CINQUECENTO
En la pintura del siglo XVI los artistas centran su atención más en el color, el claroscuro y la profundidad y menos en el dibujo. La perspectiva sigue presente pero la profundidad se logra ahora a través de los efectos que provocan las luces, las sombras y los volúmenes. Es la época de los grandes genios como Miguel Ángel, Rafael y Leonardo que iniciándose en Florencia trabajarán para los pontífices de Roma durante una etapa que concluirá hacia 1527 cuando el "saco de roma" y los avances de la Reforma luterana siembren de dudas a los artistas. A partir de entonces los nuevos artistas se dedicarán a copiar de forma exagerada a los grandes maestros, deformándolos en imágenes sinuosas, alargadas, con composiciones confusas rompiendo todas las reglas del arte clásico. Es un fenómeno que se ha llamado Manierismo.
De Leonardo destaca su profundo conocimiento de la anatomía, la botánica y la geología, la utilización de la luz. En su célebre Gioconda pone de manifiesto su gran capacidad de reflejar las emociones y las expresiones gestuales en los humanos y su dominio de la técnica del "sfumato" por la que logra crear un aspecto de lejanía a partir de una composición con contornos imprecisos.
Rafael Sanzio (1483-1520) pintó una enorme cantidad de obras. Pinturas religiosas, retratos y grandes composiciones ocupan el grueso de su obra. Fue un pintor muy influenciado por Da Vinci y su gran mérito fue ensamblar lo cristiano y lo pagano a través de la luminosidad y el color, con unas figuras humanas llenas de encanto y amabilidad (especialmente sus madonnas). Como Leonardo, fue un maestro del sfumato (técnica por la que las figuras aparecen difuminadas y vaporosas), y entre sus creaciones más sobresalientes podemos citar La Virgen de La Pradera, la Virgen del Jilguero o las Estancias Vaticanas, donde se halla su celebérrima Escuela de Atenas.
Miguel Ángel Buonarrotti al que ya hemos visto en otras facetas científicas y artísticas completa la terna de genios pictóricos del Cinquecento. Su obra cumbre fueron los frescos de la Capilla Sixtina (1508-1512) donde en su escena culmen, el Juicio Final, nos enseña un torbellino de energía a través de la representación de un Dios justiciero y una amalgama de cuerpos humanos retorcidos entre los que se distinguen los elegidos de los condenados al infierno.
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Anatomía de un caballo (Leonardo da Vinci) Imagen en Wikipedia. Licencia CC.
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Gioconda (Leonardo da Vinci) Imagen en Wikipedia. Licencia CC |
La Madonna del Jilguero (Rafael) Imagen en wikipedia. Licencia CC.
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Detalle del Juicio Final de la Capilla Sixtina (Miguel Ángel) Imagen en Wikipedia. Licencia CC
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Tras Roma será Venecia quien centre el interés pictórico en el siglo XVI. Allí la pintura se caracterizará por el gusto por el color y por el paisaje, la representación de la riqueza y una temática normalmente idílica. Sus autores más representativos serán Tiziano que usará como nadie el aire, la luz y el color y el Veronés, el pintor del lujo, El manierismo pictórico se pone ya de manifiesto con artistas como Tintoretto con sus violentos juegos de luces y sombras y Giorgione que destaca por la riqueza cromática en sus obras.