1.1. La aglomeraciones urbanas
Hasta hace un siglo o dos, las ciudades eran relativamente pequeñas. Cada núcleo era en realidad el lugar donde se concentraba la población de un municipio. Y se suponía que todo el territorio que pertenecía al municipio estaba controlado o era propiedad de las personas que vivían en esa ciudad o pueblo.
Pero a raíz del proceso de industrialización y del enorme crecimiento de las ciudades como consecuencia del éxodo rural, el concepto de ciudad tal y como se conocía hasta entonces, empezó a cambiar.
En los dos últimos siglos las ciudades han sobrepasado sus límites tradicionales. Se han extendido por el territorio, incluso en ocasiones han saltado el espacio bajo su jurisdicción y han invadido los de otros municipios.
De esta forma, el concepto de ciudad ha de ser completamente redefinido hoy día. La denominación habitual ya no sirve para expresar todas las formas que han aparecido en estos doscientos años aproximadamente, desde que se inició su gran crecimiento.
Así, tendremos que hablar de áreas metropolitanas, conurbaciones, megalópolis, macrocefalia, continuos urbanos, regiones urbanas, agrovillas, etc. Vamos a definirlas a lo largo de este tema.

Objetivos
Las áreas metropolitanas.
Las grandes ciudades actualmente ya no son solo eso, una gran ciudad. En muchas ocasiones se han convertido en algo que ha superado el límite tradicional de lo hasta entonces tenido como zona urbana, y han establecido otro tipo de relaciones mucho más intensas sobre el territorio que las rodea.
Aparecen así las denominadas áreas metropolitanas. Estas se definen como el conjunto que forma esa gran ciudad con los núcleos periféricos que se conectan con ella. Este conjunto se basa en una serie de relaciones de carácter laboral, comercial, residencial o de ocio.
Lo habitual es que en la nueva estructura urbana que aparece, la función comercial y de ocio se concentre en la ciudad central, mientras que las funciones residencial e industrial se ubiquen, por el contrario, en las zonas periféricas.
Este tipo de áreas comenzaron a surgir en nuestro país a partir de los años sesenta del pasado siglo. En aquella época, y como consecuencia del crecimiento urbano, buena parte de la población recién llegada a la ciudad se instaló en los pueblos de la periferia donde la vivienda era más barata. Este fue el origen de las denominadas ciudades dormitorio.
Las tres primeras áreas metropolitanas que hubo en España fueron las de Madrid, Barcelona y Bilbao. En un segundo nivel en cuanto a su población e importancia económica se encuentran en la actualidad las de Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza.
![]() |
El área metropolitana de Bilbao fue una de las primeras que se formó en España. Imagen extraída de Google Earth. |

Pre-conocimiento
Macrocefalia urbana.
Hay ocasiones en que debido a una serie de motivos, buena parte de la población de un territorio tiende a concentrarse en la ciudad principal del mismo. De esta forma, esta ciudad crece enormemente, mientras que el resto de las ciudades de los alrededores lo hacen a un ritmo mucho menor y por consiguiente, con una cantidad de población mucho más reducida.
Se forma así una gran cabecera urbana, de ahí que los geógrafos y los urbanistas, para designar ese curioso fenómeno, utilicen a su vez una palabra específica para nombrarlo: la macrocefalia urbana. Macrocefalia significa literalmente en el antiguo griego: "cabeza grande", y a esto es a lo que quieren hacer referencia con ese nombre, a que la cabecera urbana de esa región es muy grande.
La macrocefalia urbana es un proceso propio de países poco desarrollados en los que la mayor parte de la población tiene tendencia a concentrarse en una gran ciudad, normalmente la capital del país. Pero también es posible encontrarlo en países desarrollados, y no solo como la capital del país, sino también como la capital de una región o de una comarca.
En el caso de España existen algunos ejemplos de lo que estamos haciendo referencia. Es lo que ocurre en cierto modo con Madrid con respecto al interior de la península (las dos castillas y Extremadura), o de Zaragoza en relación con la red urbana de la Comunidad de Aragón. En ambos casos existe una gran ciudad que concentra a la mayor parte de la población, mientras que el resto del territorio está bastante poco poblado y apenas si hay en él otras ciudades que tengan un volumen importante de población.
![]() |
Zaragoza es un ejemplo de macrocefalia urbana dentro de la Comunidad aragonesa.
Publicado en Flickr por Jorge Orte Tudela bajo licencia Creative Commons y para dominio público. |
