3.3. Exhibición y difusión de un proyecto
Exposición fotográfica en Barcelona
Una vez finalizado o ya avanzado el proyecto hay que tener en cuenta el hecho esencial de la comunicación: solo existe aquello que se difunde. La primera cuestión será esa, el cómo vamos a difundir nuestro trabajo. Esta cuestión se responde tras el análisis de lo que pretendemos, del uso, del porqué del trabajo. Ya hemos señalado que el hecho de fotografiar ya es en sí mismo una actividad compensatoria a nivel personal y que no hay que buscar forzosamente otro fin que el de la satisfacción, especialmente en nuestro contexto educativo o de aula . Lógicamente, lo sustancial al ser humano es la comunicación, y si practicamos cualquier actividad siempre parece ser que el fin óptimo es darla a conocer. Partiendo de esta premisa hay que centrarse en el uso, el fin que se pretende.
Un trabajo fotográfico tiene la misión fundamental de presentar al autor, su forma de mirar, su instinto gráfico, su pasión por lo que expone, su implicación en el tema y en definitiva su carácter como persona. Por ello vamos a ver qué usos son aplicables y para qué fin. Vamos a centrarnos en las vías más usuales y exitosas de difundir un proyecto fotográfico.
- La exhibición directa o exposición personal (en una galeria o museo). La fotografía solo muy recientemente (a partir de los años 60) ha conseguido el suficiente status artístico para que sea exhibida en galerias, grandes ferias de arte y objeto de adquisición por museos y coleccionistas.
- El porfolio (selección de fotografías originales o impresas presentadas en una carpeta o libro-catálogo con tu C.V que se deja en galerias e instituciones culturales con idea de darte a conocer).
- Internet (blogs, páginas web, portfolios digitales profesionales, redes sociales sobre fotografía, etc.)
- El fotolibro
- En las páginas 9-12 de la guia puedes ampliar información sobre cada una de ellas. A continuación pondremos ejemplos de las tres últimas vías:el portfolio, internet y el fotolibro.
El porfolio profesional o página web personal
Tanto si me mueves en un ámbito profesional o estás sacando tus primeras fotos, te puede pasar que no tengas mucha experiencia en cómo mostrar tu trabajo. Puede que saques las mejores fotos del mundo pero si no las estás exhibiendo de la mejor manera, pueden perder gran parte del interés o potencial y no van a llegar a a quienes quiers que lleguen. Por este motivo es muy importante que tengas un portfolio muy bien diseñado. Hay quienes optan por pagar a servicios especializados en diseño web para que le diseñen su porfolio y hay quienes se animan a hacerlo ellos mismos, bien mediante servicios gratuitos (Wix, por ejemplo) u otros servicios que requieren un pago o licencia, normalmente los más atractivos o porfesionales.
Aquí tienes como botón de muestra este listado de 40 excelentes portfolios de fotógrafos.
En servicios gratuitos como Wix tambien puedes encontrar plantillas para crear atractivos portfolios que son una buena forma de publicitar tu trabajo a coste cero, aunque si quieres un plus adicional de diseño y calidad tendrás que tener una suscripción PRO. Mira estos 12 portfolios de fotógrafos en WIX.
El fotolibro
Tres Fotolibros editados en España :
Infinito de David Jiménez (2000)/An imaginary spaniard de Cristóbal Hara ( 2004)/ La caza del lobo congelado de Ricardo Cases (2009)
Hay que distinguir antes entre un catálogo y un fotolibro. Un catálogo recoge el testimonio gráfico o documental una muestra de fotografías ( a veces de distintas épocas y temáticas) del autor en referencia a una exposición donde dichas obras han sido expuestas físicamente en papel. Dicho catálogo suele ser diseñado, subvencionado y publicado por la galeria o el organismo organizador de la muestra.
Un fotolibro muestra fotografías que han sido concebidas por su autor para ser directamente impresas en formato de libro o cuaderno y hacen alusión a una temática o proyecto personal. En un fotolibro es importantísimo cuidar la presentación, el profesional que ve uno de estos libros o portfolios valora el contenido de las imágenes, pero valora también y mucho, el envoltorio, la forma en que se muestran y suceden las imágenes, empezando por la portada, el tipo de papel, el tamaño de las fotográficas, etc. Los primeros fotolibros fueron autoeditados por los propios fotógrafos en lso años 60. Hoy día existen algunas editoriales nacionales e internacionales especializadas en este formato de libro fotográfico. En este artículo recopilan los 30 fotolibros más representativos en España entre 2000 y 2015
Fotolibros del fotógrafo japonés Araki, un amante de este formato
En los tiempos de la era digital, es muy sencillo convertir un proyecto en un libro, folleto o portfolio. La impresión digital permite imprimir la cantidad de libros que se desee sin incidir tan significativamente en el precio final como en las imprentas y rotativas clásicas, cosa solo al alcance de una editorial asentada. Esto permite convertir una serie de fotografías en un "objeto" o "libro de artista" listo para ser enseñado con ese toque de profesionalidad y originalidad que no da un catálogo convencional.
Internet
En cuanto a la utilidad de internet para difundir tu proyecto fotográfico, el catálogo de posibilidades es inmenso: Flickr, Instagram, Twitter, 500px, Behance, etc. En este enlace Fotografía y redes sociales para fotógrafos te reseñan un completo listado de redes donde poder difundir tu proyecto fotográfico.

Para saber más
Portada original de "The Pencil of Nature"
Es interesante ver cómo desde los orígenes de la historia de la fotografía, el formato libro fue bien visto como plataforma idónea de comercialización y distribución de la fotografía. Y es que, cinco años después de anunciarse los primeros procesos fotográficos, en 1844, William Fox Talbot, inventor de uno de ellos, el calotipo, comenzó a vender lo que se considera el primer libro fotográfico comercializado de la historia, ‘The pencil of nature’. En este artículo puedes ampliar información