¿Cuáles son las diferencias, por lo tanto, entre la polisemia y la homonimia?
Ya has aprendido a localizar una palabra polisémica en el diccionario. ¿Recuerdas? Sus significados deben aparecer en una sola entrada.
Observa ahora este otro ejemplo que te proponemos, tomado del Diccionario de la Lengua Española (RAE):
don1.
(Del lat. donum).
- 1. m. Dádiva, presente o regalo.
- 2. m. Bien natural o sobrenatural que tiene el cristiano, respecto a Dios, de quien lo recibe.
- 3. m. Gracia especial o habilidad para hacer algo. U. t. en sent. irón.
don2.
(Del lat. domĭnus, señor).
1. m. Tratamiento de respeto, hoy muy generalizado, que se antepone a los nombres masculinos de pila. Antiguamente estaba reservado a determinadas personas de elevado rango social.
2. m. Era u. para realzar, por contraste, la intensidad de algunos denuestos. Don bellaco. Don ladrón. Don necio.
3. m. ant. Sin estar acompañado de otro nombre, y por sí solo, señor.
Como ves, la palabra "don" la encontrarás registrada en dos entradas distintas (cada una numerada, como corresponde). Es, por lo tanto, homónima. Hablamos de homonimia cuando dos términos que tienen un origen distinto han acabado coincidiendo bien en la grafía (homógrafas: don) o bien en la pronunciación (homófonas: votar / botar).