1.2. Perturbaciones de la comunicación
Aun contando con todos los elementos de la comunicación, puede ocurrir que esta sea impedida o, al menos, dificultada, por una serie de elementos que se conocen como perturbaciones o ruidos: es decir, aquellos factores que suponen una pérdida de contenido informativo.
En efecto, es difícil o imposible comunicarse si el emisor está afónico, el receptor tiene graves problemas de audición, hay demasiado ruido de fondo, el papel en el que escribimos tiene una gran mancha de tinta, la imagen del televisor está distorsionada, etc... Dentro de todos estos casos, el ruido puede distinguirse entre interno (referido al emisor o al receptor: por ejemplo, cuando el receptor no está prestando atención a la conversación o cuando el nivel de conocimiento del código por parte de los interlocutores es diferente) y externo (cuando el mensaje es distorsionado por otros sonidos del ambiente).
Imagen de creación propia mediante la herramienta Pixton. |
En definitiva, para que la comunicación se produzca es necesario que el receptor pueda interpretar el mensaje correctamente.
Y, para conseguirlo, es necesario que se den todas estas condiciones:
- No puede haber ruidos ni interferencias.
- El mensaje debe estar correctamente construido por el emisor.
- El receptor debe ser capaz de interpretar las intenciones del emisor.
- El receptor debe tener acceso a la realidad que pretende comunicar el emisor.

Actividad de Lectura
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Imagen en Flickr de tore_urnes bajo CC
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