1. La filosofía y la ciencia

Importante

Desde sus orígenes, la filosofía trata de distinguirse en su modo de proceder del que caracteriza al conocimiento ordinario. Los griegos plantearon la diferencia entre doxa (δόξα) y episteme (ἐπιστήμη), estableciendo con ello la distinción entre un conocimiento parcial, superficial y engañoso, apoyado en los sentidos, y otro más pleno y profundo, objetivo y sistemático. Son conceptos que se traducen respectivamente como opinión y como ciencia. La palabra ciencia se encontraba en sus comienzos estrechamente vinculada a la filosofía; se definía como un conocimiento sistemático de lo real, basado en principios universales y necesarios. El nacimiento de la filosofía va unido al aprecio de la razón y a la vinculación del verdadero conocimiento a su empleo, con independencia del mayor o menor valor concedido a los sentidos según los casos. Inicialmente, correspondería a la misma filosofía el ejercicio de la ciencia: un conocimiento riguroso y profundo de lo real.

El significado de la palabra ciencia ha ido variando a lo largo de la historia del pensamiento científico. Si en sentido particular esta se refiere actualmente a un saber apoyado en datos verificables y ajustado a una metodología experimental, la palabra aún conserva ese sentido más general referido a un saber amplio, fundamentado y preciso.

Imagen de Guy David con licencia CC

El concepto de ciencia o episteme (en griego) surge en el seno de la actividad filosófica, búsqueda general de la sabiduría. Ésta era concebida como el conocimiento verdadero, en contraposición a la mera creencia. La ciencia se concibe como un conocimiento que tiene por objeto lo que es universal y necesario, y no lo particular, que es a su vez comprendido a la luz de los principios generales que lo explican.

La idea original se conserva en algún sentido aún en nuestros días, así la noción de la ciencia como un conocimiento de los rasgos comunes y no de lo individual. Sin embargo, como veremos en el siguiente capítulo, esta noción se ha visto sometida a una importante transformación en otros aspectos, especialmente los referidos al modo en que acabará concibiéndose la metodología científica, hoy en día experimental y específica, en aquella época aún íntimamente ligada al procedimiento racional que caracterizaba a la filosofía en su conjunto.

Siendo que la episteme o la ciencia abarcaba el estudio de la realidad en sus distintos aspectos, filósofos como Aristóteles pretendieron determinar cuál sería el espacio de conocimiento propio de la filosofía.  Distinguió entre la filosofía primera,saber general y primordial y las filosofías segundas, dedicadas al estudio de ámbitos específicos de la realidad (lógica, astronomía, zoología, botánica, etc.) En el esquema aristotélico a esta filosofía primera le corresponde un papel superior en la ordenación de la ciencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, los distintos saberes particulares o ciencias fueron desligándose e independizándose de la misma. Sin conservar las pretensiones propias de sus comienzos, a la filosofía le correspondería en nuestro tiempo el estudio de la realidad en un sentido general, tomando en consideración los datos aportados por las distintas ciencias particulares, y reflexionando sobre la propia ciencia y el conocimiento.

 

Para saber más

Recurso propio desde imagen de bachmont
en Flickr
La noción de ciencia se encuentra históricamente ligada al nacimiento de la Filosofía. Dentro de ella se planteó desde los primeros momentos la cuestión de una adecuada caracterización del saber verdadero o la ciencia (Episteme, en griego).

Platón distinguió entre el saber (Episteme) y la mera opinión (doxa). Mientras que la opinión  es un saber no justificado adecuadamente y es susceptibles de error, la ciencia es un conocimiento apoyado en razones y por lo tanto  firme y seguro.  Mientras que el mundo de la opinión versa sobre hechos y seres individuales, que son diversos y cambiantes, el de la ciencia trata sobre principios generales, que son comunes e invariables.

Su discípulo Aristóteles prosigue la línea iniciada por su maestro, aunque incide en la valoración de la experiencia sensible como punto de partida indispensable en el conocimiento. Interpreta la ciencia como un conocimiento intelectual de lo real que tiene como objeto lo que es fijo, universal y necesario. La ciencia se constituiría como un conocimiento ordenado de la realidad que habría de hasta el esclarecimiento de las causas o principios explicativos de los seres. Así, no son los objetos particulares y cambiantes de este mundo el centro del conocimiento científico, sino aquello que es universal. Precisamente, es en el grado de universalidad y generalidad donde residiría para él la diferencia entre la Filosofía primera, que trata sobre el ser en un sentido general, y las ciencias particulares, que buscarían las causas o principios explicativos más próximos.

Comprueba lo aprendido

Reflexiona sobre las frases que tienes a continuación y decide si son correctas:

Pregunta 1

El concepto filosofía significa la posesión de la sabiduría, algo que caracteriza al filósofo.

Pregunta 2

La pregunta por la validez de las ciencias respecto a nuestro conocimiento de la naturaleza correspondería a la filosofía teórica, mientras que la formulada respecto al obrar humano y su carácter justo o injusto sería un asunto a tratar por la filosofía práctica.

Pregunta 3

Episteme es un concepto que en la Antigua Grecia significa ciencia y se distingue de la doxa, que significa opinión. La episteme  es  un conocimiento alcanzado por los sentidos que es universal y necesario.