1.6. Técnicas elementales de recogida de información a partir de la Teoría del procesamiento de la información
Existe una línea de estudio que considera el aprendizaje y control de las habilidades motrices básicas como proceso de tratamiento de la información. La perspectiva del procesamiento de información expone que los sujetos son capaces de captar diferentes tipos de informaciones para, después de procesarlas, dar una respuesta adecuada (Batalla, 2000; Díaz, 1999).
En este proceso se diferencian tres etapas: la percepción de la información, el procesamiento de la misma y la ejecución final en forma de acción motriz. A su vez, existen tres mecanismos implicados en el proceso, el mecanismo perceptivo (percepción de los estímulos, de la información), el mecanismo de toma de decisión (elabora la respuesta más eficaz) y el mecanismo de ejecución (ejecuta la respuesta y pone en marcha la acción motriz).

Figura 7. Perspectiva del procesamiento de la información.
Imagen de elaboración propia
El mecanismo perceptivo se encarga de recibir la información, la cual puede llegarnos por diferentes canales (visual, auditivo, etc.) y en forma de estímulos muy diferentes (una imagen, un ruido, sensaciones de nuestro organismo, etc.). La complejidad en este mecanismo dependerá de diversos factores, como: el número de estímulos distintos a los que hay que atender, la velocidad y duración del estímulo, la intensidad del estímulo y el nivel de conflictividad o confusión que pueda crear el estímulo. En función de estos factores se hace posible establecer un planteamiento didáctico que permita trabajar en una progresión adecuada de tareas de menor a mayor complejidad. Por ejemplo, un futbolista recoge, de manera constante, informaciones del entorno y de su estado: distancia de la portería, posición de compañeros y adversarios, posición del balón, su propia postura, etc.
Las informaciones recibidas son enviadas al mecanismo decisional, que las analiza y a su vez las guarda en la memoria (para poder comparar datos en el futuro). A partir de dicho análisis elabora diferentes posibilidades de respuesta y selecciona la más válida para la situación en cuestión. Siguiendo con el ejemplo del futbolista, a partir de todas las informaciones recibidas, el deportista las analiza y decide cuál es la mejor opción a realizar: desplazarse hacia un lado, interceptar un balón, conducir el balón más rápido hacia el campo contrario...
La respuesta seleccionada se envía al mecanismo efector, que será el encargado de ejecutarla, realizando la correspondiente organización motriz y coordinando las diferentes acciones musculares previstas en el movimiento. Continuando con el ejemplo del futbolista, una vez seleccionada la mejor respuesta, ejecutará la misma, por ejemplo podría ser desplazarse hacia un lado, o interceptar un balón, etc.
Una vez se ha llevado a cabo la respuesta motriz, el sujeto volverá a recopilar información sobre cómo se ha llevado a cabo la misma y el resultado que ha tenido (retroalimentación o feedback). Dicha información será útil para evaluar dicha acción y también se almacenará en la memoria para ocasiones posteriores.
No obstante, el papel de estos procesos perceptivos, decisionales y de ejecución variará según el tipo concreto de habilidad. Por ejemplo, en las habilidades que se desarrollan en entornos abiertos y difíciles de prever (habilidades motrices abiertas), como por ejemplo un partido de fútbol o baloncesto, con elevada incertidumbre, es más complejo saber qué respuesta motriz se llevará a cabo (ya que depende de muchos factores imprevisibles: posición de compañeros y adversarios, el balón, etc.). En el caso de habilidades motrices en entornos conocidos, estables y fáciles de prever (habilidades motrices cerradas), como por ejemplo un salto de longitud, donde el entorno es tan predecible, es mucho más sencillo saber la respuesta motriz que se ejecutará (Batalla, 2000).
Este es el modelo de aprendizaje más adecuado para el aprendizaje de las habilidades motrices. A partir del mismo los técnicos deberán exponer a sus deportistas a diferentes estímulos, adaptados al nivel de desarrollo de los niños, para que logren desarrollar respuestas motrices válidas y variadas.
Importante
El aprendizaje motor supone la adquisición de nuevas formas de comportamiento a través del movimiento, por lo que habrán de tenerse en cuenta todos los aprendizajes propios de las actividades físico-deportivas.