2. Palabras variables e invariables: el sustantivo

A veces hablamos sin usar palabras, es lo que conocemos como lenguaje no verbal . Aunque esto lo trataremos en el siguiente bloque, fíjate en esta imagen. ¿A que dice mucho sin usar palabras? Lo mismo ocurriría si quisieras decirle a alguien que guardara silencio:
 
 
Labios con dedo cruzado
Imagen de Mathias M. en Wikimedia Commons.

Pero ahora nos vamos a centrar en las palabras, en el lenguaje verbal. Como vas a ver, existen diferentes tipos de palabras que usamos en situaciones distintas.

Todas las clases de palabras se agrupan en dos bloques: palabras variables y palabras invariables. Las palabras variables son aquellas que cambian en cuanto al género y al número y a otros elementos que iremos viendo. Son palabras variables el sustantivo, el adjetivo calificativo, el determinante, el artículo, el pronombre y el verbo.

Caso práctico

Para que vayas viendo las clases de palabras que existen, te presentamos este texto de Galdós en donde se compara las palabras con soldados dispuestos a luchar en ese gran campo de batalla que es la lengua:

 

Érase un gran edificio llamado Diccionario de la Lengua Castellana. Por dentro era un laberinto tan maravilloso que ni el mismo de Creta se le igualaba. Una mañana se sintió gran ruido de voces, patadas, choque de armas, roce de vestidos, llamamientos y relinchos, como si un numeroso ejército se levantara y vistiese a toda prisa, apercibiéndose para una tremenda batalla.

Delante marchaban unos heraldos llamados Determinantes, vestidos con magníficas túnicas y cotas de finísimo acero; no llevaban armas, y sí los escudos de sus señores los Sustantivos, que venían un poco más atrás. Junto a los sustantivos marchaban los Pronombres, que iban a pie y delante, llevando la brida de los caballos, o detrás, sosteniendo la cola del vestido de sus amos, ya guiándoles a guisa de lazarillos, ya dándoles el brazo para sostén de sus flacos cuerpos. Detrás venían los Adjetivos, todos a pie; y eran como servidores o satélites de los sustantivos, porque formaban al lado de ellos, atendiendo a sus órdenes para obedecerlas. Como a diez varas (unos ocho metros) de distancia venían los Verbos, que eran unos señores de lo más extraño y maravilloso que puede concebir la fantasía. No es posible decir su sexo, ni medir su estatura, ni pintar sus facciones, ni contar su edad, ni describirlos con precisión y exactitud. Tras éstos venían los Adverbios, que tenían catadura de pinches de cocina; como que su oficio era prepararles la comida a los verbos y servirles en todo. Las Preposiciones eran enanas, y más que personas parecían cosas, moviéndose automáticamente: iban junto a los sustantivos para llevar recado a algún verbo, o viceversa. (...)

Curiosidad

En la letra de esta canción de Bob Dylan, titulada "El hombre puso nombre a los animales", se forman sustantivos de una forma muy curiosa. Léela con atención y fíjate sobre todo en las palabras en negrita.

El hombre puso nombre a los animales

El hombre puso nombre a los animales al principio, al comienzo de todo.
El hombre puso nombre a los animales al principio, hace mucho tiempo.

Vio un animal, que parecía gruñir,
de garras peludas; le encantaba aullar. “Su enorme cuerpo peludo tocar no
oso, así que al bicho este voy a llamarlo oso.”

Vio una animal sobre una colina
mascando hierba hasta el hastío.
Va cayendo la leche, mas a mí se me escapa, así que creo que a éste voy a llamarlo vaca.”

Vio un animal al fin que parecía bufar,
y, si
bufa, los cuernos de su frente se mueven. “No hay nada que no pueda con su testa mover; así que el nombre de búfalo será para él.”

Vio un animal saliendo de una ciénaga
con la jeta muy sucia y una cola rizada.
“No
marra, no, quien diga que es sucio este fulano, así que creo que a éste lo llamaré marrano.”

El siguiente animal que se encontró
tenía lana en su espalda y calzaba pezuñas.
“N
o ve jamás el oro, prefiere hierba fresca,
por lo que un nombre justo sea tal vez el de
oveja.”

Como ves, los seres humanos tenemos la necesidad, desde que somos muy pequeños, de referirnos a todo lo que nos rodea. Y la forma que tenemos de conocer y comprender la realidad es darle un nombre

Pero no sólo tenemos la necesidad de nombrar las cosas, sino también nuestras sensaciones, sentimientos o ilusiones. Y los nombres que empleamos para estas emociones como amor, alegría, tristeza, soledad... son también sustantivos. 

Importante

Entonces, ¿qué son los sustantivos? Son las palabras con las que nombramos a las personas (Andrés, niño), a los animales (pájaro, perro), a las cosas (mesa, silla), a los lugares (montaña, ciudad) y a los sentimientos (alegría, soledad).

Felicidad
Felicidad
Imagen de Sara Melisa Blanco
Nieve
Nieve
Fotografia de marcel.m
en Wikimedia CommonsLicencia CC 

Pedro
Pedro
Fotografía de Georges Biard
en Wikimedia CommonsLicencia CC

Calculadora

Calculadora
Imagen en Wikimedia Commons.
Licencia CC



Comprueba lo aprendido

Ahora debes contestar a las cuestiones que siguen. Están relacionadas con el poema de Blas de Otero, el texto de Benito Pérez Galdós y la canción de Bob Dylan.

Pregunta 1

1 Blas de Otero ha perdido muchas cosas: la vida, el tiempo, la voz...

Pregunta 2

2 Blas de Otero también ha perdido la palabra.

Pregunta 3

3 En el edificio llamado Diccionario de la Lengua se está preparando una gran "batalla".

Pregunta 4

4 Los soldados de esta batalla son las palabras que exiten en la lengua.

Pregunta 5

5 Los Determinantes son los escudes de los señores Sustantivos.

Pregunta 6

6 Sin embargo, los Adjetivos no atendían a las órdenes de los Sustantivos.

Pregunta 7

7 El protagonista de la canción de Bob Dylan no osa tocar el cuerpo del peluso oso.

Pregunta 8

8 La oveja no ve jamás el oro.