3. La viralidad en la era de internet
Video de PSY GANGNAM STYLE de officialPSY alojado en Youtube
Contamos con una cámara básica, un elemento insólito y un público desesperado por encontrar algo diferente: ¡Hagamos un vídeo viral! Las claves de un fenómeno viral residen en la difusión a través de los medios de comunicación, principalmente a través del Internet, donde existe un intercambio continuo de contenido.
Como la palabra bien indica, “viral”, procedente del término científico “virus” que en el campo de la comunicación vendría a designar todo aquel producto (véase un vídeo, una canción, una reflexión, un libro, una película…) cuya difusión se basa en el “boca a boca” entre usuarios, especialmente a través de las redes sociales: un usuario alcanza algo nunca antes visto, se asombra (se infecta) y se lo envía a otros usuarios como familiares, amigos o compañeros de trabajo (lo extiende), convirtiéndoles así en potenciales portadores del virus comunicativo. ¡¡ Eso es la viralidad !!
Las empresas publicitarias y del mundo d ela comunicación estudian las características que reúnen los fenómenos que hasta la fecha han hecho historia, no obstante, el problema de la viralidad es su naturaleza inexplicable e impredecible. Este tipo de elementos suelen tener un carácter humorístico y aparecen en programas de televisión o de videos aficionados cuya intención primaria no tiene porqué prever en ningún caso el consecuente éxito.
En todo caso, podemos establecer unas claves para que se dé una difusión viral de un determinado producto:
Originalidad: los contenidos únicos provocan la necesidad de ser consumidos. El miedo de pasar por alto cualquier ápice de información es un claro motivante para que alguien se interese por esos contenidos.
– Rapidez: los contenidos se vuelven obsoletos porque siempre existen nuevas formas o copias que desvirtúan la original (si bien es verdad que existen fenómenos en los que la propia difusión de un producto se basa en las copias y versiones posteriores de ese primero).
– Redes sociales: las herramientas disponibles que permiten compartir contenidos son clave para iniciar la difusión. Cuanto más fácil sea compartir algo, más posibilidades existirán de que esos contenidos sean reenviados.
– Consistencia: dentro de su propia originalidad, la diferencia es la clave del triunfo. Un elemento viral debe buscar la diferenciación que lo aleje de lo pasajero y luche en contra del olvido.
Uno de los casos más llamativos es el vídeo que tienes arriba, el GANGNAM STYLE. PSY, artista de pop coreano que tenía 35 años entonces, hacía historia el 15 de julio de 2013 convirtiendo su vídeo “Gangnam Style” en el vídeo con más reproducciones de la historia de los medios. A día de hoy, recoge la friolera de 3.242 millones de visualizaciones, aparte de un sinfín de versiones en diferentes portales como Youtube o Vimeo. El artista surcoreano nunca pensaría que su producto saltaría fuera del mercado musical asiático pero, gracias a las redes sociales, se convirtió en uno de los fenómenos virales más rápidos, batiendo récords históricos. Sin embargo, como antes anticipamos en el apartado 2.1 ¿Quién se acuerda ya del Gangnam Style?. De hecho, ya más recientemente, el pegadizo Despacito de Luis Fonsi ft. Daddy Yankee lo ha dejado bastante atrás en visualizaciónes, con más de 5.742 mil millones de visualizaciones. Así es Youtube, así de inabarcable es el mundo de internet.
La redes sociales, especialmente Twitter -y más recientemente Instagram- son el caldo de cultivo ideal para la propagación mundial de estos fenómenos virales.

Importante
La comunicación viral o publicidad por contagio es la cima del éxito para una campaña de cualquier empresa de marketing, publicidad o comunicación.

Curiosidad
Charlie bit my finger Vídeo de HDCYT alojado en Youtube
El 20 de julio de 1969, alrededor de 530 millones de personas vieron por televisión a Neil Armstrong dar “un gran paso para la humanidad” pisando la luna.Actualmente, más de mil millones de personas ven videos en YouTube, y cada día se reproducen cinco mil millones de videos en la plataforma. Teniendo en cuenta que al día de hoy más de 844 millones de personas han visto -desde su publicación el 22 mayo de 2007- el video casero conocido como “Charlie bit my finger” con dos bebés haciendo de las suyas, es evidente que ya no es necesario un acontecimiento histórico para llegar a millones de espectadores en todo el mundo. Un vídeo de gatitos o cualquier anécdota doméstica pueden hacerse virales de la noche a la mañana. Bienvenidos/as al siglo XXI.