1.1. Las características generales del clima de España. Un clima templado y cálido

Las características generales del clima de España. Un clima templado y cálido.

La situación y posición de España en las latitudes medias del globo, conlleva la aparición de un tipo de clima que en líneas generales se puede calificar como templado, es decir, que no es ni excesivamente frío, ni tampoco demasiado caluroso. Ello se observa en la temperatura media que posee nuestro país y que se sitúa en torno a los 16 grados, que es, aproximadamente, la temperatura media que tiene el planeta Tierra.

Al ser una zona relativamente próxima a dos grandes masas marinas, la oscilación térmica no suele ser muy fuerte, aunque sí es más acusada en las regiones del interior de la Meseta Central.

La precipitación total anual también es de tipo medio, pues es ligeramente inferior a los 600 milímetros o litros al año, es decir, también muy parecida al volumen medio de precipitación que se calcula para cada metro cuadrado de la superficie del planeta.

Estas cifras anteriores son válidas para el caso de la España peninsular, aunque como más adelante veremos, hay considerables diferencias entre unas regiones y otras de nuestro país. El caso más extremo es el del archipiélago canario, en el cual las lluvias se reducen considerablemente mientras que las temperaturas son algo más altas, pero como dijimos anteriormente, se trata del único caso en el que una parte del territorio español se encuentra situada en las latitudes tropicales, de ahí que sus características difieran mucho de las de la España peninsular.

Las excelentes condiciones climáticas de España permiten la presencia de un turismo masivo que aprovecha sus recursos naturales. En la imagen, playa de Benidorm en Alicante.
Las excelentes condiciones climáticas de España permiten la presencia de un turismo masivo que aprovecha sus recursos naturales. En la imagen, playa de Benidorm en Alicante.
Autor: Juan Carlos en Flickr .Licencia CC.

Objetivos

Los topónimos y el clima.

Existen una serie de topónimos, es decir, de nombres de lugares, que dan prueba de la benignidad del clima español. Así, desde época antigua, se le aplicó el nombre de Islas Afortunadas a las Islas Canarias, debido a las bondades de su clima. También se le llama Costa del Sol a la zona del litoral de Málaga gracias a que la insolación es muy abundante durante todo el año. Un caso parecido es el del litoral onubense, ya que recibe la denominación de Costa de la Luz por circunstancias parecidas a las de la Costa del Sol.

En otras ocasiones los topónimos no son tan indicativos de una climatología particularmente favorable, y si por el contrario señalan características propias de un clima bastante más extremo. Esto es lo que sucede en los casos de Sierra Nevada o la Sierra de las Nieves, o de las zonas más áridas, a las que se denomina desiertos, como es el caso del de Tabernas en Almería o el de los Monegros en Zaragoza.

A causa de la benignidad de su clima, los autores de época clásica ya denominaron a las Canarias como las Islas Afortunadas.
A causa de la benignidad de su clima, los autores de época clásica ya denominaron a las Canarias como las Islas Afortunadas.
Autor: Reservasdecoches en Flickr. Licencia CC.

Pre-conocimiento

El calendario Juliano

En ocasiones, el clima es objeto de atención de los políticos, y en muchos casos, las decisiones que toman en cuestiones relacionadas con el mismo son verdaderamente sorprendentes. Hoy las discusiones se centran en el llamado cambio climático, pero en épocas anteriores, fueron otras las motivaciones que llevaron a los gobernantes a plantear "soluciones" al particular comportamiento del clima en España.

En 1973 el ministro franquista Julio Rodríguez llevó a cabo una propuesta sorprendente a la que se conoce con el nombre de "Calendario Juliano" en honor a su propio nombre. Se intentó llevar a cabo un cambio en el calendario escolar, intentando que el curso académico comenzase en enero y finalizara en diciembre. Se adujeron muchos motivos, pero en particular aquellos que hablaban de una adecuación de los días de clase a la época del año más apropiada, además de que el gasto energético en calefacción disminuiría en los centros en los que la propuesta se pusiera en práctica.

La propuesta finalmente fue desechada al poco de haberse puesto en vigor. Pero la excusa de que el verano es tórrido y de que recibir o dar clase durante el mismo es verdaderamente difícil en la mayor parte de nuestro país, es algo que nos diferencia considerablemente de la mayor parte de los países europeos, donde al ser las temperaturas estivales bastante más suaves, se pueden permitir el acortar las vacaciones dado que el calor es soportable. En España alumnos y profesores gozan de dos meses seguidos de vacaciones (hasta el momento) y esta situación única solo se justifica por el hecho, muy importante eso sí, del elevado calor que se padece en la mayor parte del país durante los meses de julio y agosto.

Si quieres saber lo que sucedió con más detalles, pues acceder a esta página en la que se informa de ello con mucha mayor amplitud y profundidad.

 

Una de las propuestas más curiosas relacionadas con el calendario escolar y el clima fue la de iniciar el curso en enero, en vez de en septiembre.
Una de las propuestas más curiosas relacionadas con el calendario escolar y el clima fue la de iniciar el curso en enero, en vez de en septiembre.
Autor: Talcahuanofotos en Flickr .Licencia CC.

AV - Reflexión

¿Consideras que el clima de España es el ideal para vivir? Reflexiona sobre esta cuestión aportando no solo tu opinión personal al respecto, sino que también es conveniente que aportes datos a la explicación comparándolo con el de otros países de nuestro alrededor y basándote en hechos que sean lo más objetivos posible.