1. Haciendo las maletas

Primer Imperio francés
Primer Imperio francés.
imagen de Alphathon en Wikipedia. Lic. CC

El fin del Antiguo Régimen durante la revolución de 1789 era la consecuencia del gran desacuerdo de las clases medias y populares a un sistema político-social controlado por la nobleza. Al mismo tiempo, el arte aristocrático, es decir, el estilo Rococó, también había sido rebatido y Diderot, gran filósofo enciclopedista francés, atacará duramente la pintura de Boucher recomendando en los gabinetes y despachos la serenidad del arte antiguo.

El final del siglo XVIII augura grandes cambios para la sociedad. Las desigualdades políticas, económicas y sociales entre el Tercer Estado y la aristocracia predominante, anquilosada en el Antiguo Régimen, empujan hacia la revolución. Una revolución que supondrá el pistoletazo de salida para una nueva época, la Edad Contemporánea, caracterizada por un nuevo ideal político, el paso de la sociedad estamental a la de clases y unas nuevas relaciones económicas más libres.

Estos cambios están inspirados en las ideas de los filósofos ilustrados franceses Voltaire, Rousseau y Montesquieu, que se materializarán en la Revolución Francesa. Este proceso revolucionario pasará por diferentes periodos y gobiernos, unos más estables, otros más convulsos. Pero lo que sin lugar a duda significará es una nueva concepción del Estado basado en el liberalismo político, según el cual la concentración de los poderes tal y como tenía cabida en el absolutismo está agotado, dando paso a una separación de poderes: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Uno de estos periodos de agitación, será aprovechado por un general, Napoleón Bonaparte, quien coronándose emperador realizará numerosas campañas militares por toda Europa para su expansión. Este hecho supondrá la difusión del liberalismo por todo el continente, y por consiguiente, la preparación ideológica de los europeos para la siguiente etapa de oleadas revolucionarias.

El juramento del Juego de Pelota
El juramento del Juego de Pelota. J - L. David.
Imagen en Wikipedia. Dominio público

Una serie de hechos va a posibilitar el redescubrimiento de la Antigüedad clásica. En primer lugar, se descubrieron hallazgos arqueológicos trascendentales, es el caso de las ciudades de Herculano (1719) y Pompeya (1748), sepultadas por las cenizas del Vesubio. Imagínate cómo tuvo que impactar cuando bajo las cenizas se desenterró una ciudad casi intacta, te invitamos a que veas estas imágenes: 

Zonas arqueológicas de Pompeya, Herculano y la Torre Annunziate (UNESCO/NHK).
Vídeo de UNESCO en Español alojado en Youtube

A partir de aquí se comienza a vislumbrar una considerable bibliografía sobre arqueología, entre la que sobresalen las obras de Winckelmann, Historia del Arte de la Antigüedad o la de Lessing con su Laocoonte como ensayo estético.

Surgen también las Academias como lugares que recalcan la validez de la norma clásica y ven corroborados sus reglas en los esplendidos descubrimientos ya comentados. Sus empeños en eliminar cualquier vestigio barroco en pos del llamado «Buen gusto» verán así consumados su empeño. En cierto modo, las academias tenían un carácter casi dogmático de gran influencia, pues no daba cabida a aquellos artistas que no encajaban dentro del gusto de las mismas.

Pregunta Verdadero-Falso

Lee las siguientes afirmaciones e indica si son verdaderas o falsas

Pregunta 1

Montesquieu fue un gran revolucionario durante la Revolución Francesa.

Pregunta 2

La Revolución Francesa marcó el paso a la Edad Contemporánea.

Pregunta 3

El descubrimiento de Pompeya y Herculano fue de gran influencia para el arte de la época.

Pregunta 4

Las academias impulsaban la creatividad de los artistas fuera cual fuera su gusto artístico.

Importante

El final del Antiguo Régimen llega de la mano de las ideas ilustradas de la primera mitad del XVIII que se materializan, en Europa, en la Revolución Francesa y en las posteriores revoluciones liberales. En ellas, la clave es la burguesía, que (salvo en la de 1848) lidera las revueltas en la búsqueda de un sistema político basado en los derechos individuales y en la limitación del poder del Rey a través de dos armas: la división de poderes y las Constituciones. 

A partir de ahí, la sustitución de la sociedad estamental por una de clases, el triunfo del liberalismo político y el desarrollo de los modelos capitalistas permiten el inicio de una nueva era histórica: la Edad Contemporánea.