1.3. Definición de motivación

La motivación ha sido una de las variables psicológicas más estudiadas en todos los ámbitos de la vida con un papel fundamental en la explicación de diversos comportamientos humanos. Dentro de la multitud de definiciones que nos presenta la bibliografía, Cashmore (2002) expone que la motivación es un “estado o proceso interno que activa, dirige y mantiene la conducta hacia un objetivo”. Concretamente, Escartí y Cervelló (1994) presentan un esquema explicativo sobre los aspectos que influyen en la motivación, tratando de aclarar que se trata de un compendio de diferentes factores que van a actuar sobre el sujeto, además de interactuar entre ellos, modificando la motivación de la persona en función de las relaciones que se establecen entre los mismos. Concretamente, como podemos ver en la figura 2, los diferentes aspectos que pueden influir en la motivación son: aspectos biológicos, aspectos sociales, aspectos emocionales y aspectos cognitivos.

Algunos aspectos que debemos tener en cuenta para fomentar la motivación de los deportistas es establecer con claridad unos objetivos a alcanzar, a la par que fomentamos un compromiso con los objetivos planteados:

 

1.3.1. Claridad en los objetivos que se proponen

Uno de los aspectos a tener en cuenta en la motivación de nuestros deportistas es el establecimiento de objetivos. Los objetivos pueden ser considerados elementos que permiten que los individuos consigan un estado motivacional que dirija la acción, centre la atención, aumente el esfuerzo, se desarrollen estrategias de solución de los problemas y se persista en el desempeño de la actividad.

Sin embargo, según la Teoría de las Metas de Logro (Nicholls, 1989), los objetivos son considerados rasgos de personalidad (orientaciones), que marcan la predisposición de los individuos a participar en aquellas actividades que estén en consonancia con estas orientaciones.

Por ello, autores como Cervelló (1999) destacan la importancia de establecer objetivos a nuestros deportistas, no sólo a través de metas de rendimiento sino, además, teniendo en cuenta el estilo de orientación motivacional del sujeto. Por lo que recomiendan, a raíz de los resultados obtenidos en sus trabajos, que los entrenadores deportivos intenten implicar a sus deportistas en metas de dominio de la tarea en las que el sujeto perciba que es evaluado y recompensado según criterios de mejora personal y no de demostración de mayor capacidad que los demás. Este establecimiento de objetivos aumentará la implicación de nuestros deportistas en la tarea, aumentará su esfuerzo en el trabajo diario, que no desistan ante las dificultades y valoren el aprendizaje como forma de alcanzar el máximo rendimiento.

 

1.3.2. Compromiso con los objetivos propuestos

Uno de los aspectos que debemos tener en cuenta en el establecimiento de objetivos, es que para alcanzar los retos propuestos, es necesario conseguir un alto nivel de compromiso por parte del deportista (Scanlan et al., 1993), y ello conlleva una conducta de sacrificio. En este sentido, el entrenador debe conocer el nivel de compromiso de los deportistas y aclarar los posibles sacrificios que tendrán que realizar para llegar a la consecución de las metas propuestas. El deportista debe ser consciente de que toda consecución de una meta conlleva un esfuerzo y sacrificio constante, es decir, comprometerse con el trabajo diario.

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