Los azulejos están presentes en el paisaje urbano. Los podemos ver en las casas, en los monumentos y en distintos lugares de las ciudades. La palabra azulejo de origen árabe, y que significa barro vitriado, hace referencia a una baldosa cerámica cubierta por un esmalte opaco. Las excavaciones arqueológicas demuestran su uso desde hace siglos. Se han encontrado restos de este material en Mesopotamia, en el Imperio Asirio, en Babilonia, Nínive o en el Palacio de Susa. En Occidente, las Penínsulas Iberica e Itálica, ocuparon la producción e importación de azulejos al resto de Europa hasta finales del siglo XVI. En el extremo occidental europeo, en concreto España y Portugal, se desarrolló en esos siglos una cultura azulejera funcional y popular difícil de igualar. Existen distintos tipos de azulejos como son, los de oficios, mudéjar, modernista, publicitario, árabe y figurativo. Aunque se ha reducido la producción de azulejos, todavía hay una importante industria en distintos puntos de Andalucía. La alfarería y la industria de los azulejos, buscan en la geometría y en las matemáticas, formas, ideas y dibujos con los que crear nuevos diseños.