4.1. El mobiliario

La erupción del Vesubio en el año 79 d. C. permitió que la vida cotidiana de la antigua Roma quedara sepultada bajo metros de ceniza, lava y tierra, y sus excavaciones posteriores hacia la mitad del siglo XVIII nos brindaron la oportunidad de conocer al detalle cómo eran las viviendas de los romanos a través de sus objetos y enseres, pues se han conservado casi en perfecto estado mesas, armarios, camas, vajillas…

Las casas romanas eran algo austeras en el exterior pero delicadamente decoradas en su interior, con la madera y el bronce como materiales básicos de sus muebles. Los ambientes eran amplios y diáfanos, con mosaicos en los pavimentos, pinturas al fresco en los muros y gran variedad de muebles de origen griego. Los romanos tenían varios tipos de mesas con formas rectangulares, cuadradas o redondas y que se diferenciaban por su número de patas, decoradas con motivos florales y animalísticos. Variado era también sus sillas y asientos, desde taburetes a sillas con o sin respaldo, sillones y los famosos lechos para recostarse durante los magníficos banquetes que celebraban. Los muebles se recubrían con incrustaciones de metales y piedras preciosas, y se tapizaban con ricos tejidos.

Destacamos las siguientes tipologías de mobiliario debido a su importancia e influencia posterior:

  • Curul, asiento reservado para personajes ilustres, con patas de doble curvatura ricamente decoradas.
  • Scamun, bancos de piedra o bronce situados en lugares públicos.
  • Triclinio,  un sofá con capacidad para tres personas de origen griego ricamente decorados con tejidos y almohadones.
  • Cartibulum, la típica mesa de mármol con dos patas simulando garras de león decorado con hojas y volutas.
  • Lectus, la cama romana, de brazos curvos y soportes torneados.
Esquema de la silla curul Triclinios romanos Recreación de una villa romana

Esquema de la silla curul

Imagen de W. Smith en Wikimedia Commons, Dominio público

Triclinios romanos

Imagen en Wikipedia, Dominio público

Recreación de una villa romana

Imagen de N. Pérez en Wikimedia Commons, Licencia GNU

Los romanos continúan con la tradición griega del tallado de gemas o camafeos, creando fabulosos retratos y escenas mitológicas. Inventaron la técnica del vidrio soplado y el vidrio tallado policromo, técnica similar a la del camafeo, y en sus hornos se cocían infinidad de enseres de cerámica denominada terra sigilata.

Importante

Las villas romanas destacaron por ser algo austeras exteriormente pero con materiales nobles en su interior, como la madera y el bronce, creando ambientes diáfanos.Del mobiliario destacan el curul, asiento para personajes ilustres, el triclinio y el lectus o cama romana. Inventaron el vidrio soplado y continuaron la tradición griega del camafeo

Curiosidad

Recreación de un banquete romano

Recreación de un banquete romano

Imagen del Museo de historia de Valencia en Wikimedia Commons, Dominio público

Los banquetes romanos

 

Durante  estas grandes fiestas, los comensales se acomodaban en los tricliniums tumbados, con el codo izquierdo sobre un cojín. Los grandes banquetes se componían de siete platos o fércula.

Una vez terminada la cena se comenzaba la commissattio, una especie de borrachera protocolaria que consistía en beber las sucesivas copas de un trago siguiendo las instrucciones de la persona que la presidía.

Pese a que se utilizaban cubiertos y vajilla, no era un signo de mala educación coger la comida con las manos ni eructar.

Algunos banquetes eran  tan abundantes que en ocasiones los comensales se retiraban al vomitorium para introducirse plumas de pavo real en la garganta y vomitar para poder seguir comiendo y resistir hasta los postres.