2. Cosmovisiones científicas

El paso del mito a la ciencia representa el de una interpretación del mundo basada en relatos sobrenaturales a explicaciones fundamentadas en la argumentación racional, la observación y la experimentación. El punto inicial de las cosmovisiones científicas coincide con el de la filosofía, centrada en problemas relacionados con la naturaleza, sus componentes esenciales y sus leyes. A diferencia de los míticos, los modelos científicos son susceptibles de ser contrastados empíricamente y sometidos a la crítica racional.

En una interpretación general del mundo, los planteamientos científicos se asientan sobre principios asumidos en una época determinada (la moral, la religión, el curso de la Historia, etc.). Así, las cosmovisiones constituyen un sistema complejo de ideas interconectadas, formando entre todas una red de creencias que determinan el modo en de contemplar la realidad y dar significado a experiencias similares: la caída de los objetos, el movimiento de los astros, etc.

A pesar del consenso logrado en torno a las teorías científicas vigentes durante largos periodos históricos, se han producido también momentos de cambios y renovación en los modelos teóricos y los procedimientos técnicos de la ciencia, unos cambios que han supuesto transformaciones radicales en los modos de explicar y comprender el universo ▴.

Amaterasu Imagen de Moroboshi en Wikipedia. Dominio público

Imagen de Geralt en Pixabay. Dominio público

La palabra paradigma ▴ significa en su acepción común patrón o modelo. El filósofo de la ciencia Thomas S. Khun adoptó el término para referirse al conjunto de conceptos y de prácticas que son compartidas por la comunidad científica en una disciplina en un periodo determinado. Entiende que el curso de la ciencia de la no es continuo: existen periodos de ciencia normal, en los que se acepta un modelo compartido y otros de revolución, con cambios fundamentales en el mismo. El concepto de paradigma es amplio y hace referencia no solo a unas prácticas científicas compartidas, sino también a aspectos teóricos y conceptos asumidos que determinan el significado que damos a los datos de la experiencia. Los cambios de paradigma ocasionados en la física han provocado transformaciones sustanciales en nuestra forma de concebir el mundo.

Los cuatro elementos Imagen de Ratomir Wilkowski en Wikipedia. Licencia CC

Con filosofía de la naturaleza comienza el estudio de la naturaleza o la physis, hoy en manos de la física.  Los primeros físicos o filósofos naturales fueron los llamados presocráticos. Convencidos de la existencia de una regulación común de los fenómenos naturales, partían de la idea de que la diversidad de elementos puede explicarse desde un solo principio o arjé, elemento común constituyente, origen y causa de todo cuanto existe. Inicialmente se postuló que tal principio era único, por lo que las diferencias entre materiales no sería sino el resultado de los distintos estados de dicho principio. Así, para Tales de Mileto, el principio o arjé era el agua, por lo que todo se constituiría con agua y no otra cosa que agua en distintos estados posibles.

A estos los siguieron quienes postulaban un arjé múltiple, entendiendo que desde la unidad no cabía una explicación satisfactoria de hechos como la multiplicidad de individuos o el movimiento y el cambio. Así, se desarrollan explicaciones basadas en la combinación de elementos constituyentes comunes que explican la diversidad de la materia ▴ por la mezcla y la preponderancia de uno de ellos. Una doctrina generalizada en la Antigüedad y recogida por Aristóteles fue la de los cuatro elementos, ya postulada por el presocrático Empédocles. Según esta teoría, todo cuanto existe se formaría a partir de los cuatro elementos esenciales: la tierra, el agua, el aire y el fuego.