4.3. Alemania: Alberto Durero

Alberto Durero nació en 1471 en la ciudad germana de Nuremberga (Núremberg). Fue hijo de un artesano (orfebre) que procedía de Hungría; es decir, desde su infancia Durero estuvo inmerso en un contexto en el que el arte era importante. Debe tenerse presente, además, que Nuremberga era un importante centro humanístico, algo que se reflejará en los intereses de Durero, que no sólo fue pintor y grabador, sino además un teórico (por ejemplo, de la proporción humana). En su juventud viajó por el Sacro Imperio (Basilea, el Alto Rin, Estrasburgo, donde vivió por un año). Posteriormente, realizará un viaje que será de suma importancia en su vida y en su obra, a Venecia, donde descubre el Renacimiento italiano (conoce, entre otros a Bellini). A su regreso de Venecia, Durero abre su propio taller en Nuremberga: ya había realizado varios autorretratos (algo que lo pone en relación directa con la preocupación renacentista por el yo del artista) y numerosos grabados. Posteriormente, volverá a Italia, en el que no sólo visitó Venecia, sino también Roma: en su obra se percibe una creciente influencia de los pintores italianos (perspectiva, color...); por ejemplo su obra Adán y Eva podrían ser perfectamente obra de un italiano: la preocupación por la proporción, por el cuerpo humano, los fondos y la perspectiva muestras claramente la influencia italiana. Debe destacarse también su trabajo como grabador en el que realizó verdaderas innovaciones en la representación con profundidad y volumen. Melancolía es el ejemplo característico de su trabajo como grabador.

Adán y Eva, Durero.  Imagen en Wikimedia Commons. Dominio público	Melancolía, Durero.  Imagen en Wikimedia Commons. Dominio público

Puede afirmarse que Durero—que conoció a Tomás Moro, a Carlos V, a Erasmo de Rotterdam—fue un humanista, algo que se manifiesta también en su interés por las ideas de Lutero (recuérdese: 1517). Sus tratados teóricos así lo manifiestan, pero también el cariz que van adoptando sus obras de tema cristiano. En estos sentidos (como humanista, tratadista, artista, persona preocupada e influyente), Alberto Durero es una figura que nos puede recordar a la de Leonardo da Vinci. Sin duda, fue el artista más influyente de Alemania, pero su influencia sobrepasó mucho los límites de su nación y ejerció, además, un fuerte influjo en la posteridad, especialmente en España y los Países Bajos. Debe tenerse presente que sus grabados conocieron una enorme difusión.