3.2. La evolución entre la relación del tamaño y el rango o posición.
A la relación existente entre el número de habitantes que tiene una localidad y la posición que esas mismas ciudades ocupan en el territorio de un país se le denomina la regla rango-tamaño.
Conocer cuál ha sido la evolución histórica de dicha relación es muy interesante para observar cómo a lo largo del tiempo ha ido variando la funcionalidad y la importancia que han tenido las ciudades.
Como has podido observar en el caso anterior, en la actualidad las diez mayores ciudades de España son por orden decreciente de población las siguientes: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Bilbao.
Es evidente que entre esas ciudades predominan las que se encuentran en el litoral o muy cerca de él. De hecho cinco de ellas están en la costa, dos más (Bilbao y Murcia) muy cerca de ella, y solo tres (Madrid, Sevilla y Zaragoza) se encuentran en el interior. Aunque en el caso de la metrópolis hispalense la comunicación por mar se puede realizar a través del río Guadalquivir que es navegable, y además se encuentra no demasiado lejos del golfo de Cádiz y, por tanto, del océano Atlántico.
Se trata en consecuencia de una disposición urbana periférica de las grandes ciudades. Solo en el caso de la capital del Estado se da una posición de acusada interioridad. Y como bien ya sabemos por lo que hasta ahora hemos analizado, la importancia de Madrid estriba básicamente en el hecho de que lleva siendo la capital de España desde hace más de cuatro siglos.
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El Palacio Real en Madrid simboliza la centralización del poder en la capital de España desde hace unos cuatro siglos.
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Objetivos
Pero no siempre este orden ha sido el mismo.
Más bien todo lo contrario. En épocas anteriores, a diferencia de lo que ocurre actualmente, las principales ciudades españolas no se encontraban la mayor parte de ellas en el litoral, ni tampoco predominaban las del norte sobre las del sur como sucede hoy día.
Fíjate cuál era la situación hace un siglo. El orden era el siguiente: Barcelona, Madrid, Valencia, Bilbao, Sevilla, Málaga, Cartagena, Murcia, La Coruña y Zaragoza. A grandes rasgos no había grandes cambios con respecto a las que hay hoy. Sin embargo, sorprende que en aquel momento Barcelona superara a la capital del Estado y que se incluyera entre las mismas un puerto, Cartagena. Pero en general, la importancia de las mismas era bastante similar a la que hay hoy día.
Por el contrario, hacia 1800 la situación era bien distinta. Observa el orden jerárquico en esta lista: Madrid, Valencia, Barcelona, Sevilla, Cádiz, Murcia, Granada, Málaga, Jerez, Zaragoza y Córdoba. Esto sucedía antes de que tuviera lugar el proceso de industrialización, y por tanto, ni Barcelona era muy importante, ni Bilbao había comenzado el gran crecimiento derivado de la inmigración qie se asentaría allí para trabajar en la industria vasca.
Lo que esa ordenación demuestra, es que las ciudades andaluzas, y en general las del sur, conservaban una gran importancia todavía en el conjunto de las principales aglomeraciones urbanas de hace dos siglos. También puedes apreciar cómo en aquella época el hecho de estar situado en la costa no era, como sucede actualmente, un valor importante para tener un gran volumen de población. De hecho, más de la mitad de las mismas eran ciudades del interior, es decir, que en estos doscientos años, se podría decir que se ha invertido la situación.
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A principios del siglo XIX Jerez de la Frontera se encontraba entre una de las diez mayores ciudades que había en España. Publicado por McLeod en Wikipedia bajo licencia Creative Commons y para dominio público. |
Pre-conocimiento
Y tiempo más atrás, la situación era mucho más distinta todavía.
Así es. Aunque conforme vamos hacia atrás en el tiempo los datos no son tan precisos como los que tenemos en la actualidad, las estimaciones demográficas permiten que sepamos cuál era la situación aproximada de las ciudades peninsulares en siglos pasados y más lejanos.
De esta forma se piensa que en el siglo XVI el orden de las diez ciudades más habitadas de España era este: Sevilla, Granada, Valencia, Toledo, Valladolid, Jerez, Barcelona, Córdoba, Palma de Mallorca y Jaén. Así pues, nada menos que cinco de las diez mayores ciudades españolas estaban en Andalucía. Y de todas las mencionadas anteriormente, solo tres se encontraban a la orilla del mar.
Hace cuatro o cinco siglos, las características urbanas eran muy distintas a las de ahora. El enorme peso de la agricultura y la escasa importancia del comercio marítimo hacían que las mayores concentraciones de población se dieran en las zonas más fértiles del interior. Sin duda, los servicios y otras cuestiones influían en la riqueza y por tanto en la población de una ciudad, pero solo en aquellos sitios donde había una abundante provisión de alimentos, era posible concentrar a una gran masa de población.
Si pudiéramos seguir hacia atrás, podríamos observar como los hechos antes mencionados se acrecentarían aún más. A lo largo de la Edad Media (aunque en diferentes etapas históricas) tres ciudades andaluzas (Córdoba, Granada y Sevilla) llegaron a estar entre las diez primeras, pero no de España, sino incluso del continente europeo. Y en el caso cordobés, como ya vimos, no solo entre las más grandes de Europa, sino de todo el mundo.
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Durante el siglo XVI, Jaén era una de las mayores ciudades que existían en la península Ibérica.
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