1.2. Nomenclatura

Actividad

Nomenclatura
Imagen de Mimosa de Paulo Etxeberria en Wikipedia. Licencia CC BY-NC-SA 2.0
Carl Von Linneo. Autor Alexander Rosling bajo licencia Creative Commons

La misma especie se nombra de forma distinta en las distintas lenguas, e incluso en diferentes zonas geográficas (aunque compartan el mismo lenguaje). Este hecho, unido a que en muchas ocasiones estos nombres se aplica indistintamente a género o especie, genera confusión entre la comunidad científica. Debido a este problema, pronto se vio la necesidad de llegar a unas reglas de compromiso entre investigadores a la hora de poner nombre a los organismos.

Carl Von Linneo ideó el sistema de nomenclatura binomial que asigna a cada especie un nombre científico. Es el sistema de nomenclatura que está reconocido en la actualidad.


El nombre que se asigna a una especie está formado por dos palabras latinas o latinizadas. La primera es el nombre del género al que pertenece esa especie y el segundo es el nombre específico.

A continuación, se suele poner el nombre abreviado del investigador que describió por primera vez esa especie y el año en el que lo hizo.

El nombre científico debe escribirse en cursiva y en minúsculas, salvo la inicial del género que se pone en mayúsculas. Si no existe la posibilidad de escribirlo en cursiva se subrayan ambos nombres.

La importancia de designar a un organismo va más allá de la de ponerle nombre. Es un proceso básico para conocer la biodiversidad de la vida y así saber el número de especies que existen en el planeta.

Importante

El nombre científico o nombre específico de un organismo vivo es una combinación de dos palabras en latín o latinizadas:

nombre genérico + nombre específico

Pre-conocimiento

En la antigüedad cada planta era conocida por los naturalistas por una larga frase descriptiva en latín. A este sistema se le denominaba nomenclatura polinomial o polinominal.

Los nombres se construían añadiendo epítetos (nombres) a los ya existentes, de tal forma que el nombre crecía a medida que se encontraban nuevas especies semejantes, pues para poder diferenciar a estos organismos de los recién descubiertos era necesario añadir estos nombres.

Así, por ejemplo, la "carlina sin tallo" (Carlina acaulis L.) se mencionaba como:

Carlina acaule unifloro florae breviore
(carlina sin tallo con una flor pequeña)

Carlina acaulis
Autor Kurt Stueber. Licencia Creative Commons

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