4.2. La bóveda de la Capilla Sixtina

Exterior de la Capilla Sixtina

Exterior de la Capilla Sixtina
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La Capilla Sixtina ocupa un edifico anexo a la basílica de San Pedro del Vaticano. Erigida durante el pontificado de Sixto IV en el último tercio del siglo XV, tenía dos funciones: una función religiosa como Capilla Palatina y una función defensiva como puesto fortificado para defender el resto de edificios papales. La capilla tiene planta rectangular con unas dimensiones de 41 metros de largo por 14 metros de ancho, y una altura de 20 metros. Recubierta por una bóveda de cañón, antes de que llegara Miguel Ángel ya había sido decorada con anterioridad. Perugino pintó unos frescos que se taparon más tarde con los del genio florentino del Juicio Final. Boticelli y Ghirlandaio entre otros artistas realizaron unos frescos en las paredes laterales con escenas de la vida de Cristo y Moisés, así como una serie de retratos de diversos papas.

Cuando Julio II, sobrino de Sixto IV accede al poder en 1503 decide enriquecer con nuevas pinturas esta capilla, y como era digno de un hombre astuto y conspirador como él, supo sacar provecho como nadie de la rivalidad existente entre los artistas a su cargo: Leonardo, Bramante y su protegido Rafael, y Miguel Ángel. Julio II había pensado primero en Leonardo, pero debido a su avanzada edad, rechazó el proyecto. Entonces pensó en Miguel Ángel, a quien ya le había encargado su mausoleo pero que pronto canceló, lo que provocó el primer gran enfado entre el mecenas y el artista. Pero el papa sabía que Miguel Ángel se tenía ante todo por escultor, así que lo embaucó diciendo que si no hacía él el encargo, lo realizaría Rafael. En estos momentos Miguel Ángel no tenía ningún gran encargo que realizar, pues el papa había cancelado su ambicioso proyecto de mausoleo, y sabía que si Rafael lo acometía le supondría fama y gloria, así que el florentino aceptó el reto y el papa tan contento, pues sabía que Miguel Ángel se esforzaría en realizar un buen trabajo y quedar por encima de su rival Rafael.

Según el biógrafo Condivio, cuando recibió el encargo Miguel Ángel protestó: pero yo no soy pintor, ¿soy escultor! Con el pincel he hecho muy poco y quiere usted que pinte mil metros cuadrados de techo curvo. A lo que el entusiasmado papa replicó: harás un buen trabajo, mi arquitecto Bramante te levantará el andamio. Te puedes imaginar lo primero que hizo Miguel Ángel cuando el 10 de mayo de 1508 comenzó a trabajar: desmontó el andamio de Bramante y se construyó él mismo un andamio a su gusto. 

Curiosidad

La Capilla Sixtina es también conocida por celebrarse los cónclaves que deciden a los nuevos papas. Si hay acuerdo y mayoría en la votación, de la chimenea del techo sale un humo blanco conocido como fumata bianca. Si no ha habido acuerdo, sale una fumata nera y hay que repetir la votación. 

Fumata bianca

Fumata bianca
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Interior de la Capilla Sixtina

Interior de la Capilla Sixtina
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Algo de razón llevaba Miguel Ángel cuando afirmó que no sabía mucho de pintura, así que en los primeros días llamó a varios amigos pintores de Florencia y al propio Vasari para que le ayudaran con las primeras figuras. Entre todos le explicaron cómo realizar un fresco, las cantidades, la necesaria división del trabajo en jornadas y tras unas semanas de rápido aprendizaje, Miguel Ángel los despidió a todos y se quedó solo ante la enorme pared. A los andamios solo subía él, pues los diseñó de tal forma que solo soportaban el peso de su cuerpo, y a la Capilla Sixtina no entraba  nadie salvo unos ayudantes que le daban comida y los utensilios que necesitaba mediante un sistema de poleas; nadie más que Miguel Ángel pintó las más de trescientas figuras que componen los frescos de la bóveda de la capilla Sixtina.

Tras un proyecto inicial del que conservamos algunos bocetos de la representación de los doce apóstoles, se pasó a un complejo programa iconográfico sobre La Creación que implicó un mayor tiempo en la ejecución y el doble de dinero. Ambas cosas enfadaron al pontífice, pero finalmente accedió a pagarle al genio seis mil ducados y a esperar impacientemente a que las pinturas estuvieran listas.

En estos frescos Miguel Ángel conjuga los textos bíblicos del Génesis articulados por medio de elementos arquitectónicos simulados  y varias figuras como los profetas, las sibilas y unos jóvenes desnudos no exentos de polémica que ya había utilizado en el fondo de su Tondo Doni: los ignuti.

