1.3. La Abstracción geométrica de Josef Albers

El tercer maestro del curso preliminar: Josef Albers

Cuando Moholy-Nagy abandona la Bauhaus, Josef Albers se hace cargo del curso preparatorio cambiando, de nuevo el enfoque del mismo.

Con él continuaron vigentes los principios básicos del curso preliminar: supresión del concepto académico del arte, liberación de las fuerzas creadoras y confrontación de los estudiantes con los más elementales problemas de la creación artística. Sin embargo, desde el punto de vista metodológico y didáctico, Albers dio un nuevo aire a este curso. Su concepción no estaba tan orientada hacia lo creativo-individual, como en Itten, ni tan dirigida hacia lo constructivo como en Moholy-Nagy. Él buscaba que sus alumnos se basaran no en lo formal sino en el contacto directo con un material determinado.

Sus alumnos trabajaban, de manera secuencial, los diferentes materiales. El primer mes sólo utilizaban el cristal, el segundo trabajaban exclusivamente con el papel y el tercero lo hacían con el metal. Al final, cada alumno elegía el material preferido para sus creaciones.

Josef Albers on PhotoPeach

 

Su concepto de la enseñanza artística era "aprender a través de la experiencia", idea que él mismo expresaba con la frase: "Probar es mejor que estudiar", o lo que es lo mismo, aprender y no enseñar o aprender descubriendo. Albers dejaba a los estudiantes buscar, probar y experimentar. La teoría no se exigía a-priori sino que se extraía del análisis y la discusión de los proyectos.

El personaje del siguiente vídeo pasa un curioso día en una ciudad,  donde todo lo que va encontrando a lo largo de su paseo parece haber sido creado por Josef Albers. ¿Lo reconoces?

Curiosidad

En la primera clase del curso preparatorio Albers repartía un montón de periódicos entre sus alumnos, les decía que estudiasen el material, respetando sus cualidades, y les pedía que realizasen una creación con él, recomendándoles que no emplearan herramientas para ello. Al cabo de una hora volvía para examinar los resultados. Se encontraba con las creaciones más inverosímiles pero siempre había un alumno que se había limitado a doblar el papel y colocarlo como si de una tienda de campaña se tratase o a apoyarlo simplemente sobre un ala. Albers les decía que los objetos que habían creado estaban destinados a ser construidos de otro material, sin embargo, la tienda de campaña o el papel simplemente apoyado era la única obra adecuada para este material, la única que se servía del alma del papel. 

Un alumno suyo, Hannes Beckmann, describía así su impresión sobre las primeras clases de Albers:

"... entró en el aula con un montón de periódicos debajo del brazo y los repartió entre los alumnos. Después se dirigió a nosotros y nos dijo: “Señoras y señores, somos pobres y no ricos. No podemos permitirnos derrochar el material y el tiempo. Cada obra de arte tiene un material inicial determinado, y por ello lo primero que debemos hacer es analizar como es este material. Con este fin vamos ahora a experimentar –sin realizar todavía nada -. De momento nos interesa el carácter histórico de la belleza. El derroche o la modestia de la forma depende del material con el que trabajamos. Piensen que a menudo pueden conseguir más haciendo menos. Nuestro estudio debe incitar al pensamiento constructivo...
Me gustaría que ahora tomaran en la mano los periódicos que han recibido y hagan con ellos algo más de lo que son ahora. Me gustaría que respetaran el material, que lo utilizaran inteligentemente y que tuvieran en cuenta sus características. Si lo consiguen sin instrumentos como el cuchillo, las tijeras o la cola, tanto mejor...”.
Más tarde volvía y nos pedía que extendiéramos sobre el suelo los resultados de nuestros esfuerzos.
Habían surgido máscara, barcos, castillos, animales... pequeñas figuras. Dijo que todo aquello eran objetos da jardín de infancia y que en muchos casos se habrían podido realizar mejor con otros materiales. Luego señalo una figura muy sencilla realizada por un arquitecto húngaro. No había hecho más que doblar el periódico en sentido longitudinal de modo que se mantenía derecho como si se tratara de unas alas.
Albers nos explicó lo bien que se había entendido el material, lo bien que se había utilizado y lo natural que resultaba el plegado en el papel precisamente porque hacía rígido a un material tan blando... Nos explicó además que un periódico que está sobre una mesa sólo tiene un lado visualmente activo, el resto es invisible. Pero dado que ahora el papel se mantenía derecho, se había vuelto visualmente activo por ambas caras.
Un rato después habíamos aprendido a ver y entender este arte. Realizamos fascinantes estudios con todos los materiales posibles: papel, cartón ondulado, cerillas, alambre, metal.”

 

La interacción de los colores de Albers

«Consigo hacer bailar al más triste de los grises, [...] me gusta dar riqueza a un color pobre, hacer que alcance la belleza gracias a los colores que lo rodean». Josef Albers.

Sentía un especial interés por todo lo relativo a la percepción del color e investigó sin cesar sobre la experiencia subjetiva de los colores. Planteaba que la apreciación del color es algo ficticio, ya que nuestro ojo percibe los diferentes tonos según los que estén situados a su alrededor. Toda su teoría está recogida en su libro La interacción del color.

 

Importante

Su obra se caracteriza por el estudio de las formas geométricas en relación con el plano pictórico, resultado de una constante preocupación constructiva, así como la ausencia de cualquier contenido o significado, considerada como uno de los paradigmas del arte abstracto.

Para saber más

A partir de 1950 pintó su serie "Homenaje al cuadrado", una extensa serie de obras en la que trabajó obsesivamente durante más de veinticinco años, explorando la interacción de los colores.  "Un mismo tono puede parecer diferente cuando se coloca sobre diferentes fondos, y diferentes colores pueden parecer casi iguales cuando se asocian a distintos fondos. Es así que un mismo color permite innumerables lecturas". Josef Albers.

 

El siguiente vídeo realiza un recorrido hipnótico por las obras de esta serie.


 

Si quieres conocer la obra de Josef Albers posterior a su etapa en la Bauhaus pincha en el siguiente enlace que te llevará a la página de la fundación que lleva su nombre:

Fundación Josef Albers