1. Rito y chamanismo
El rito es una costumbre o un acto que se repite de forma invariable dentro de una comunidad, y que cumple una función decisiva para la cohesión e identidad del grupo. Junto al rito, observamos el concepto de ceremonia, la representación del rito siguiendo unas instrucciones determinadas por el líder y la tradición. Utilizando términos teatrales que ya conoces, podríamos concluir que la ceremonia es la puesta en escena del rito.
Los hallazgos de las pinturas rupestres nos han permitido entender que esas ceremonias rituales ya se encontraban en el Paleolítico, donde los disfraces con las pieles de los animales apresados y el baile imitando sus movimientos muestran la necesidad de expresar, comunicar y fijar las tradiciones del clan. Las primeras manifestaciones escénicas podríamos situarlas alrededor de estas representaciones de escenas caza.
Las danzas rituales hacían creer a los participantes que, si imitaban los movimientos del animal y escenificaban su muerte, la caza sería más abundante, en un deseo de dominar la naturaleza a través de la magia.

Pero esta imitación debemos entenderla como una sugerencia y no una copia, una idealización de la realidad. Esto se consigue mediante el uso de un elemento escénico: la máscara, que permite el desdoblamiento del personaje y conduce a ideas abstractas como la muerte, el bien o el mal. Así, en esas comunidades primitivas surge la teatralidad, un término que desarrollaremos a lo largo del curso.

Dentro del clan, y ejerciendo un papel de liderazgo, hay una figura fundamental en todas las comunidades primitivas, y a quien se considera el primer actor de la historia de las artes escénicas: se trata del chamán o mago, que conducirá las danzas y se ofrecerá al público.

Ya en el Neolítico, las comunidades se asientan y abandonan el nomadismo con el desarrollo de la agricultura y la ganadería. La estructura social se hace más compleja, las fuerzas de la naturaleza se encarnan en la figura de los dioses y el chamán se transforma en sacerdote, adquiriendo más poder y capacidad de influencia.
El primer espacio escénico de aquellas ceremonias chamánicas, el círculo (en el que los espectadores son a la vez actores), se abre hacia una nueva forma de representación, más jerarquizada y ritualizada, dando lugar a las procesiones.