4.1. Impresionismo: Sorolla, Regoyos

Joaquín Sorolla y Bastida nació en Valencia en 1883. Acude de niño a la academia de artesanos de Valencia y, posteriormente, a la Escuela de Bellas Artes. España en esa época (estamos en los años finales del siglo XIX) no parecía estar para muchas innovaciones estéticas (sobre todo en las Academias de Bellas Artes) por lo que podemos suponer con bastante seguridad que su formación no tendió a fomentar su creatividad, sino más bien a moverse dentro de los esquemas realistas de la pintura de la época. Los años siguientes continúa su formación, pero sin que le acontezca nada relevante; pero en los primeros años de la década de los ochenta conoce al pintor Ignacio Pinazo, que había importado de Italia la técnica de manchas de color superpuestas. Aunque comienza a usar esa técnica, sus cuadros son en esta época del gusto burgués, por decirlo así, y obtiene diversos premios en exposiciones en España. Fue quizás su viaje a París, donde conoce la obra de Courbet y Millet, donde se produce el giro decisivo de su pintura: acaba convencido de que, de alguna manera, debe volver a las raíces, al campo, al mar… Esto se reflejará con nitidez en el ciclo de pinturas que realizó para la Hispanic Society de Nueva York años después (que pudo verse en una exposición en Sevilla no hace muchos años). En los años noventa comienza a obtener cierto éxito: muchas de sus pinturas de la época mantienen el tema marinero (como había aparecido en Y aún dicen que el pescado es caro), aunque cada vez se hace más presente la luz del mediterráneo y el tema del ocio burgués. Los retratos, en los que brilló con luz propia, comienzan a ocupar espacio en su obra. Esto le dio prestigio internacional y a finales del siglo XIXy principios del XX era ya un artista conocido y respetado en Europa (fue condecorado en 1907 con la legión de honor).

 Y aún dicen que el pescado es caro, Sorolla.

 Y aún dicen que el pescado es caro, Sorolla. 

Imagen deJoaquín Sorolla - Museo Nacional del Prado. Licencia, Dominio público

Sorolla es conocido como el pintor de la luz, sin duda, es cierto, pero ¿qué queremos decir exactamente con eso? Hubo en el pintor una evolución estética y temática (por ejemplo, en su primera etapa la religión como rito está muy presente en su obra: más que luz podemos hablar en esta época de iluminación: El resbalón del monaguillo, El beso de la reliquia… Al final de su vida… la luz parece inundarlo todo y, con ella, los blancos prodigiosos. Sin embargo, hay algo más: cualquiera que vea Cosiendo la vela (de 1896) no podrá evitar pensar en Velázquez no sólo por el tipo de pincelada—impresionista podríamos decir, suelta y que no perfila los contornos—, sino también por la forma de la composición. Lo mismo puede decirse de la carnalidad de algunos de sus desnudos, que recuerdan a la venus velazqueña. De hecho, el propio Sorolla homenajeó directamente al maestro sevillano en María Guerrero, lienzo terminado hacia 1906. Por lo tanto, podemos decir que la luz es también la forma, algo que va haciéndose más evidente con el paso de los años. Ciertamente, hubo momentos decisivos (véase la obra de 1904 Mediodía en la playa de Valencia) en los que su forma de pintar era casi expresamente postimpresionista y se acercó a las puras manchas cromáticas que constituían la forma de la obra. Incluso en sus retratos, donde la forma debería haber sido más decisiva (teniendo en cuenta el gusto burgués de la época), el color es lo más importante: los cuerpos y los objetos apenas están abocetados y el vigor de la obra se centra en la mirada, luminosa, y en los efectos de luz (el caso de Una investigación, de 1897, o de su Miguel de Unamuno, pintado un poco a la manera de Manet, pero en el que destaca el blanco del cuello y el brillo dorado de las gafas del filósofo vasco). En su evolución no permaneció ajeno a los movimientos de la época; en La siesta, de 1912, encontramos elementos expresionistas en el tratamiento de color, pero también la conversión del color en textura. La luz fue, sin embargo, el elemento presente—y cambiante—a lo largo de toda su trayectoria artística; esa luz que invade el aire (un poco, una vez más, al estilo de Velázquez) y que juega majestuosamente con las sombras (sus últimas pinturas de los jardines de su casa). Pero la luz se mueve con rapidez, señaló Sorolla en una ocasión, y por eso hay que pintar rápido: el mundo cambia constantemente y captar el presente es, en la obra de Sorolla, la forma de acercarse a la eternidad.

 Paseo por la playa, Sorolla.

 Paseo por la playa, Sorolla. 

Imagen de Joaquín Sorolla - http://museosorolla.mcu.es. Licencia, Dominio público

Regoyos es otro de los pintores que se pueden considerar impresionistas en España pues en su obra destaca la utilización de la luz y el color; pero a diferencia de Sorolla, experimenta con otras tendencias artísticas como el simbolismo.  Regoyos nació en Asturias en 1857 pero rápidamente aparece en él una enorme curiosidad por los nuevos estilos, por lo que se hacía en el extranjero, de hecho, llega a viajar a Bruselas lo que le permitirá estar en el grupo L’Essor con otros artista de la época.

Su pintura tiene dos tendencias diferenciadas: íntima y crítica. En la primera tendencia se acude a recuerdos y a momentos o instantes, por ejemplo, El gallinero o Recogiendo fresas. En la tendencia crítica los tonos son más oscuros y se llega a acercar al expresionismo.

El gallinero, Regoyos.

 El gallinero, Regoyos. 

Imagen de Darío de Regoyos - www.museodelprado.es. Licencia, Dominio público

Para saber más

Sorolla ha sido siempre un pintor con mucha influencia en otros artistas, no sólo en pintores, también escultores, diseñadores...Aquí os mostramos un ejemplo de ello: la nueva colección que ha presentado el diseñador Josep Font con la marca DelPozo en septiembre del 2016 en Nueva York, una maravilla con clara resonancias del artista valenciano. 

Importante

  • Sorolla tuvo una formación bastante académica de joven.
  • Se produce un cambio en su estilo cunado conoce al pintor Ignacio Pinazo, algo que se incrementa con su primer viaje a París.
  • Vuelve a las raíces (campo, mar...) y empieza a tener éxito en los años 90 con sus pinturas marineras, como vemos en Y aún dicen que el pescado es caro.
  • Comienza a darle cada vez más importancia a la luz, de hecho, se le conoce como "el pintor de la luz".
  • Es notable la influencia de Velázquez en su obra, a quien homenajea en María Guerrero.
  • Los efectos de la luz son cada vez mayores, y se  aprecia una pincelada casi expresionista, por ejemplo en La siesta
  • Regoyos es otro de los pintores considerados impresionistas en España. 
  • Llama la atención el tratamiento de la luz y el color en sus obras. 
  • Tiene dos tendencias claras: íntima y crítica
  • El gallinero es un ejemplo de la primera. 

Pregunta Verdadero-Falso

Indica si las siguientes afirmaciones son verdaderas (V) o falsas (F)

Pregunta 1

Darío de Regoyos es llamado el pintor de la luz. 

Pregunta 2

Sorolla tiene una considerable influencia de Murillo.

Pregunta 3

La pincelada de Sorolla llego a ser expresionista.

Pregunta 4

Darío de Regoyos llegó a experimentar con otros estilos como el expresionismo.