2.2. La evolución interna de los bandos
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El general Francisco Franco Imagen de Arxiu Nacional de Catalunya en Europeana. Licencia CC BY-NC-ND |
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José Antonio Primo de Rivera, hijo del anterior dictador y jefe de la Falange, fue ejecutado por las autoridades republicanas en noviembre de 1936. Su muerte dejó el camino libre a Franco para controlar la Falange y le proporcionó un mártir. Imagen de Nationaal Archief en Wikimedia Commons. Dominio público |
A lo largo de la Guerra Civil, uno de los jefes militares sublevados, el general Francisco Franco, logró convertirse en el líder indiscutible del bando de los sublevados. En los territorios que controlaba impuso una dictadura militar, eliminó brutalmente toda posible oposición y, uniendo a carlistas y falangistas, creó un partido único a imitación de los regímenes fascistas. Le llamó Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Contaba con el apoyo de la Iglesia Católica, que celebró su sublevación como una "cruzada nacional".

Importante
A lo largo de la guerra, el general Francisco Franco se convirtió en el líder del bando "nacional" e implantó una dictadura militar , apoyada por la Iglesia y con influencias fascistas.
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Milicianas comunistas desfilan durante una manifestación republicana en Madrid (noviembre de 1936) Imagen del PCE en Europeana. Licencia CC BY-NC-ND |
El régimen republicano, en cambio, tenía grandes divisiones internas. El movimiento obrero (socialistas, comunistas, anarquistas...) tenía sus propias milicias y defendía la República sólo como un medio para lograr su soñada revolución. Una parte de él consideraba, de hecho, que la guerra civil era un momento apropiado para iniciar la revolución. También existían milicias nacionalistas, y los gobiernos catalán y vasco tenían sus propias prioridades estratégicas. Así que el gobierno republicano no sólo tenía que preocuparse de ganar la guerra contra Franco, sino también de controlar la revolución en su interior y entenderse con las milicias obreras y nacionalistas.

Importante
Durante la guerra el régimen republicano tuvo que luchar contra los sublevados a la vez que evitaba el estallido de una revolución y se tenía que coordinar con las milicias obreras y nacionalistas.

Curiosidad
La guerra de los carteles
Una de las característica que hace de la Guerra Civil Española una guerra contemporánea es el uso masivo que se hizo en ella de la propaganda. Todos los medios modernos se pusieron al servicio de ella, desde la megafonía a la radio, pasando por la prensa. Pero probablemente el rey de la propaganda fue el cartel. Por las paredes de toda España los carteles de ambos bandos competían por introducir sus mensajes con pocas palabras y diseños impactantes.
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Muro cubierto de carteles de partidos y sindicatos obreros Imagen del PCE en Europeana. Licencia CC BY-NC-ND Pulsa en la imagen para ampliarla |
Un soldado republicano quita carteles de Franco y José Antonio Primo de Rivera en el Frente del Ebro. Imagen del PCE en Europeana. Licencia CC BY-NC-ND |
Ruinas de Belchite (Zaragoza), una de tantas poblaciones arrasadas por la guerra. Imagen de ecelan en Wikimedia Commons. Licencia CC BY-SA |
Finalmente, la República fue derrotada. El 1 de abril de 1939 Franco anunciaba el fin de la guerra. La victoria de Franco dejaba en sus manos un país destrozado:
- Se calcula que cerca de medio millón de personas pudieron morir en la guerra. La cifra puede ascender a cerca de 650.000 si sumamos los que murieron en la inmediata posguerra, sea por las penalidades, sea por la represión política.
- Cerca de medio millón de españoles tuvieron que tomar el camino al exilio para evitar la muerte.
- Las infraestructuras españolas fueron arrasadas, hundiendo al país en la miseria.
- La victoria franquista consagraba la división entre dos Españas, una España de vencedores y una España de vencidos.
Comenzaban así 36 años de dictadura militar, durante los cuales España quedaría ajena a las principales corrientes de desarrollo que caracterizarían al resto de Europa desde 1945.

Importante
La derrota de la República en 1939 dejó un país destrozado por la guerra. Sus consecuencias principales fueron la pérdida de numerosas vidas, el exilio de muchos españoles, la ruina de la economía española, la división entre dos Españas y, finalmente, la imposición de la dictadura de Franco, que duraría hasta 1975.

Para saber más
Guerra Total en la retaguardia
Las grandes guerras del siglo XX no son totales solo por el poder destructivo del armamento industrial, sino tanto o más por el poder destructivo de las nuevas ideologías, que ven como un enemigo mortal al adversario ideológico o a la etnia o nacionalidad diferentes. Por eso ya no basta con vencer al ejército enemigo; hay que destruir físicamente a todos aquellos sospechosos de compartir sus ideales (o sus caracteres étnicos). Por eso la guerra se desplaza desde el frente hasta cada pueblo y cada barrio en la retaguardia. Y eso es especialmente cierto en las guerras civiles.
La represión contra civiles durante la Guerra Civil y la inmediata posguerra fue brutal. En el bando nacional miles de civiles fueron fusilados o asesinados en circunstancias desconocidas por sus reales o supuestas simpatías republicanas o izquierdistas, o incluso por discrepancias dentro del bando sublevado. También en el bando republicano hubo ejecuciones y asesinatos de civiles, especialmente en las zonas y momentos en los que las milicias obreras actuaron más libres del control del Estado republicano. Las víctimas fueron en este caso los sospechosos de simpatizar con los sublevados, incluidos simples derechistas o católicos, pero también representantes de movimientos obreros competidores.
Como es habitual en estos casos, muchos inocentes murieron, a menudo como resultado de querellas personales que se disfrazaban ahora de política. Las numerosas fosas comunes que aún hoy salpican el territorio español son la triste sombra de esta tragedia.

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Falso
Es falso. La Iglesia Católica no apoyó al bando republicano, sino al bando "nacional".
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Verdadero
Es verdad. Por eso el régimen republicano tenía una mayor debilidad interna que los sublevados.