2.2 Verdad como evidencia.
Importante
Según esta concepción, un conocimiento es verdadero cuando se da en una intuición evidente, siendo que la verdad se nos presenta de un modo tan indudable que no podemos rechazarlo.
En su uso común, la palabra evidencia se refiere a la certeza manifiesta que podemos tener de un hecho cualquiera. Esa seguridad puede basarse en los sentidos o ser el resultado de un juicio probable. En cualquier caso la noción de evidencia apunta al sujeto cognoscente y el reconocimiento de aquello que el mimo percibe como verdadero.
Este modelo de verdad es característico del racionalismo cartesiano. Descartes ponía en tela de juicio el valor de los sentidos como criterio de certeza. Sabiendo que estos nos engañan ocasionalmente, no cabe confiar a los mismos el criterio para distinguir lo verdadero de lo falso, ya que no podemos saber si el engaño no es constante. Desde su posición racionalista, es necesario apelar a la razón y no a los sentidos como garantía de un juicio. En este sentido, el criterio racional que nos permite distinguir lo verdadero de lo falso es el de la evidencia.
La noción de verdad como evidencia nos puede ser de utilidad al referirla a argumentos racionales propios de las ciencias formales como la matemática o la lógica , o de carácter filosófico, que se fundamentan en los principios que rigen nuestro pensamiento (identidad, permanencia, no contradicción, causalidad, etc. ) Así por ejemplo, expresiones como Una cosa no puede ser y no ser, De la nada no puede surgir nada, La línea es la distancia más corta entre dos puntos, etc.
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Imagen de Victor Rivero en Flickr. Licencia CC |
Para saber más
Si en el caso anterior se planteaba la verdad como la correspondencia entre el sujeto y el objeto, desde este planteamiento se hace problemática la noción de un supuesto conocimiento directo del objeto, único modo de constatar la correspondencia entre el mismo y su representación mental. Descartes saca a colación el problema del solipsismo del yo. No conocemos directamente los objetos, solo unas representaciones que atribuimos a unos objetos eternos a los que no podemos acceder más que mentalmente. Los sentidos se limitan a generar representaciones, solo la razón se constituye como fundamento del conocimiento y garante de la verdad.
Solo una indagación racional puede determinar qué grado de adecuación cabría establecer entre nuestras representaciones y los objetos. En este sentido, las posiciones dentro del racionalismo son diversas. Descartes admite la fiabilidad de los datos referidos a las cualidades primarias (figura, tamaño, etc.), pero no las secundarias (color, calor, gusto, tacto, olor, etc.)
Para saber más
A la hora de explicar en qué consiste la evidencia, Descartes explica que sus rasgos son la claridad y la distinción. Sus opuestos serían la oscuridad y la confusión. Una noción evidente se presenta ante nuestra mente e una manera bien definida y con sus rasgo propios, sin la inclusión de elementos ajenos. La intuición mental nos permite concebir una idea con claridad y distinción.
Por ejemplo, nos formamos la idea precisa de una noción geométrica como el círculo, reconociendo en el mismo propiedades que nos resultan evidentes como, por ejemplo, que la distancia de todos los puntos de su área al centro ha de ser igual o menor al radio, pero nunca mayor.
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Solución
Reflexiona
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Imagen de Fæ en Wikipedia. Dominio público |
¿Son evidentes los objetos dados en las percepciones sensibles?
Aquello que se nos muestra en la intuición sensible nos resulta lo más inmediato y tangible y, de este modo, lo mas evidente a primera vista. Sin embargo, lo realmente evidente es el estímulo (en el caso de la fotografía, al niño le resulta evidente la imagen de la mariposa). Desde un punto de vista filosófico resultará más problemática y mediata la defensa de cualquier evidencia de la correspondencia entre dicho estímulo y la cosa percibida.
Reflexiona
Correspondencia / evidencia, dogmatismo / escepticismo. ¿Guardan relación entre sí estas dos formas de interpretar la verdad y la confianza depositada en ella?
Se trata de dos aspectos diferentes. Uno es el del grado de confianza en el conocimiento que es posible alcanzar y otro es el de la naturaleza última de la verdad. Caben matices y posiciones cruzadas en ese sentido.
Te ampliamos la reflexión al respecto..