La romanización de la Bética: la fábula y la sátira

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2.º de Bachillerato

Latín II

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La romanización de la Bética:

la fábula y la sátira

A veces, Postumio necesitaba contemplar la vida de otra manera. Él siempre había pertenecido a una familia con recursos, siempre se había comportado con dignidad y siempre había hecho gala de la antigua virtud (virtus prisca) de los romanos; nunca había abandonado la senda del mos maiorum, nunca había ofendido a sus amigos e incluso a sus enemigos les había mostrado el mayor respeto, a la vez que la máxima hostilidad; continuamente había leído a los mejores historiadores, en cualquier momento apacible había entonado para sí las más sublimes poesías líricas, ninguna circunstancia era mala para adquirir nuevas dotes oratorias y nuevos recursos retóricos, no había día que no repasara algún texto de profunda filosofía, recogiendo alguna que otra idea de aquí y de allá para completar su formación humanística; no había dejado pasar ninguna fiesta en la que se representara una buena obra de teatro, bien una jocosa comedia plautina, bien una sentenciosa tragedia griega. Incluso había leído algunos relatos cortos, curiosos y vivaces de origen milesio en casa de algún amigo. Pero, a veces, necesitaba algo distinto, otro tono, otro enfoque más directo y popular, con algo más de italum acetum, como la comedia, pero que siempre tuviera a mano, para poner en tela de juicio la moral de los seres humanos... o la falta de moral. En esos momentos echaba mano del papiro que contenía las fábulas de Esopo o de aquel antiguo volumen heredado de su padre que desvelaba las sátiras de Lucilio.

En este primer tema de la Unidad 6, vamos a estudiar la fábula y la sátira, dos géneros que, aunque algunos consideran menores, tienen una gran importancia en la literatura latina.

Así, conoceremos a Fedro, el fabulista romano de origen griego que es considerado la voz de los humildes, un hombre que fue esclavo y fue liberado por el propio Augusto y que pone en boca de animales una sabiduría popular heredada de Esopo y trasmitida a través de muchas generaciones hasta nuestros días.

La sátira es el único género literario que se puede atribuir al genio romano como tal, así lo dejó dicho Quintiliano y así lo corrobora la pléyade de autores de primer orden que cultivaron este género: desde sus primeros pasos con Ennio, pasando por el que se considera su inventor, Lucilio, admirándonos de los dardos de Catulo, alabando el buen gusto de Horacio y llegando hasta el moralista Persio y el tremendo Juvenal, todos ellos no dejarán de recordarnos los vicios que atacan al ser humano en general y a la sociedad romana en particular.

Como ya estamos terminando el curso, se impone un repaso general de los contenidos gramaticales vistos durante el año. Vamos a empezar con una visión de conjunto de la sintaxis de los casos y de las formas nominales del verbo latino. Estoy seguro de que hay aspectos de estos temas que no quedaron claros en su momento o que ya hemos olvidado: ahora, con una perspectiva más amplia, quizás podamos entender mejor esos detalles o reforzar las estructuras que quedaron un poco tambaleantes.