4. Estrabón, la Geografía

Actividad de lectura
El mundo según Estrabón
"Que el orbe habitado es una isla es cosa que hay que aceptar, ante todo a juzgar por la percepción sensorial y por el conocimiento empírico. En efecto, en cualquier lugar, en cualquier dirección en la que ha sido posible a los seres humanos el avanzar hasta los últimos confines de la tierra, se encuentra el mar, al cual llamamos Océano; y allí donde no es posible aceptarlo con la ayuda de la percepción sensorial, lo indica claramente la razón. En efecto, el lado oriental, próximo a los indios, y el occidental, próximo a los iberos y los maurusios pueden ser recorridos en barco en su totalidad hasta una gran distancia por la parte sur y por la parte norte; y lo que hasta el presente nos queda sin navegar, por el hecho de que nadie de los que circunnavegaban en sentido inverso se han llegado a encontrar, no es mucho en extensión, si se conjetura a partir de las distancias paralelas que nos son asequibles. No es probable que el piélago Atlántico esté dividido en dos mares distintos y separados por istmos tan estrechos que obstaculizan la vuelta completa, sino más bien que sea confluyente y continuo. En efecto, aquellos que intentaron dar la vuelta completa, y luego dieron marcha atrás, no dicen que retrocedieron porque se les hubiera presentado el obstáculo de un continente que les impidiera seguir adelante en su navegación, sino por falta de recursos y por la total soledad, pese a que el mar seguía ofreciendo no menor facilidad para pasar."
Estrabón, Geografía I, 1, 8
Traducción de García Blanco, J. y Gacía Ramón, J.L. Madrid, editorial Gredos, 1991. |
Los primeros viajeros y los primeros geógrafos imaginaron el mundo habitado desde la perspectiva que les proporcionaban sus escasos medios técnicos, pero los resultados no son tan diferentes de los que nos ha proporcionado la moderna cartografía. No podían ver el planeta desde arriba, algo que hoy en día es fácil, pero tampoco solían observar las costas a una distancia suficiente, ya que la navegación no permitía separarse mucho de las mismas.
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La obra de Estrabón
La gran pasión de su vida fueron los viajes. Viajó a Egipto y a Nubia, hasta al actual Toscana hacia el oeste y hasta Etiopía hacia el sur, además de sus recorridos por Asia Menor y el tiempo pasado en Roma. Pudo viajar por el Mediterráneo con relativa tranquilidad por la pax romana, período de calma de que se disfrutó durante el reinado de Augusto (27 a.C.-14 d.C.). Se trasladó a Roma en el año 44 a.C. y residió allí, estudiando y escribiendo, hasta por lo menos el año 31 a.C. Luego continuó sus viajes. En torno al 25 a.C., navegó el Nilo hasta File. Para Estrabón la geografía tenía que resultar útil a los gobernantes, así que no interesa todo territorio que esté fuera del mundo habitado. Paradójicamente, a pesar de ese carácter práctico, su obra no obtuvo en su época la difusión y el éxito que merecía. Los diecisiete libros de su Geografía constituyen una obra de proporciones gigantescas. Son un recorrido por las costas del Mediterráneo que comienza en las Columnas de Hércules. Los dos primeros libros son una introducción general a la obra, y tratan de cuestiones de geometría, de astronomía, de matemáticas y de historia de la geografía; desde el libro III al X describe el continente europeo, particularmente Iberia, Galia, Britania, península itálica, Germania, Escitia, península Balcánica, Grecia y las islas del Egeo; del libro X al XVI describe Asia; el libro XVII está dedicado a África septentrional. No se sabe bien cuándo comenzó a escribir Estrabón su Geografía, pero los comentarios en el mismo libro sitúan su finalización en el reinado de Tiberio. Es seguro que terminó la obra antes de morir, en el año 24 a.C. Su obra más ambiciosa, Memorias históricas, escrita durante su estancia en Roma, se ha perdido casi por completo. Quería ser la continuación de la Historia de Polibio. |

Actividad de lectura
Los romanos en Hispania
"Con la prosperidad del país les llegó a los turdetanos la civilización y la organización política; y, debido a la vecindad, o, como ha dicho Polibio, por el parentesco, también a los celtas, aunque en menor medida, porque la mayoría viven en aldeas. Sin embargo los turdetanos, en particular los que habitan en las proximidades del Betis, se han tornado por completo al carácter de los romanos y ni siquiera recuerdan ya su propia lengua. La mayoría se han convertido en latinos y han recibido colonos romanos, de modo que poco les falta para ser todos romanos. Las ciudades mixtas que se fundan en la actualidad, como Pax Augusta entre los célticos, Emérita Augusta entre los túrdulos, Cesaraugusta junto a los celtíberos y algunos otros asentamientos, muestran a las claras la transformación de los citados modos de vida. Todos los iberos que muestran este carácter son llamados estolados, y entre éstos se cuentan incluso los celtíberos, que antaño fueron tenidos por los más fieros de todos". Estrabón, Geografía , III, 2, 15. Madrid, editorial Gredos, 1992. Hispania según Estrabón |
Este texto, relativo a Iberia, habla de la romanización. Cuenta Estrabón que no todos los pueblos hispanos se han adaptado a ella por igual. ¿Qué pueblos han sido los que han adoptado en mayor medida las costumbres y la civilización romana? ¿Cuáles han permanecido más impermeables? ¿Por qué causas? Estrabón nos da algunos nombres propios que no se conservan igual actualmente: Betis, Pax Augusta, Emérita Augusta, Cesaraugusta. ¿Podrías indicar a qué lugares o ciudades corresponden? |