3.2. Los problemas del tráfico.
El incremento de las distancias en las grandes urbes, unidas al elevado volumen de población y a la necesidad de realizar largos desplazamientos para ir al trabajo o para resolver determinadas cuestiones, ha hecho que en las últimas décadas el incremento del tráfico urbano haya sido enorme.
La imagen de una ciudad colapsada por el tráfico con miles de coches prácticamente parados en un atasco, consumiendo gran cantidad de combustible, emitiendo humos a la atmósfera y haciendo sonar el claxón al unísono, es bastante habitual en cualquier gran ciudad española.
Y quizás es aún peor el hecho de la escasez de aparcamientos en numerosas zonas urbanas, en particular en los centros históricos. La densidad del espacio edificado, unida a la estrechez del viario y a la gran atracción que presentan estos lugares gracias a la acumulación en ellos de numerosas actividades terciarias, ha provocado que encontrar aparcamiento en el centro de la ciudad sea una cuestión de verdadera suerte para quienes lo intentan.
A esto se puede unir también el deficitario servicio que prestan en muchos casos los transportes públicos, en particular los de superficie, como sucede con los autobuses. Muchos Ayuntamientos han intentado implementar planes para solucionar esta grave problemática, pero hasta el momento, lo único que se ha mostrado relativamente eficaz es cerrar los centros históricos al tráfico rodado de vehículos particulares.
Solo en las zonas periféricas estos problemas se han podido minimizar relativamente gracias a una menor densidad de poblamiento y de edificación, lo que hace que haya menos vehículos. Pero también es cierto que resulta más fácil construir en estos sectores infraestructuras, como autovías de circunvalación o mejorar la red de transporte con ferrocarriles metropolitanos o bien con trenes de cercanías.
El trailer promocional de la película "El gran atasco" es muy representativo, aunque exagerado, de la situación que viven muchas personas en las ciudades cuando necesitan hacer uso de su vehículo privado.
Publicado en You Tube por Miroluna.
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Objetivos
Las alternativas a los problemas del transporte urbano.
A mediados del siglo XX, el crecimiento del parque móvil de las grandes ciudades se iba incrementando progresivamente. Ante esta situación, los responsables municipales del tráfico propusieron la apertura de grandes avenidas en el interior de los cascos históricos para dar mayor transparencia al viario. En consecuencia, se trataba de permitir acceder a un mayor número de vehículos al centro urbano.
Pero esta estrategia pronto quedó desfasada al comprobarse que, el incremento del número de vehículos, era considerablemente superior a la capacidad para abrir cada vez un mayor número de nuevas calles que facilitaran su entrada en la parte central de la ciudad.
En consecuencia, hubo que cambiar esos planteamientos. Para ello se intentó dificultar cada vez más el aparcamiento, y así aparecieron las zonas azules, la O.R.A., las calles peatonales, la prohibición de aparcar en numerosas calles, etc. Pero a pesar de estos intentos, el problema se mantenía.
En las últimas décadas la solución que se ha buscado ha sido todavía más extrema. En buena parte de las grandes ciudades españolas sencillamente se ha prohibido el paso al sector central del transporte privado, y solo los taxis o los autobuses (o vehículos autorizados) tienen permitido su acceso. Pero aún así, el problema no se ha solucionado del todo. Muchas personas siguen necesitando acceder a las zonas centrales y los transportes públicos no siempre dan respuesta a todas las demandas existentes.
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Los grandes aparcamientos subterráneos suponen un intento de solucionar el grave problema del tráfico en la ciudad, pero tampoco son una solución definitiva al mismo. Publicado en Flickr por Hugo Nidáguila bajo licencia CC |

Pre-conocimiento
Y más recientemente han aparecido nuevas propuestas.
Dado que buena parte de las propuestas para solucionar el problema del tráfico y del aparcamiento han fracasado en mayor o menor medida en los centros de las ciudades, los Ayuntamientos han buscado nuevas alternativas para intentar dar una solución a esta cuestión.
Algunas de las mismas no dejan de ser puras curiosidades y propuestas escasamente viables. Aparcamientos en altura, soterramiento de avenidas, telecabinas que conecten la ciudad con la periferia... La falta de imaginación no ha sido nunca una ausencia importante en esta cuestión. Pero ni con mucha imaginación se resuelven los graves problemas de tráfico de las ciudades españolas o europeas, por extensión.
En los últimos años y en consonancia con una mentalidad mucho más ecológica y respetuosa con el medio, han comenzado a proliferar los carriles bici. Es decir, espacios destinados a que los ciclistas se desplacen con prioridad sobre el automóvil por el centro de la ciudad.
Esto que resulta una novedad en España, no lo es tanto en otros países como Holanda, donde tradicionalmente las bicicletas han tenido su espacio reservado por encima incluso que el tráfico rodado. La solución puede ser una alternativa viable a corto plazo, aunque es evidente que por sí sola no podrá resolver los graves problemas de tráfico de los que adolecen las ciudades, pero es un intento más de dar salida a un problema que por mucho que se intente, tiene muy difícil arreglo.
El carril bici urbano. Un estudio sobre la viabilidad y la problemática de este medio de transporte alternativo.
Publicado en You Tube por biciescuelagranada.
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