3.1.Las técnicas pictóricas del Cinquecento
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Paleta con colores al óleo |
El término óleo proviene del latín óleum que significa aceite, y ese es el aglutinante de esta técnica pictórica, que al secar de manera más lenta que el temple, permite correcciones y una mayor variedad de maneras de ejecución de las pinturas. Ya se conocía desde la antigüedad, pero no será hasta finales del siglo XIV cuando cobre fuerza gracia a los pintores flamencos y en especial a Jean van Eyck, que si bien no la inventó, sí que la popularizó por toda Europa, llegando hasta la Italia del renacimiento y siendo especialmente bien acogida por los pintores de la Escuela Veneciana.
Partiendo del libro que ya conoces de Cennino Cennini, cada pintor tenía su propia receta del óleo, que guardaban con extremado celo, y aunque se usaban varios tipos de aceites vegetales, el más común y el que mejores resultados daba era el aceite de linaza, que se sigue utilizando hoy día, y como diluyente se usa la esencia de trementina, que proviene de la resina de pino.
El óleo se puede usar sobre muchas superficies, como el papel, el metal, el marfil, incluso la pared, pero como mejor queda es sobre madera o lienzo. La imprimación es la misma que para el temple, una mezcla de cola de conejo y yeso, que se aplica en sucesivas capas finas y se lija al secarse. Durante el renacimiento era usual el óleo sobre tabla, pero ya a partir del Barroco se populariza el óleo sobre lienzo, que es la técnica usual hoy día, y se va desbancando a la técnica del temple hasta hacerla casi desaparecer por completo.
De las ventajas que ofrece el oleo frente al temple, hay que destacar las siguientes: secado lento que permite trabajar con mayor tranquilidad; los colores se esparcen con mayor suavidad sobre la superficie, y permiten sutiles fusiones entre una capa y la siguiente; se puede variar la consistencia de la pintura, para obtener desde capas muy finas llamadas veladuras, a capas de consistencia media y capas de pintura muy espesa llamadas impasto; el óleo al secar forma una película muy consistente y duradera que se adapta perfectamente a las superficies, evitando escamas, craquelados y desprendimientos, como le sucede al temple.
Existen tantas formas de aplicar el óleo como artistas, y en este tema aprenderás el estilo o maniera de cada genio, pero podemos clasificar las siguientes formas de ejecución:
- Aplicación de capas delgadas de óleo, para ir aumentando su pastosidad. Aquí también sirve la regla de oro de graso sobre magro, así que para conservar una pintura al óleo hay que aplicar primero capas delgadas de óleo con mayor cantidad de disolvente, para ir aumentando la cantidad de aceite y disminuyendo la de disolvente. Normalmente los artistas cubrían la superficie con delgadas capas de óleo que iban modulando las partes claras y oscuras de la composición, lo que se conoce como grisalla, y escogían un color de base para esa grisalla que condicionaría el aspecto general de la obra. Si al admirar una pintura de Tiziano observas que todo tiene un aspecto rojizo, es porque el artista utilizó el rojo en su grisalla.
- Veladuras, capas semitransparentes de color que se aplican sucesivamente una sobre otra cuando están completamente secas. Estas capas contienen una gran cantidad de barniz y disolvente y apenas un poco de pigmento. Los grandes artistas usaban las veladuras normalmente sobre un tono claro al que iban sucesivamente oscureciendo con muchos tonos y matices. La piel de los personajes, las ricas vestimentas, las texturas del metal y el cristal… todas estas delicadas superficies se hacían mediante la aplicación de veladuras. Y Leonardo consiguió esos efectos atmosféricos tan deliciosos, ese sfumatto tan característico, gracias a las veladuras.
- Aplicación de gruesas capas de pintura, algo que inventaron los venecianos en lo que se denominó pintura alla prima, es decir, sin una gran preparación previa y pintando antes de que seque la capa anterior y jugando con la textura que deja el pincel cargado de pintura espesa. Esto no se puede hacer con un temple.
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Solución
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Curiosidad
Algunos colores al óleo tenían los más curiosos orígenes, como es el caso del marrón de momia, obtenido mediante la descomposición de momias egipcias y que se vendía de manera clandestina desde el siglo XII. El rojo intenso se obtenía de la pulverización del esqueleto de un pequeño insecto llamado cochinilla, que se sigue usando aún en la fabricación de cosméticos, en especial para las barras de labios. Y el azul ultramar, el más caro de todos los colores, se obtenía moliendo la piedra semipreciosa del lapislázuli, y se usaba sobre todo para los mantos de la Virgen. Ya que era tan caro, si el mecenas que encargaba la obra quería que apareciese ese color, se firmaba un contrato especial y claro, eso hacía subir el precio de la obra.
Si quieres saber algo más sobre la técnica del óleo, visita el siguiente blog que seguro que te resulta interesante: Curiosidades y consejos de pinturas al óleo.
Importante
Desde el siglo XV se popularizó la técnica del óleo, fundamentalmente sobre tabla.