1.2. Ver el color

Nuestra visión del color.

Como ya has visto, a pesar de que nuestros ojos son uno de los órganos más sensibles que poseemos, sólo lo son a una parte de la luz: es el llamado espectro visible de la luz blanca. Nuestra visión del color está basada solamente en tres tipos de foto receptores, llamados conos, que detectan los colores primarios (azul, verde y rojo). Las otras células foto receptoras que poseemos, los bastones, nos permiten ver en condiciones de escasa luminosidad, pero no detectan el color.

Pincha en la imagen para saber cómo reaccionan los conos de la retina ante las diferentes longitudes de onda procedentes de una fuente de luz cuyos colores puedes ir modificando.

visión del color por el ojo humano
Aplicación de Educarex con licencia CC

Pero nuestra visión del mundo está condicionada por nuestros sentidos y cada especie animal percibe los colores de manera diferente pues sus órganos visuales están adaptados a sus propias necesidades, por ello, no todos los seres que habitan el Planeta ven el mundo de igual manera. Por ejemplo la mayoría de los mamíferos, como los perros, tienen dos clases distintas de conos, su visión es dicromática. Las aves, peces y reptiles tienen visión tetracromática, con cuatro tipos de conos, superando nuestra capacidad visual debido a que además de la luz visible pueden percibir la luz ultravioleta (UV). Por este motivo, las aves no ven el cielo azul como nosotros, en realidad tienen una percepción de la realidad muy diferente de la nuestra. Sin embargo, los animales que viven en las profundidades oceánicas así como otras especies como las salamandras y los mapaches, han desarrollado una sola clase de fotorreceptores, los bastones, y su visión, por ello es monocromática. Sólo los chimpancés y los gorilas tienen una visión tricromática igual a la de los humanos.

 

 


 

Pre-conocimiento

Es probable que tengas alguna mascota, pero ¿crees que su percepción del color es la misma que la tuya? Pues no, ellos tienen sólo dos tipos de receptores y, por eso, no son capaces de ver la gama completa de tonalidades que nosotros vemos. Podríamos decir que para ellos el mundo tiene menos colores que para nosotros. Puesto que no captan el rojo ni el verde, su percepción del resto de colores se ve modificada.

Imágenes de elaboración propia

Entonces, ¿los colores que nosotros percibimos son los que realmente existen?

 

Pre-conocimiento

¿Sabías que las mujeres tienen un mayor número de conos que los hombres?, eso les permite ver mejor los colores. Además, uno de los tipos de ceguera para los colores, la que impide distinguir el rojo del verde, se da en un 7 por ciento en hombres, frente al 0,4 por ciento en mujeres. Aunque, si eres hombre, no te preocupes, vosotros captáis mejor la profundidad que ellas, la naturaleza es sabia y ha sabido adaptar cada sistema perceptivo a las necesidades que tienen como fin garantizar nuestra supervivencia.

Objetivos

Existe una anomalía de la vista que consiste en la incapacidad para distinguir los colores. Recibe el nombre de daltonismo en honor al químico inglés John Dalton que, afectado de esta anomalía, hizo sobre sí mismo el primer análisis científico.
Se dan diversos grados de daltonismo según la importancia del defecto perceptivo. El grupo más numeroso (67%) lo forman los individuos que ven los tres colores básicos pero en proporciones anormales, es decir, unos ven más rojo que en la visión normal, y otros más azul o más amarillo. Esta anomalía perceptiva tiene relevancia para personas que necesitan reproducir los colores que ven, como es el caso de los pintores, careciendo de ella para una vida cotidiana sin esos requerimientos.
En cambio, los daltónicos "verdaderos" pueden tener diversos problemas para desarrollar una vida "normal" pues no perciben más que dos colores primarios en lugar de los tres existentes: todos los colores que perciben están compuestos de una mezcla variada de rojo y azul, en lugar de serlo de rojo, azul y verde. Este daltonismo, el más común; se manifiesta en la dificultad para distinguir entre el rojo y el verde; con menor frecuencia, la dificultad reside en discernir entre el verde y el amarillo o entre el azul y el amarillo.
El caso extremo de daltonismo se llama acromatopsia. Es una anomalía muy rara y consiste en la incapacidad para percibir los colores. Solo las variaciones de intensidad luminosa les permiten distinguir los objetos. Es como decir que solo distinguen el blanco, el negro y los grises.
Hay personas que nacen daltónicas y las hay quienes desarrollan esta condición con el tiempo. El tipo más frecuente de daltonismo es una condición heredada que afecta más a niños que a niñas.