2.2 ¿Fuerza centrífuga?
Seguro que has oído este término muchas veces: la lavadora centrifuga a 1200 rpm , en el análisis de sangre los tubos se centrifugan en el laboratorio, etcétera. Pero ¿qué hace la fuerza centrífuga?: absolutamente nada, ya que la fuerza centrífuga no es una fuerza real que origine algún tipo de efecto relacionado con el giro de los cuerpos. Solamente se utiliza cuando el observador está situado en el propio sistema que sufre el giro.
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Imagen mequetrefe
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Imagina que vas en un coche con los ojos cerrados. El coche circula con rapidez constante por una pista de pruebas, comenzando por una larga recta. En un momento dado, tienes la sensación de que una fuerza te desvía hacia la ventanilla. Como has experimentado una aceleración al cambiar la dirección de tu movimiento, deduces que una fuerza ha actuado sobre ti para provocar ese efecto: precisamente ésa es la que llamamos fuerza centrífuga.
Si un observador externo hubiera visto la misma situación, ¿cómo la explicaría?: simplemente diría que el coche ha tomado una curva, que sobre él ha actuado una fuerza centrípeta que le obliga a girar (ya veremos más adelante que se trata de la fuerza de rozamiento entre las ruedas y el asfalto), pero que como no actúa sobre ti, sigues con la trayectoria que llevabas, tangente a la trayectoria de la curva, y te desvías hacia la ventanilla.
Piensa que tu movimiento no lo provoca ninguna fuerza, sino más bien la ausencia de una fuerza, la centrípeta. Eso sí, tú mismo puedes producir esa fuerza centrípeta, agarrándote al asidero que hay encima de la ventanilla.

Actividad
No vas a utilizar en ningún caso la fuerza centrífuga, ya que los sistemas de referencia siempre van a ser exteriores y sin aceleración (sistemas inerciales).