2. Los epicúreos

Fusión

Un pequeño jardín, higos, un poco de queso, y además tres o cuatro amigos, esta fue la opulencia de Epicuro". F. Nieztsche)
Imagen de brewbooks en Flickr. LicenciaCC

busto de Epicuro

Epicuro
Imagen en WikimediaDominio público

Del epicureísmo nos da la siguiente definición la Real Academia:

epicureísmo

(De epicúreo).

1. m. Sistema filosófico enseñado por Epicuro, filósofo ateniense del siglo IV a. C., y seguido después por otros filósofos.
2. m. Refinado egoísmo que busca el placer exento de todo dolor, según la doctrina atribuida a Epicuro.

La segunda definición de epicureísmo que nos da la Real Academia es la que generalmente tiene el profano de esta escuela filosófica. Pero el profano quedaría algo perplejo si leyera alguno de los escritos de Epicuro o las palabras que de él nos han trasmitido terceras personas:
“Mi cuerpo desborda de dulzura cuando vivo a pan y agua. Escupo sobre los placeres de la vida suntuosa, no por ellos mismos, que quede claro, sino por las incomodidades que suponen”. (Estobeo, Antología).

Epicuro nació en Samos, y se interesó muy pronto por la filosofía. A los dieciocho años marchó a Atenas, donde pudo haber recibido lecciones de Jenócrates o Aristóteles. A los treinta años funda en Mitilene (Lesbos) su primera escuela. No le fue muy bien y, tras una segunda experiencia también fallida en Lámpsaco, se asienta definitivamente en Atenas. Allí compró una hermosa casa con jardín en el campo, jardín que daría su nombre a la escuela. Los epicúreos serían conocidos como “los del jardín”.

 Epicuro

Rafael Sanzio: Epicuro
Detalle de La escuela de Atenas

Imagen en WikimediaDominio público

Era una escuela basada en la amistad y el ingreso era libre. Gente de todo tipo y condición acudía a ella. Había mujeres y eso fue causa de escándalo y rumores maliciosos, que atribuían a los filósofos una vida licenciosa. Los estoicos se cebaron con ellos especialmente, y en muchos lugares fueron perseguidos.

Pero lo que molestaba realmente del epicureísmo era el desprecio que manifestaba por los políticos y las instituciones, además del espíritu democrático que reinaba en “el jardín”, donde todos eran iguales e igualmente bienvenidos.

Y ahora veamos en qué consistía su filosofía:

La filosofía de Epicuro es, como la de los cínicos y escépticos, una filosofía transgresora, que mediante la autarquía y la ataraxia pretende alcanzar un estado de felicidad. Comparte con ellos la adopción de la filosofía como forma de vida, el individualismo y el desprecio por las normas y la moral tradicional. Aspira a la sabiduría y a la felicidad a través de cuatro principios:

  • No hay ningún motivo para temer a los dioses, porque no pueden llegar a nosotros de ninguna manera, ni para ayudarnos, ni para castigarnos. Las plegarias y los sacrificios carecen de utilidad.
  • No hay tampoco motivo para temer a la muerte, porque no es nada para nosotros, mientras vivimos no está presente y cuando está presente nosotros ya no estamos.
  • El dolor y el mal son fáciles de evitar. Ningún sufrimiento dura mucho tiempo y cuanto más agudo menos tiempo permanece.
  • El placer y el bien son fáciles de conseguir. Donde hay placer no hay pesar ni sufrimiento.
Los placeres y sufrimientos son consecuencia de la realización o impedimento de los apetitos, que Epicuro clasifica en tres clases:
  • Los naturales como alimentarse, abrigo, y el sentido de seguridad, que son fáciles de satisfacer.
  • Los naturales pero no necesarios, como la conversación o la gratificación sexual.
  • Los que no son ni naturales ni necesarios, como el poder o la fama.
También distinguía entre dos tipos de placeres, los del cuerpo y los del alma: debe darse un equilibrio voluntario y consciente de los placeres del cuerpo. Los placeres del alma son superiores a los del cuerpo, que son efímeros: los del alma son más duraderos y además pueden atenuar, incluso curar, los dolores del cuerpo.
La razón tiene un papel importante en lo que respecta a nuestra felicidad, nos permite alcanzar la ataraxia, que Epicuro compara con "un mar en calma" cuando ningún viento lo azota y nos da libertad ante las pasiones.
Diógenes Laercio dice que escribió unos trescientos libros y nos ha dejado el título de algunos de ellos. Pero poco se conserva de esta extensa obra.

Conocimiento previo


La paradoja de Epicuro o el problema del mal:


Franklin. Secuencia de la paradoja de Epicuro
Vídeo de educar en Youtube

La "paradoja de Epicuro" es una versión del "problema del mal". Es un trilema (Dios es omnipotente, Dios es bueno, pero el mal existe); más extensamente explicado en esta cita:
¿Quiere Dios evitar el mal, pero no puede?
Entonces no es omnipotente.
Es capaz, pero no quiere?
Entonces es malévolo.
¿Quiere y puede?
Entonces, ¿por qué todavía hay maldad?
¿No quiere ni puede?
Entonces, ¿por qué lo llamamos Dios?