2. Lengua. Sintaxis casual y formas nominales
ROMANES EUNT DOMUS ???
Fotograma de la película "La vida de Bryan", Terry Jones, 1979 |
Cuando comenzamos esta “aventura” de estudiar la lengua latina, nos resultaban extraños términos como nominativo y genitivo. No llegábamos a comprender claramente la relación entre casos y funciones y, desde el momento en que empezamos a saber aplicar estos conceptos al análisis oracional, nos dimos cuenta de que la gramática latina se parecía un poco a unas matemáticas del lenguaje. Entonces, más de uno empezó a preguntarse "¿por qué habré escogido Latín?" Empezó a pensar que si ésta no era una lengua muerta, como decía el profesor/a, habría que matarla.
Bromas aparte, sí es cierto que llegó el día en que estuvimos en condiciones de enfrentarnos a breves textos latinos, de analizarlos y traducirlos con cierta posibilidad de éxito, es decir, de entender nuestra lengua madre a un nivel básico y de comprobar cómo nuestra lengua castellana mantiene aún muchas cualidades de la latina. Y ya éramos capaces de decir con cierta familiaridad: ‘Nominativo, sujeto o atributo; o acusativo, complemento directo, etc.’ Entonces llegó nuestro/a profesor/a y nos dijo aquello de ‘preposición más caso, complemento circunstancial’ y, bueno, lo aceptamos porque no nos parecía tan diferente de lo que pasaba en otras lenguas que conocíamos (y es que ya éramos un poco políglotas).
Pero nuestros paedagogi no se contentaban con lo anterior y poco después nos quisieron convencer de que, a veces, cuando aparecía un verbo en infinitivo, el sujeto podría ir en acusativo… ‘Espera, espera’, pensábamos los/las discipuli discipulaeque, ‘con el trabajo que me ha costado aprender lo de nominativo, sujeto o atributo, ¿ahora me sales con ésas?’
“Nadie dijo que fuera fácil: per ardua ad astra”, nos insistían nuestros educadores. Bueno, admitimos lo del acusativo, sujeto de un infinitivo, pero finalmente nos vienen con que en una construcción de ablativo absoluto, el participio llevaría sujeto en ablativo. Vamos, anda, no os burléis de nosotros/as. Ya sólo nos quedaría ver un sujeto en genitivo. Ahí, los magistri magistraeque nos sorprenderían con algo así: ‘Eso en griego sí que lo encontráis en la construcción de genitivo absoluto, porque la lengua de Homero no tiene ablativo’.
Para endulzar el mal trago, algunos/as de ellos/ellas nos quisieron distraer con la proyección de la famosa escena de la Vida de Brian, en la que un centurión romano sorprende al protagonista haciendo una pintada en la fachada del palacio del gobernador romano; ante los terribles errores gramaticales que comete Brian, Romanes eunt domus, el centurión le corrige duramente y le impone un castigo: escribir correctamente cien veces el revolucionario graffiti, Romani, ite domum.
Eso fue divertido, pero el litterator aprovechó para oprimirnos de nuevo con el látigo de la gramática: repasamos lo del vocativo, función apelativa; recordamos que aquellas palabras que tienen locativo, y los nombres de ciudad y tal, que no necesitan preposición para indicar lugar "adonde", sino que basta con el acusativo; y revisamos la morfología del modo imperativo que, como casi siempre estamos traduciendo a César, no suele aparecer demasiado.
Parecía que todo iba a acabar ahí, cuando a alguien se le ocurrió preguntar: ‘Y con el dativo ¿no sabes hacer nada, magister?’ Fue un error. ¿Quién iba a esperar que existiera un dativo posesivo, otro de finalidad, otro agente e incluso uno doble. No querías café, toma dos tazas.
POSTUMIUS DIXIT.
Ahora, ensaya la escena con unos amigos y sorprende a tus compañeros de clase y tu profesor/a representándola. Ah, no olvides pedirle bastante tiza al ordenanza, pues tendrás que escribir 100 veces 'Romani, ite domum' en la pizarra.
- Centurión: ¿Qué es esto? ¿Romanes Eunt Domus? ¿Gente llamada romanos ir la casa?"
- Brian: (explicando su grafiti) Dice: "Romanos marchaos a casa".
- Centurión: (amenazándolo con su espada) De eso nada. ¿Cómo se dice "romano" en latín? ¡Vamos, vamos!
- Brian: (muerto de miedo) "Romanus".
- Centurión: Y se declina como...
- Brian: "-anus".
- Centurión: El vocativo plural de "-anus'" es...
- Brian: ¿-Ani?
- Centurión: "Romani" (Corrige el error) "Eunt"... ¿Qué es "eunt"?
- Brian: "Ir".
- Centurión: Conjuga el verbo "ir".
- Brian: "Eo, is, it, imus, itis, eunt..."
- Centurión: Luego "eunt" es...
- Brian: Tercera persona del plural del presente de indicativo: "ellos van".
- Centurión: Pero "Romanos marchaos" es una orden, así que hay que usar... (Retuerce la oreja de Brian)
- Brian: (con voz aguda por el dolor) El imperativo...
- Centurión: Que es...
- Brian: Eh, eh... ¡"It"!
- Centurión: ¿Cuántos romanos?
- Brian: ¡Plural, plural! ¡"Ite", "ite"!
- Centurión: Ite. (Corrige de nuevo) ¿"Domus" en nominativo? Marcharse indica movimiento ¿no, muchacho?
- Brian: ¡Dativo, señor! (El centurión saca la espada y la acerca al cuello de Brian) ¡No, no, no es dativo! ¡Acusativo! ¡"Domum"!
- Centurión: Sólo que "Domum" lleva el...
- Brian: ¡El locativo!
- Centurión: Que es...
- Brian: "¡Domum!"
- Centurión:¡"Domum"! "Domum" (Lo escribe) ¿Has comprendido?
- Brian: ¡Sí, señor!
- Centurión: Escríbelo cien veces.
- Brian: ¡Sí, señor! ¡Gracias, señor! Hail, César.
- Centurión: ¡Hail, César! Si no está escrito al amanecer, te corto los cojones.
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