4. Matemáticas, ser y logos: pitagóricos, Parménides, Heráclito

Pitágoras

Pitágoras

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El pitagorismo es un movimiento filosófico formado en el siglo del siglo VI a.C en torno a la doctrina de Pitágoras de Samos. Su principal área de asentamiento fue el sur de Italia. Entre sus dedicaciones se encuentran la astrología, la música y las matemáticas, ciencia a partir de la cual creen encontrar la explicación última de la realidad y su fundamento. Observando que muchas propiedades, como las de los intervalos musicales, pueden ser explicadas en términos matemáticos, llegaron a postular que los principios matemáticos eran comunes a todas las cosas. Los números constituirían, de este modo, la naturaleza del universo.

Actividad de lectura

Nutridos de ella (la matemática), creyeron que su principio fuera el de todas las cosas. Ya que los números por su naturaleza son los primeros que se presentan en ella, les pareció observar en los números semejanzas con los seres y con los fenómenos, mucho más que en el fuego, o en la tierra o en el agua y como también veían en los números las determinaciones y las proporciones de las armonías y como, por otra parte, les parecía que toda la naturaleza estaba por lo demás hecha a imagen de los números, y que los números son los primeros en la naturaleza, supusieron que los elementos de los números fuesen los elementos de todos los seres y que el universo entero fuese armonía y número. Y todas las concordancias que podían demostrar en los números y en las armonías con las condiciones y partes del universo y con su ordenación total, las recogieron y coordinaron

Aristóteles, Metafísica.

Parménides

Parménides

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También en una ciudad griega al sur de Italia se desarrolló la vida de Parménides, un autor del que conocemos fragmentos de un poema filosófico con gran repercusión en el curso de la filosofía posterior. Partiendo la diferencia entre una apariencia alimentada por los sentidos y la verdad conocida por la razón, lleva al extremo las consecuencias que se siguen de principios como el de permanencia o unidad del ser. El filósofo plantea un modelo único de lo real en el que el cambio y la pluralidad quedan reducidos a mera apariencia.

Afirma el ser (única realidad que puede ser pensada y dicha) y niega categóricamente la realidad del no ser y, con ello, cualquier ámbito de vacío que permita transiciones o modificaciones. Llega a definir al ser como una realidad única dotada de las siguientes características: inengendrado, indestructible, finito, homogéneo, compacto, indivisible y esférico.

Actividad de lectura

Un sólo decir aun como vía queda: que es. Por esta vía hay signos distintivos muchos: que lo ente ingénito e imperecedero es. porque es único, imperturbable y sin fin.

Parménides, Fragmentos.

Reflexión

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Suele ser uno de los autores que más cuesta comprender, en parte por su modo de expresión poética, también por el carácter abstracto de un pensamiento centrado en un concepto tan universal y abstracto como el ser. Por otro lado, dicha abstracción se materializa en una concepción del ser incompatible con nuestra experiencia de la realidad, un ser  único, finito y esférico (su esfericidad y acabamiento dentro de unos límites constituirían rasgos de su perfección).

Se trata de un argumento chocante por su resultado, pero muy bien acorazado argumentalmente: Si solo el ser es, queda negada la posibilidad de afirmar el no ser como realidad existente, pues sería contradictorio afirmar que el no ser es. Su negación impide cualquier tránsito que justifique el nacimiento o la desaparición en un sentido general (lo real no puede venir de la nada ni disolverse en nada) y cualquier mediación que permita dar fundamento al cambio o la transformación (todo desplazamiento del ser implica un tránsito por el no ser; todo cambio supone un paso de lo que es a lo que aún no es).

Siendo el suyo un planteamiento formalmente riguroso, supone un choque frente a la evidencia de los sentidos, que nos muestran la realidad de la multiplicidad y del cambio. Su filosofía no dejará indiferente y obligará a la revisión filosófica de ciertas nociones...

Heráclito

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Imegen en pxhere. Dominio público

En un contexto en el que se subraya la racionalidad de lo permanente frente al cambio y la unidad frente a la pluralidad, el filósofo de Éfeso Heráclito, afirma que el universo es un continuo devenir en el que todo nace y nada permanece. Todo está sometido a un proceso interminable de transformación y cambio. Todo fluye en el curso interminable de la lucha entre los elementos opuestos. Sin embargo, este dinamismo no es caótico, sino ajustado a un logos, una ley interna que es en el fondo armónica e invariable. 

En coherencia con esta concepción dinámica de la realidad, postula el fuego como el elemento constituyente del universo: fuego eterno que se enciende y extingue conforme a medida.

Actividad de lectura

 Este mundo, el mismo para todos, no lo hizo ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que ha sido eternamente y es y será un fuego eternamente viviente, que se enciende según medidas y se apaga según medidas.

Heráclito, Fragmentos

Importante

El pitagorismo interpreta las propiedades matemáticas y las de la realidad coinciden.

Parménides afirma  que solo cabe un pensamiento y un discurso sobre el ser. Negando el no ser, concibe el ser como una realidad única, inengendrarda, indestructible e inmutable.

Heráclito subraya el carácter cambiante de la realidad. El cambio está sujeto a un principio racional o logos: la lucha eterna entre los contrarios.