1. La ciencia
Arquímedes La anécdota más conocida sobre Arquímedes cuenta cómo inventó un método para determinar el volumen de un objeto con una forma irregular, una nueva corona que había sido fabricada para Hierón de Siracusa. El tirano pidió a Arquímedes que averiguara si la corona estaba hecha de oro puro. Arquímedes tenía que resolver el problema sin dañar la corona, así que no podía fundirla y convertirla en un cuerpo regular para calcular su densidad.
Mientras tomaba un baño, notó que el nivel de agua subía en la tina cuando entraba, y así se dio cuenta de que ese efecto podría usarse para determinar el volumen de la corona. La corona, al ser sumergida, desplazaría una cantidad de agua igual a su propio volumen. Al dividir la masa de la corona por el volumen de agua desplazada, se podría obtener la densidad de la corona, que sería menor si se le hubiera añadido plata. Entonces, Arquímedes salió corriendo desnudo por las calles, emocionado por su descubrimiento, gritando "¡Eureka!" (en griego antiguo: "εὕρηκα" que significa "¡Lo he encontrado!).
Pitágoras de Samos
Pitágoras de Samos (aproximadamente 582 - 507 a. C.) fue un filósofo y matemático griego, famoso sobre todo por el Teorema de Pitágoras. Su escuela afirmaba «Todo es número», por ello, se dedicó al estudió y clasificación de los números. Siendo muy joven viajó a Mesopotamia y Egipto. Tras regresar a Samos fundó su primera escuela durante la tiranía de Polícrates. Abandonó Samos para escapar de la tiranía y se estableció en la Magna Grecia, donde fundó su segunda escuela. Las doctrinas de este centro eran regidas por reglas muy estrictas de conducta. Su escuela estaba abierta a hombres y mujeres indistintamente, y la conducta discriminatoria estaba prohibida (excepto impartir conocimiento a los no iniciados). Euclides Matemático que vivió a comienzos del siglo III a.C. en Alejandría. Su principal obra, Elementos, se basa en los principios de geometría de Pitágoras, y ha sido el manual fundamental de geometría en Europa hasta mediados del siglo XIX. Hipócrates: La medicina
Hipócrates fue el más conocido médico griego. Vivió entre los siglos V y IV a.C. en la isla de Cos. Allí había, desde muy antiguo, un santuario dedicado a Asclepio (ver curiosidad). A él se atribuyen una serie de tratados que pueden haber sido obra suya y de sus discípulos y sucesores. Es el primer médico que rechazó las supersticiones populares que señalaban como causantes de las enfermedades a las fuerzas sobrenaturales o divinas. Separó la medicina de la religión, afirmando que la enfermedad no era un castigo divino, sino la consecuencia de factores ambientales, de la dieta y los hábitos de vida. La medicina hipocrática destacaba por su estricto profesionalismo, caracterizado por una disciplina rigurosa. La obra Sobre el médico recomienda que los médicos siempre fueran honestos, tranquilos, comprensivos y serios y que siempre estuvieran aseados. Debían cuidar al máximo todos los aspectos de su práctica, y seguir normas estrictas en la atención y cuidado del paciente. Hipócrates anotaba regularmente y de manera precisa muchos síntomas como el pulso, la fiebre y el dolor. Daba especial importancia a la dieta, recomendando el consumo de legumbres y frutas.
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Juramento hipocrático. Imagen de Mailema. Licencia CC

Pre-conocimiento
Asclepio, dios de la Medicina
Según cuenta la mitología, Asclepio era hijo de Apolo y de la mortal Corónide. Apolo dejó embarazada a Corónide y regresó a Delfos, dejándola bajo la vigilancia de un cuervo (por entonces estas aves eran blancas). Pero Corónide tenía también relaciones con un mortal. El cuervo advirtió a Apolo de los amoríos de Corónide. Apolo maldijo al animal, que desde entonces es negro, y mató a Corónide, pero salvó a su hijo, que sería el futuro dios Asclepio.
Apolo confió el pequeño al centauro Quirón, que le instruyó en las artes de la medicina, que practicó con tanto éxito que le levantaron santuarios en diversos puntos de Grecia.
Se cuenta que era tan hábil que tenía el poder de resucitar a los muertos. Zeus, irritado, fulminó a Asclepio con un rayo. Apolo vengó su muerte matando a los cíclopes que habían fabricado el rayo asesino. Asclepio ascendió a los cielos y se convirtió en la constelación de Ofiuco.
El símbolo de la medicina, una serpiente y un cayado, está tomado del bastón con que siempre se representa al dios.
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