El panorama escultórico durante el cinquecento está dominado por el genio creativo de Miguel Ángel. De todas sus creaciones fue la escultura la predilecta y la primera a la que se dedicó. Belleza y expresividad, idealismo y rebeldía son los conceptos básicos para entender su arte. De ser uno de los forjadores del clasicismo, pasó a convertirse en símbolo del manierismo y del movimiento anticlásico. Sus primeras obras maestras fueron la Piedad del Vaticano realizada con sólo veinticuatro años y su célebre David, un excelente desnudo realizado en Florencia con el que revalorizará el canon clásico y el colosalismo sin abandonar el retrato psicológico. Posteriormente en Roma realizará el Moisés que nos impresiona por su terribilitá. De vuelta en Florencia trabaja en la Capilla de los Medici donde realiza los sepulcros de Giuliano y Lorenzo cuya composición en forma serpentinata presenta a las dos figuras principales sentadas sobre sus sarcófagos en postura reflexiva. Sus últimas obras como La Piedad Florentina entran de lleno en el manierismo escultórico.
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Piedad Florentina de Miguel Ángel |