2.2. El movimiento obrero se internacionaliza: anarquismo y marxismo.
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Fundación de la Primera Asociación Internacional de Trabajadores. Londres, 1864. Imagen de anarcoefemérides, Dominio Público. |
A medida que avanzaba el siglo XIX y la revolución industrial se extendía por Europa, aumentaba el número de integrantes de la clase obrera, que en todos los países nacía sujeta a la misma explotación que se le había dado en Gran Bretaña.
Idénticos problemas, idénticas respuestas del movimiento obrero. Primero lucha contra las máquinas, luego creación de asociaciones sindicales y finalmente lucha en el terreno político para eliminar la sociedad capitalista y crear un nuevo sistema social más justo. Sólo que cada vez las propuestas eran menos utópicas, más revolucionarias y, sobre todo, apostando por el uso de la fuerza para transformar la sociedad.
Una muestra de la maduración del movimiento obrero europeo es que en 1864 representantes de asociaciones obreras de distintos países lograron fundar la primera Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.). Esta asociación pretendía integrar a las asociaciones obreras de todos los países para plantear estrategias comunes de lucha.
En la mente de los grandes pensadores del movimiento obrero empezaba a estar claro que la construcción de una nueva sociedad era un problema mundial, y que sólo podría conseguirse mediante la acción conjunta del proletariado de todos los países.
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Escudo de la sección española de la AIT. |
Los primeros objetivos concretos que se planteó la A.I.T. incluían:
la lucha por una jornada laboral de 8 horas,
la supresión del trabajo infantil,
la mejora de las condiciones laborales de la mujer,
la supresión de los ejércitos y
la socialización de los medios de producción.
También se dijo que la huelga era el medio más eficaz para alcanzar estos objetivos.

Actividad de Lectura
Preámbulo del Acta fundacional de la Asociación Internacional de Trabajadores, (Londres, 1864)
Considerando:
Que la emancipación de los trabajadores debe ser obra de ellos mismos, que sus esfuerzos por conquistar su emancipación no deben tender a constituir nuevos privilegios, sino a establecer para todos los mismos derechos y los mismos deberes.
Que el sometimiento del trabajador al capital es la fuente de toda servidumbre: política, moral y material.
Que, por esta razón, la liberación económica de los trabajadores es el gran objetivo al que debe ser subordinado todo movimiento político.
Que todos los esfuerzos realizados hasta aquí han fracasado por la falta de solidaridad entre los obreros de las diversas profesiones en cada país y de una unión fraternal entre los trabajadores.
Que la emancipación de los trabajadores no es un problema simplemente local o nacional, sino que, por el contrario, interesa a todas las naciones civilizadas, ya que su solución está necesariamente subordinada a su concurso teórico y práctico.
Por estas razones:
Los abajo firmantes, miembros del Consejo elegido por la asamblea celebrada el 28 de septiembre de 1864 en Saint-Martin's Hall, en Londres, han tomado las medidas necesarias para fundar la Asociación Internacional de Trabajadores (...).
En el documento se menciona varias veces la necesidad de conseguir la emancipación y la liberación económica de los trabajadores, pero ¿quién o qué se considera que los tenía sometidos?
En general, todo el movimiento obrero compartía la idea de luchar por la implantación de un nuevo sistema social igualitario, basado en la supresión de la propiedad privada de los medios de producción, que pasarían a estar al servicio y bajo control de la sociedad en su conjunto (socialismo).
El problema surgió a la hora de definir con detalles cómo debía organizarse el nuevo sistema socialista y cómo debía lucharse para conseguirlo.
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Mijail Bakunin Imagen de Wikimedia Commons.Dominio Público. |
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Carlos Marx. Imagen de Questgarden. Dominio Público. |
En el terreno de las propuestas sobre cómo debería organizarse una futura sociedad socialista el movimiento obrero europeo se dividió a mediados del siglo XIX en dos tendencias:
El socialismo libertario, o anarquismo, con el ruso Mijail Bakunin como líder más destacado.
El socialismo científico, o marxismo, que seguía las ideas del alemán Carlos Marx.
Estos grandes pensadores hicieron dos propuestas tan distintas de cómo entender el socialismo y cómo buscar su implantación que el movimiento obrero de todo el mundo tuvo que tomar partido por uno u otro.
En cada país se crearon organizaciones obreras separadas, según fueran partidarias de Marx o de Bakunin, por lo que mantener una Asociación Internacional de Trabajadores unitaria tampoco fue posible. Al final el movimiento obrero internacional acabaría teniendo una Asociación Internacional anarquista y otra marxista, que en diferentes ocasiones tuvieron incluso duros enfrentamientos entre ellas.

Actividad
