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Un archivo puede contener cualquier tipo de información: instrucciones en C (c, cpp, h), en código máquina (.exe, com, lib, obj, dll) , imagenes en distintos formatos (jpg, gif, bmp), documentos de texto sin formato (txt), con un formato especifico (rtf, doc, html), sonido (wav, mp3), video (avi,divx), fichas de los clientes, una lista de alumnos, el registro de windows, etc.

Un fichero no siempre se guarda en posiciones consecutivas, sino que puede utilizar varios bloques en distintas posiciones. El recorrido completo del archivo puede implicar el posicionamiento en distintas posiciones del disco duro. Este fenómeno se conoce como fragmentación y repercute negativamente en el rendimiento de las operaciones de entrada y salida.

Según la función y el uso que se hace de ellos, los archivos se clasifican en dos grandes grupos denominados permanentes y temporales.

A) Permanentes

Son ficheros que se mantienen a la largo de todo el tiempo (meses y años, mientras se utilice la aplicación o programa que los trata). Pueden sufrir modificaciones aunque siempre serán parciales (registros con pocas alteraciones). A su vez, los podemos clasificar según su frecuencia de actualización.

B) Temporales

Este tipo de archivos tienen la característica común de tener una corta vida, esto es, se usan para un propósito y luego desaparecen. Existen dos tipos de ficheros temporales, de movimiento y de maniobra (o trabajo).

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El contenido de los dispositivos de almacenamiento permanente se organiza en unidades llamadas archivos que los programas abren para poder leer o escribir información.

Pero un programa no puede trabajar directamente con la información contenida en un archivo o fichero. Las operaciones sobre ficheros se hacen en base a llamadas a funciones del sistema operativo, que es quien controla directamente el acceso al sistema de ficheros y al hardware de almacenamiento secundario.

Son muchas las operaciones que podemos realizar sobre un fichero, todas se basan en las siguientes, llamadas operaciones básicas.

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Operaciones básicas

• Apertura: es necesario abrir un fichero para poder trabajar con él, de esta forma se permite el acceso a los datos y se pueden realizar las operaciones de lectura y escritura necesarias. Es conveniente que un fichero sólo permanezca abierto durante el tiempo estrictamente necesario, este es, el justo para realizar las operaciones anteriormente indicadas.
• Cierre: Una vez finalizadas las operaciones efectuadas sobre un fichero, éste debe permanecer cerrado para limitar el acceso a los datos y evitar así un posible deterioro o pérdida de información.
• Creación: crear un fichero es generarlo, esto es, almacenar sobre el soporte seleccionado la información requerida para su posterior tratamiento.
• Consulta: a través de las consultas es posible acceder, si existen, a los registros de un fichero y conocer el contenido de sus campos.
• Actualización: con esta operación realizamos la inserción, modificación o eliminación de registros, de esta forma, cambiamos algunos registros con información antigua por otros con nueva información.
• Borrado: es la operación inversa a la creación, por tanto, eliminamos físicamente el fichero, perdiendo toda la información almacenada en el mismo y liberando el espacio de memoria que ocupaba.

Existen otra serie de operaciones compuestas sobre un fichero que son el resultado de componer varias de las operaciones básicas anteriormente descritas.