolla es a partir del siglo IX, en el Imperio Carolingio. En esa época no existían ejércitos permanentes, sino que los distintos jefes guerreros juntaban sus tropas cuando las necesitaban. Además no había una administración capaz de gobernar territorios tan grandes como el Imperio de Carlomagno. La solución fue ceder territorios a los seguidores y aliados más fiables a cambio de que los administraran y prestaran apoyo militar cuando el rey lo necesitara. Así que los emperadores carolingios dividieron su imperio en condados, marcas y ducados, y los confiaron a sus vasallos.
El nombramiento era al principio por tiempo indeterminado. O sea, que un conde podía seguir gobernando su condado hasta su muerte, pero también podía ser sustituido por una simple decisión del emperador. Pero con el tiempo estos condes, marqueses y duques consiguieron que su nombramiento fuera hereditario. Así surgió la figura de los señores feudales. Desde entonces, cualquier reino o imperio en la Europa cristiana fue en realidad un mosaico de señoríos feudales, organizados en una pirámide feudal que iba cambiando con el paso de los años.
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Castillo de Loarre (Huesca) (s. XI) El castillo dominaba su señorío y vigilaba los movimientos de los enemigos. Imagen de J. Mendivil en Flickr. Licencia CC BY-SA. |
Importante
La debilidad de los reyes medievales les obligó a ceder a sus aristócratas el control casi absoluto de territorios a cambio de garantizar su lealtad personal. Así nació así el feudalismo.
Curiosidad
Edad Media y Edades Medias
Hay que tener en cuenta que el concepto de Edad Media es muy europeo o, si se quiere, muy romano. Tiene mucho sentido hablar de Edad Media en el solar del antiguo Imperio Romano y en las regiones que estaban muy relacionadas con él. O sea, que es una idea muy útil para hablar de qué pasaba entre los siglos V y XV en Europa, Próximo Oriente y el norte de África. Pero no tiene tanta utilidad si nos vamos a otros territorios. China, por ejemplo, atravesó algunas de las etapas más brillantes de su Historia durante los años de la Edad Media europea, con las dinastías chinas de Tang y Song, la dinastía mongol de los Yuan y la restauración china de los Ming.
Japoneses con vestimenta de samuráis fotografiados a finales del XIX, al final de la "Edad Media" japonesa.
Imagen de Nationaal Archief en Flickr. Sin restricciones de derechos de autor conocidas.
Pero hay una cosa curiosa. El concepto de Edad Media en abstracto, entendida como una época en que el poder político se fragmenta, cae en manos de aristócratas guerreros y se basa en relaciones personales de lealtad, puede ser utilizado para otras regiones y épocas distintas de la Edad media europea. Por ejemplo, se suele hablar de Edad Media japonesa para hablar de la época, que se puede extender desde el siglo XII al XIX, durante la cual el poder en Japón estuvo en manos de grandes señores feudales (daimios) y de sus guerreros, los famosos samuráis.
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