Para saber más

Te recordamos brevemente cómo se realiza una pintura al fresco. El trabajo se divide en jornadas, lo que piensa el artista que podrá hacer en un día de trabajo, pues hay que pintar sobre la superficie aún húmeda. Se aplica una fina capa de intónaco, una mezcla de cal, arena y agua, se calca el dibujo que previamente se ha realizado en un cartón. Posteriormente  se aplican los colores mezclados solo con agua, pues la cal del mortero hará las veces de aglutinante al secar. No caben los arrepentimientos en esta técnica del fresco, y hay que ser muy rápido y tener las ideas claras.

Miguel Ángel solo usó dibujos preparatorios en las primeras jornadas, pues una vez tuvo claras las proporciones de las figuras, las realizaba directamente sobre la pared, y en más de una ocasión se quejó de las duras condiciones de trabajo: sin apenas luz ni espacio para moverse ni aire que respirar, solía pintar tumbado boca arriba durante más de doce horas, comiendo cualquier cosa y sin ayuda de nadie. La Capilla Sixtina le produjo una pérdida parcial de visión durante los meses posteriores a su inauguración y más de un enfado con el papa, quien llegó a atizarle con un bastón como ya sabes. Al final mereció la pena, pues con poco más de treinta años Miguel Ángel ya era considerado el mayor artista de todos los tiempos.

El programa iconológico de la bóveda de la Capilla Sixtina.

Vamos a analizar y describir este impresionante conjunto de frascos, verdadera obra maestra y símbolo por antonomasia del renacimiento en su más amplio sentido.  

Bóveda de la Capilla Sixtina

Bóveda de la Capilla Sixtina
Imagen de Qypchak en Wikipedia. Liencia CC

La franja central de la bóveda la ocupan nueve paneles sobre distintas escenas del Génesis, cinco con escenas menores separados por esos ignuti con medallones y guirnaldas. Las otras cuatro escenas principales están separadas por elementos arquitectónicos que Miguel Ángel pintó como si fueran trampantojos que se funden con lo elementos arquitectónicos reales de la bóveda: pilares, cornisas, nervios y capiteles crean un espacio ilusorio más que convincente. 

Las nueve escenas del Génesis están agrupadas en grupos de tres. El primer grupo es La Creación del Universo, con los episodios de La separación de la luz y las tinieblas, La creación de los astros y La separación de la tierra y las tinieblas. El segundo grupo es el más famoso, La creación del hombre, que comprende las escenas de La creación de Adán, la de Eva y la Expulsión del paraíso. El último grupo es el dedicado a Noé, con las escenas de El sacrificio de Noé, el Diluvio universal y La embriaguez de Noé.

A los lados de estos paneles centrales y separados por las enjutas triangulares, aparecen los Profetas. Los cuatro principales están entronizados: Isaías, Jeremías, Daniel y Ezequiel. Junto a ello, los profetas menores Zacarías, Joel y Jonás, y las Sibilas de Cumas, Persia, Libia, Delfos y Eritrea.

En las pechinas de las esquinas de la bóveda Miguel Ángel pintó cuatro episodios relevantes del pueblo de Israel: David y Goliat (que ya era de sobra conocido por el artista), La serpiente de bronce, el Castigo de Adán y el episodio de Judith y Holofernes. 

la Creación de Adán La Sibila de Delfos

La Creación de Adán
Imagen en Wikipedia . Dominio público

La Sibila de Delfos
Imagen en Wikipedia .Dominio público

Finalmente los frescos se inauguraron el 31 de octubre de 1512 ante el asombro de todos cuantos acudieron al evento, y Miguel Ángel fue encumbrado al más alto nivel de estrellato que nadie antes había alcanzado. El mito había comenzado. 

Para saber más

¿Te apetece dar una vuelta por la Capilla Sixtina y visitar este lugar tan increíble? párate en las figuras que más te gusten o más te llamen la atención y ¡disfruta! Busca entre otros al profeta Zacarías, que no es sino un retrato del anciano papa Julio II. 

Zacarías

Zacarías
Imagen en Wikipedia . Dominio público

Importante

Con el techo de la Capilla Sixtina Miguel Ángel vuelve a demostrar sus increíbles cualidades artísticas. Estuvo cuatro años pintando solo este descomunal mural con pasajes del Génesis en donde introdujo personajes de la tradición pagana clásica como las sibilas. El genio se construyó él mismo unos complejos andamios y muchas de las figuras fueron pintadas boca arriba. Miguel Ángel utilizó la técnica del buen fresco para su realización, y tras su inauguración alcanzó un estatus social de verdadera estrella. 

Comprueba lo aprendido

La técnica del buen comprende la realización de las pinturas sobre la capa de aún fresca, lo que exige en la ejecución y no admite . Los van mezclados solo con y la cal del  al secarse, hace las veces de , fijando los pigmentos a la pared. Miguel Ángel recoge esta técnica ya usada con maestría en la antigua y consigue un acabado y una ejecución técnica admirables. 

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