2.1. España: prerrománico y asturiano

Arte prerrománico

En España, el arte visigodo y asturiano supone el comienzo del arte medieval, no sin antes tener en cuenta el período paleocristiano. Y es que el prerrománico va desde la caída del Imperio romano hasta el siglo X. Es un estilo realizado en sus inicios por los propios hispanorromanos y que sabe poner de relieve el pasado, pero teniendo igualmente en cuenta las influencias que llegan desde oriente, así como las ideas del propio territorio, unas expresiones que los romanos habían dejado de lado al volcarse en la profunda romanización.

De la arquitectura visigoda, aquella que se levantó entre los siglos V y VII, nos quedan pocos testimonios en buen estado de conservación. No obstante, es posible advertir unas características comunes, aunque no existe una unidad de estilo en resto de los reinos germánicos europeos.
Las plantas de los edificios suelen ser generalmente basilicales o de cruz griega. Tienen un ábside cuadrado y en ocasiones, dos, uno orientado hacia oriente u otro a occidente. Como novedad de las basílicas paleocristianas añaden un nuevo elemento delante del altar, el iconostasio.
Para sustentar el edificio realizas gruesos muros macizos, sin apenas vanos. En su interior las naves están separadas por columnas que han perdido cualquier relación con los órdenes clásicos, tan sólo lo recuerdan los capiteles de estilo corintio que, o bien son reutilizados o bien copiados de manera bastante tosca. A estos se le añade también un cimacio.

Las cubiertas suelen ser abovedadas, utilizándolas bóvedas de cañón y arista. Como novedad en los arcos, destacan monumentos visigodos por el uso de arcos de herraduras, que no son frecuentes en otros estilos artísticos medievales.

Sin duda, entre los ejemplos que mejor han llegado hasta nosotros están en el norte de nuestro país, nos referimos a San Juan de Baños en Palencia, San Pedro de la Nave en Zamora y Quintanilla de las Viñas en Burgos.

San Juan de Baños Imagen de Raul Hernánadez González en Flickr . Licencia cc	San Pedro de la Nave Imagen de PMRMaeyaert en Wikipedia . Licencia cc

Arte Asturiano

El arte visigodo desaparece a la vez que su reino. Con la conquista de los musulmanes de le Península Ibérica este periodo pondrá su final, aunque algunos de los nobles que consiguen refugiarse en el Reino Astur lograrán aliarse con la realeza asturiana y así iniciar un nuevo periodo que dará lugar a la formación de nuevos reinos cristianos enfrentados a los musulmanes. Será aquí, desde el siglo VIII hasta el X, donde surja el Arte Asturiano.

El hecho de que los reyes astures se sientan herederos de un idealizado reino visigodo hará que se sientan influenciados por sus construcciones. Igualmente tendrán en cuenta a Roma y al Imperio bizantino.

El material más utilizado es la mampostería dejando los sillares que son más firmes para las esquinas. De esta manera, levantan muros anchos que sirven para soportar el peso del edificio, a los que se le añaden contrafuertes para reforzar.

Detalle de Santa María del Naranco Iamgen de Zarateman en Wikimedia Commons  Licencia cc

Las columnas son en muchas ocasiones reutilizadas de otros edificios. Tienen capiteles en forma troncocónica invertida y con cimacio. Tanto el capitel como la basa suelen ir decorados. Una de las ornamentaciones más típicas para el fuste es a base de sogas.

Las cubiertas son abovedadas, empleando la bóveda de cañón reforzado con arcos fajones, así como la de arista. Los arcos serán de medio punto, como ya hemos visto en el mundo romano, pero también se aplican los arcos peraltados que son de mayor altura.

Los edificios son de planta basilical, normalmente, con tres naves separadas por columnas. A los pies se localiza un pórtico, aunque igualmente puede estar ubicado en un lateral. En la cabecera se encuentra el ábside, o mejor dicho, los ábsides, porque sueles ser tres y con forma cuadrada.

Los interiores se decoran principalmente con pinturas al fresco de temas religiosos.

De estas tipologías podemos visitar cerca de Oviedo Santa María del Naranco o San Miguel de Lillo. La primera fue palacio del rey Ramiro I y sede del Consejo regio, aunque luego fue transformada en iglesia. La verdadera iglesia particular del rey, caracterizada por sus celosías de piedra, pero lamentablemente tan sólo ha llegado hasta nuestros días los pies, no obstante, nos sirve como buena muestra de su grandeza.

Otro buen ejemplo es la Cámara Santa de Oviedo, la que fuera capilla palatina del Palacio de Alfonso II en la capital asturiana.

Santa María del Naranco Imagen de Yildori en Wikimedia Commons . Llicencia cc	San Miguel de Lillo Imagen de Robert Cutts en Flickr . Licencia cchttps://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/